Llegó el momento de decirle adiós a un año más. En el rubro cinematográfico, el 2023 será recordado por ser el año en el que volvimos a tener una película aplastante dentro de una temporada de premios, pues Everything Everywhere All at Once fue la primera cinta en casi quince años que cosechó más de 6 premios Oscar, además de ser la favorita de la mayoría de los círculos de crítica estadounidenses y casi todas las asociaciones de expertos (sindicato de productores, directores, actores, guionistas, editores y un largo etcétera). Además, fue el año en el que se vivió uno de los eventos taquilleros más impresionantes de los últimos tiempos, pues las salas de cine se llenaron durante varias semanas, pero en esta ocasión no fue para ver una película de superhéroes, sino para disfrutar del fenómeno conocido como Barbenheimer, derivado del estreno en el mismo fin de semana de dos películas diametralmente opuestas, Barbie de Greta Gerwig y Oppenheimer de Christopher Nolan.
El 2023 también fue el año en el que México le dijo adiós a importantes figuras del mundo del entretenimiento como Andrés García, Irma Serrano, Rebeca Jones, Talina Fernández, Benito Castro y Xavier López “Chabelo”, así como a uno de los mejores actores de su historia, Don Ignacio Lopez Tarso. En el ámbito internacional, perdimos a iconos de la música como Tina Turner y Tony Bennet, así como a los actores Michael Gambon, Alan Arkin y Raquel Welch, pero el deceso que marcó este año fue, sin duda, el de Matthew Perry, el entrañable Chandler de la serie de televisión Friends.
Por nuestra parte, para cerrar este año, en CinéfilosMX hemos preparado un especial en el que enlistamos las películas estrenadas este año que definieron el 2023 de nuestros autores, colaboradores e invitados especiales. Este ejercicio no sólo trata de recordar las mejores cintas que hemos visto durante la más reciente vuelta al sol, para eso ya habrá oportunidad más adelante, sino de hacer un breve recorrido por aquellas producciones que significaron algo especial para nosotros, ya sea por su calidad, por sus historias o simplemente por la experiencia que significó encontrarnos con ellas desde un punto de vista personal.
Esta es la particular manera que encontramos para agradecerles a nuestros lectores, colegas y colaboradores por acompañarnos durante todo el año, comprometiéndonos a hacer de este un mejor sitio en 2024 para que todos ustedes sigan confiando en nosotros. Porque recuerden, esto no es nada más que un sitio hecho por cinéfilos para cinéfilos.
Dicho esto, aquí les dejamos las películas que definieron el 2023 de quienes colaboramos en Cinéfilos MX. ¡Feliz año nuevo, cinéfilos!
Las películas que definieron el 2023 de Sarai Rabago
Tótem (Lila Avilés, México)
Plasmar la cotidianidad de miles de familias mexicanas con tanta pureza, respeto y maestría es lo que hace a Tótem de Lila Avilés, la mejor película del año para mí. Lamentablemente podemos decir que una gran parte de la población mexicana hemos vivido o conocemos a alguien que vive esa situación, por lo que conectamos de inmediato con uno o varios de los personajes, y para mí, esa experiencia fue sumamente reveladora para lograr entender desde la empatía, el duelo que atraviesan todos y las distintas maneras de lidiar con él, tanto en la película como en la vida real.
Cómo buena familia mexicana, aunque el panorama sea totalmente desalentador, siempre se va a buscar una razón para celebrar, y justo es lo que vemos en esta cinta, los preparativos y la fiesta de cumpleaños de Tona, que ni ganas ni energía tiene para ver a nadie, pero sus hermanas insisten en que hay que honrar su existencia. Todas las circunstancias que implica una fiesta familiar están retratadas de una manera tan natural, que incluso te sientes como los invitados que llegan temprano a la fiesta. Todo esto lo vemos desde la perspectiva de Sol, la hija de Tona, que además de tener que lidiar con el temor a la muerte de su padre y la imposibilidad de verlo, lo tiene que vivir en absoluta soledad, pese a estar en una casa llena de familia. La actuación de Naíma Sentíes como Sol me pareció impresionante; ese poder que tiene para comunicar una infinidad de sentimientos a través de sus ojos es alucinante.
