Por: Juan Tlapalamatl (@Jul_ElSombrero)
El cine se ha convertido en uno de los mejores inventos humanos y la admiración hacia los pioneros de este arte se vuelve implícita al encontrar la magia en las nuevas películas que llegan a nuestras pantallas.
Sin embargo, no es algo nuevo que a través de la historia el papel de las mujeres se ha invisibilizado, y aunque claro, los hermanos Lumière son reconocidos por la invención del cinematógrafo y las producciones de George Mèliés demostraron la magia que el cine puede crear, no podemos olvidar el papel de Alice Guy, quien fue la primera persona en utilizar la narración visual en el cine.
Alice fue una mujer nacida en París en 1873. Gracias a sus estudios en mecanografía y taquigrafía, Alice comenzó su desarrollo en la industria cinematográfica como secretaria de León Gaumont, dueño de la productora francesa Gaumont que funcionaba como compañía fotográfica.
En marzo de 1895, como parte de una demostración privada de los hermanos Lumière a Gaumont, Alice Guy presenció el mecanismo que hacía mover las películas. Fragmentos de desfiles, estaciones de ferrocarril o retratos de personal de laboratorio fueron ejemplos que presentaron los Lumière para detallar cómo funcionaba su nuevo invento.
Alice vio en las tomas “repetitivas y aburridas” la posibilidad de contar historias a través de la fotografía dinámica, idea que transmitió a Gaumont. Pero su jefe no pensaba igual, pues estaba convencido de que el cine era para uso científico y doméstico, por lo que Alice continuó con su idea en sus tiempos libres, cuando, en palabras de Gaumont, no le impidiera cumplir con sus obligaciones de secretaria.
Así fue como Alice Guy descubrió el arte de crear historias a través del cine, realizando la primera película narrativa en 1896, La Fee aux Choux, dedicándose a experimentar con el color, con actuaciones preparadas y la sincronización del sonido y la imagen, provocando el éxito de los equipos de la empresa Gaumont y llevándola a convertirse en la nueva productora de la empresa.
Entre 1902 y 1907 dirigió 100 fonoesferas y fue, sin darse cuenta, la inventora del videoclip musical, rodando además filmes como Voyage en Espagne, La malagueña y el torero, Esmeralda o La pasión y la vida de Cristo.
En 1907 se casó con Herbert Blanché y se mudó a Estados Unidos, fundando juntos Solax Company, acción que le permitió realizar películas de todo género, desde comedia y drama hasta western.
Solax Company lideró la industria del cine durante algunos años hasta que el ascenso de Hollywood terminó por orillar a que Alice Guy vendiera la compañía, y el divorcio de su esposo a que se regresara a Francia, donde vivió la misma suerte que otros pioneros del cine al tratar de retomar su lugar en la industria, siendo imposible retomar su camino como cineasta.
Años después regresaría a Estados Unidos tratando de recuperar sus obras, sin embargo, el reclamo por la autoría de sus películas fue en vano, pues las películas eran reconocidas como producciones de Solax Company, no de Alice, y la preocupación por su legado y el reconocimiento de su trabajo la acompañó el resto de sus días.
Alice Guy murió en 1968 en una residencia de ancianos en New Jersey, habiendo rodado cerca de mil películas de distinta duración y fundado su propia productora. Su nombre, olvidado por años incluso en los libros de texto, comienza a tomar el lugar que le corresponde, siendo la primera persona en encontrar en el cine el arte de contar historias.
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