Por: Juan Tlapalamatl (@Jul_ElSombrero)
Este 12 de agosto se cumplen 110 años del nacimiento de Mario Moreno Reyes, mexicano que se volvió inolvidable por su personaje humilde que ‘cantinfleaba’ con su peculiar bigote y utilizaba un lenguaje disparatado para hacer reír con su simpatía: “Cantinflas”.
Nacido en el barrio de Santa María de la Ribera en la Ciudad de México, Mario Moreno Reyes, mejor conocido como “Cantinflas”, fue el sexto de ocho hijos.
La precariedad de su hogar lo motivó a buscar distintos trabajos: desde ayudante de zapatero, mandadero, cartero, taxista, torero o boxeador. Incluso llegó a inscribirse al ejército a sus 16 años, en donde se empleó de soldado de infantería hasta ser dado de baja por ser menor de edad.
A finales de los años 20 encontraría su pasión en carpas ambulantes, una propuesta en la cual se buscaba entretener con manejo escénico y provocación con un humor pintoresco.
Mario se presentó como payaso, acróbata y bailarín, con un personaje al que nombraría “Polito”. Su imagen la crearía el nerviosismo al escenario que provocaba que improvisara hablando rápidamente, atropellado, con fluidez y balbuceos que provocaban risa en el público. Poco a poco se fue ganando el cariño y aplausos por su improvisación y la simpatía que mostraba en su acto.
Trabajó en las carpas Ofelia, Sotelo de Azcapotzalco y finalmente, en la Carpa Valentina de Anita y Gregorio Ivanoff, donde conocería a su esposa, Valentina Ivanova, y al también actor y guionista, Estanislao Shilinsky, con quien haría la dupla para crear a “Cantinflas”.
La figura de Cantinflas se moldeó como el “pelado” o “lepero” típico de los años 30, basado en un barrendero “borrachito” que conoció Mario Moreno cuando trabajaba en el Teatro Follies.
En 1936 apareció en la película “No te engañes corazón” pero fue en 1940 con “Ahí está el detalle” que conseguiría la popularidad para despegar en su carrera y fijar su personaje en la época de oro del cine mexicano.
En su filmografía destacan títulos como Los tres mosqueteros (1942), El circo (1943), El mago (1949), El bombero atómico (1952) o Su excelencia (1967), entre muchos más, destacando con su personaje en tantos oficios y ámbitos como se lo permitió su ingenio.
Debutaría en Hollywood con La vuelta al mundo en 80 días con la que ganaría un Globo de Oro en la categoría de Mejor Actor de Comedia o Musical, siendo reconocido mundialmente. Posteriormente rodó Pepe, pero no alcanzaría el éxito deseado, principalmente por la traducción no bien adaptada a audiencia estadounidense.
Pero esto no fue un impedimento para su fama, pues el trabajo del actor tuvo tanto impacto a nivel mundial que fue catalogado por Charles Chaplin como “el mejor comediante del mundo” y por muchos como “El Chaplin mexicano”.
Hay dos teorías respecto al nombre de “Cantinflas”. La primera de ellas menciona que él mismo lo creó para ocultar su identidad, ya que no era del agrado de sus padres que su hijo se desenvolviera en el espectáculo; la segunda, que el público gritaba “¡Cuánto inflas!” cuando el actor se desenvolvía con su diálogo improvisado. Desafortunadamente no se tiene certeza de ninguno de estas teorías y el origen del nombre se lo llevaría Mario Moreno a la tumba.
Mario Moreno “Cantinflas” falleció un 20 de abril de 1993 en la Ciudad de México, víctima de cáncer de pulmón. Sin embargo, el legado de el “mimo de México” continúa presente hoy, con un personaje fruto de la espontaneidad y la sencillez, acompañado siempre de una crítica al mundo en cada monólogo que interpretaba y quien fue pionero de un cine mexicano en pleno apogeo.
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