Otro detalle que me encantó de esta cinta es que, a pesar de ser un drama intenso, no tiene miedo de ser cómica, aunque no sea el momento más pertinente. Por lo que te puedes encontrar un minuto riéndote y al siguiente llorando sin parar. Otra vez, un reflejo muy real de la cultura mexicana.
‘Pandéate, pero no te me quiebres’ es una línea de esta película que me va a acompañar toda la vida.
Renaissance: A Film by Beyoncé/Taylor Swift: The Eras Tour (Beyoncé y Ed Burke/Sam Wrench, Estados Unidos)
Si bien es un poco de trampa, porque son dos y no son películas como tal, la experiencia de ver las dos giras más exitosas del año en una sala de cine fue maravillosa.
En Taylor Swift: The Eras Tour, revivir el furor del concierto varios meses después de vivirlo en vivo; ver a todos en el cine vestidos de su era favorita, intercambiando brazaletes, tomándose fotos y bailando en la sala como si estuvieran en el concierto, sin duda fue un gran evento. Además, hay que añadirle que todo eso ahora lo viviría acompañada de mi señora madre, que se encontraba muy intrigada del fenómeno cultural que representa Taylor Swift. Sobra decir que, saliendo de la sala entendió perfecto e incluso se declaró fan.
Con Renaissance: A Film by Beyoncé fue distinto, porque es un concierto que posiblemente no se presente en México (aún mantengo la esperanza) y si bien lo puedes ver a través de los videos de los fans y las fotos que circulan en internet, Beyoncé, como siempre, nos dio ese extra y no solo nos muestra fragmentos del concierto, sino también el detrás de escena del tour, el proceso creativo para crearlo, la tecnología utilizada en él, su preparación física y los retos a los que se enfrentan en una gira de esa magnitud, incluso una de mis partes favoritas fue cuando se va la luz en pleno concierto y podemos ver como toda la producción enloquece por dos milisegundos para posteriormente arreglarlo.
Es impresionante verla cantar majestuosamente ‘Flaws and all’ ella sola ante un estadio lleno, con un brillante trabajo de edición, mostrando todos los diferentes vestuarios que usó para esa canción para después pasar a un corte de ella en su faceta más humana, con sus hijos, con su familia y contándonos la icónica historia de Uncle Johnny.
La memoria infinita (Maite Alberdi, Chile)
Retratar el progreso de un padecimiento tan complicado, como lo es el Alzheimer, es devastador, pero el amor que desbordan los protagonistas de este documental hace que la experiencia sea aún más intensa.
El periodista Augusto Góngora, que luchó toda su vida para que la voz y el sentimiento del pueblo chileno fuera transmitido a través de sus crónicas y libros antes, durante y después de la dictadura chilena de Pinochet, ahora es la víctima de esta terrible enfermedad. Es como si por una jugarreta del destino, el autor de La memoria Prohibida, se le fuera negado el acceder a sus propios recuerdos.
Acompañándolo en todo este proceso está su esposa Paulina Urrutia, una actriz que, con los cuidados más amorosos y pacientes, logra transmitir el amor incondicional que tiene hacia Augusto, pero de igual manera vemos como poco a poco la va destrozando ver al amor de su vida desvanecerse ante la ausencia de claridad y coherencia. Me pareció muy acertado y conmovedor, insertar fragmentos de sus videos caseros; esas memorias cotidianas que conforme va pasando el tiempo, van adquiriendo muchísimo más valor y más en este caso.
