Por Carlos Urias (@ElcarlosUrias)
Para muchos, la última gran obra del reconocido director Martin Scorsese no supera a sus antecesoras (Casino, Taxi Driver, Goodfellas o El Lobo de Wall Street). Pero The Irishman llegó para sumarse a la lista de las mejores películas del director.
Su trama, enfocada en los años 50´s, nos lleva de la mano de Frank Sheeran, sus relaciones con la familia criminal Bufalino y su carrera por ser uno de los mejores asesinos a sueldo.
Un perfeccionismo de su clásico estilo, mostrándonos en pantalla los mejores actores de la época de los 70’s y 80´s aún vigentes, tales como Al Pacino, Robert De Niro y Joe Pesci. Tener a los mejores actores de los últimos años fue lo que causó un gran reto para el director y todo el equipo técnico en el rodaje, pues sus caras, deterioradas por el paso de los años debido a que ya rondan los 80 años de edad, presentaron una dificultad en la filmación de sus escenas como jóvenes.
El tres veces nominado al Oscar, Rodrigo Prieto, fue quien decidió tomar el reto para que estas escenas salieran lo mejor posible. A la par, era el encargado de tomar las mejores decisiones para los futuros efectos especiales, esto con la finalidad de transformar la apariencia visual de los personajes.
Para The Irishman , la investigación de Prieto lo llevó a emular la fotografía fija clásica de las décadas de los 50 y 60, una idea que le gustó a Scorsese y que Prieto exploró más a fondo con los científicos del color Philippe Panzini en Codex y Matt Tomlinson en Harbour Picture Co.
“TUVE QUE RECURRIR A TODO LO QUE HABÍA APRENDIDO Y TODA MI EXPERIENCIA. ERA COMO ENFRENTAR UN EXAMEN FINAL TODOS LOS DÍAS”.
En el costoso rodaje, una de las practicas que se empezaron a emplear fue el uso de 3 cámaras, técnica ya utilizada por Scorsese en sus anteriores películas, esto para emular una narrativa de dialogo controlada. Sin embargo, el nuevo recurso que se implemento fue el uso de 2 cámaras adicionales, las cuales captaban el rostro de los actores para su digitalización en la sala de montaje.
Después de cada toma, fotografiaron una esfera espejada, una esfera gris y una tabla de colores y luego un escáner Lidar colocado donde habría estado la cara del actor. Capturaron el entorno en 360 grados con exposición entre corchetes para un alto rango dinámico e introdujeron los datos más la información de infrarrojos
Información técnica por: RED.COM
Por esta razón, de componentes técnicos y artísticos de vanguardia, la última obra de Martin no sobresalió específicamente por denotar unos planos sofisticados, la mayoría de ellos fueron planos fijos, pues la narrativa estática fue un factor importante en la realización. Aunque vemos planos arriesgados como un plano secuencia inicial, contra picado y angulares, durante las escenas con diálogos este tipo de comportamiento visual se vio limitado.
No podemos dejar de resaltar que la historia de Jimmy Hoffa, Frank Sheeran y Russel Buffalino es uno de los mejores guiones del cine moderno, una historia que se desenvuelve perfectamente en un arco argumental de más de 3 horas y 20 minutos de duración; una alegoría al paso del tiempo y a la decadencia, mientras la historia real del jefe del sindicato de camioneros se cuenta de una manera espléndida.
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