Las películas que definieron el 2023 de Osvaldo Escalante
Oppenheimer (Christopher Nolan, Estados Unidos)
Oppenheimer definió no sólo mi 2023, sino el año de prácticamente todos. Ya sea por el efecto 'Barbenheimer', porque es lo nuevo de un director conocidísimo como Christopher Nolan, o porque genuinamente estamos ante un de las mejores películas del 2023. Oppenheimer marcó un antes y un después en la filmografía del cineasta y en mi año cinematográfico. Fue toda una experiencia tanto visual como sonora que tuve que aprovechar un par de veces en la gran pantalla para poder disfrutar y apreciar cómo debía de ser.
Past Lives (Celine Song, Estados Unidos)
Son pocas las películas que me hacen sacar las lágrimas, y el debut de Celine Song, con toda su intimidad, autobiografía y delicadeza, tocó fibras muy sensibles en mí. Esa exploración de lo que hubiera sido, sabiendo completamente que el hubiera no existe, sólo destruye al espectador y su manera de ver las relaciones y su pasado.
Killers of the Flower Moon (Martin Scorsese, Estados Unidos)
Sin ser mi película favorita de Martin Scorsese, era inevitable integrar a Killers of the Flower Moon en este listado. Ya es bien sabido que el italoamericano es mi director favorito, pero si a ello le sumas que esta es la primera película suya (estreno) que veo en cines, difícilmente olvidaré este año. Por la compañía, por la magnitud de la película, por lo que significa Scorsese para mí; por eso y más, cuando voltee a ver el 2023 en retrospectiva, Killers of the Flower Moon será lo primero en lo que piense.
Las películas que definieron el 2023 de Ana Villarín
The Beast (Bertrand Bonello, Francia)
Durante los festivales de cine a los que asistí este año, no pude evitar darme cuenta de que varias de las películas seleccionadas parecían seguir un patrón. Esto no es poco común, ya que el cine siempre refleja la realidad en la que se concibe, pero me pareció que este año era aún más notorio que otros. Uno de estos temas es la pérdida de la sensibilidad y la prevalencia del cinismo como consecuencia directa de la sociedad capitalista en la que vivimos, especialmente en lo que concierne a las relaciones humanas y al arte. Algunos ejemplos son Evil Does Not Exist de Ryusuke Hamaguchi y Rotting in the Sun de Sebastián Silva.
Sin embargo, ninguna película abordó este tema tan bien como La Bête del director tan controversial que es Bertrand Bonello. En ella seguimos a una mujer llamada Gabrielle (Léa Seydoux) y a un hombre llamado Louis (George MacKay) en sus diferentes encuentros a través del tiempo, empezando en 1910 y terminando en 2044. En cada año que los vemos podemos observar cómo cambia la relación entre ellos, su dinámica fluctuando entre un amor apasionado y un odio obsesivo. Mientras más se acerca al presente podemos ver cómo el fuego que existió entre ambos se va transformando en una indiferencia, e incluso los lugares que habitan pasan de ser eclécticos a completamente estériles.
The Beast es una sátira surrealista en la que Bonello lamenta lo gris que se ha vuelto la vida, añorando por una época en la cual las personas se permitían sentir las cosas incluso cuando esos sentimientos los llevaban a la ruina. Basta con ver el estado actual de la taquilla mundial para discernir la preferencia que se le da a las películas sin riesgo, a las secuelas, a todos aquellos proyectos que nos mantienen en una zona de confort y que no demandan nada del espectador. El hecho de que existan películas como esta me da esperanza de que algún día todos nos atrevamos a tomar riesgos una vez más, aunque Bonello sienta tanto pesimismo al respecto.
La Chimera (Alice Rohrwacher, Italia)
Otro de los temas más prevalentes en el cine de este año tiene que ver con el tema del legado, de aquello que una sola persona o toda una civilización deja atrás de ellos una vez que se termina su tiempo en la tierra. Esto lo vimos en The Boy and the Heron de Hayao Miyazaki, y aunque fuera de forma totalmente diferente, también lo vimos en Killers of the Flower Moon de Martin Scorsese.
Pero entre todas ellas, el título que más me cautivó fue la nueva obra de la talentosa Alice Rohrwacher, esta directora italiana que tiene una filmografía envidiable a sus 41 años de edad. He descrito La Chimera como un mito griego que ocurre en la Italia de 1980 y sigo pensando que es algo muy acertado, ya que aunque Alice no está tan interesada en contar una historia con una moraleja, tiene los mismos elementos místicos y un tanto trágicos que caracterizan a estas historias. En ella seguimos a Arthur, un hombre que cuenta con un don para el arte de encontrar las cosas que están perdidas y que decide usar su talento para buscar tumbas de la época de los Etruscos y recuperar los tesoros que guardaban en ellas.
La Chimera es una película que resalta la importancia de preservar el pasado, pero más que eso, que muestra lo esencial que es crear algo que tenga el peso necesario para sobrellevar el paso del tiempo. En casi todo el mundo se cree que la vida termina después de la muerte, pero esto no significa que todo nuestro legado desaparece cuando dejamos este mundo para ir al siguiente.
Alice Rohrwacher construyó una experiencia casi mística que nos lleva en un camino de autorreflexión, que nos hace pensar en todo aquello que hemos encontrado incluso sin buscarlo, y en lo que nos evade aún cuando lo rastreamos por cada esquina. Nunca hay que dejar de buscarlo, pero tampoco hay que perdernos en el intento.
All of Us Strangers (dir. Andrew Haigh, Reino Unido)
Hay varios otros temas de los que podría hablar, pero el último que realmente tuvo un impacto dentro de mi fue la cuestión de dejar ir el pasado para poder seguir adelante y construir un futuro. Un ejemplo es All Dirt Roads Taste of Salt, la enigmática ópera prima de Raven Jackson. Otro más conocido es Asteroid City, que incluso podría entrar en las tres categorías que he señalado. Pero entre todas ellas, la película en la que no he dejado de pensar es All of Us Strangers, una obra tan emocionalmente desgarradora que me sería difícil verla otra vez.
En ella Andrew Scott y Paul Mescal interpretan a Adam y Harry, un par de vecinos que se conocen por ser los únicos dos habitantes de un edificio que aparentemente se encuentra en medio de la nada, y que por ende se aferran el uno al otro para evitar ahogarse en su soledad. Lo que parece una narrativa común y corriente se ve totalmente subvertida tras la revelación de que Adam ha estado visitando a sus padres en la casa donde se crió, algo que no sería extraño si no fuera por el hecho de que ambos fallecieron cuando él era tan solo un niño. Así, la línea entre la realidad y la ficción se hace cada vez más difícil de distinguir, a tal punto que es casi imposible saber qué es verdad y qué es un fragmento de la imaginación.
Pero una vez que termina la película queda claro que lo que menos importa es buscar que todo haga sentido, ya que la vida rara vez cumple con esto. All of Us Strangers muestra lo fácil y lo peligroso que puede ser vivir cada día con un pie en el pasado, siempre pensando en todo lo que ya pasó y siendo atormentados con la pregunta de “¿qué pasaría si hubiera hecho las cosas de forma diferente?”.
Tal vez es imposible deshacernos de todo aquello que algún día nos lastimó, pero podemos elegir procesarlo y llevarlo con nosotros no como una carga sino únicamente como un recuerdo. Puede que parezca que todo lo que nos pasa está fuera de nuestro control, y aunque hasta cierto punto eso es cierto, también es verdad que sólo nosotros tenemos el poder de decidir cómo nos enfrentamos a ello.
Es común decir que el futuro está en nuestras manos y en las de nadie más. Si nos esforzamos, creo que esto también puede ser cierto acerca de nuestro pasado.
Las películas que definieron el 2023 de Seba
Oppenheimer (Christopher Nolan, Estados Unidos)
La película que es, tras Barbie, el acontecimiento del año, ha supuesto una escalada en cuanto a madurez en el cine de Christopher Nolan. La representación de la bomba atómica y sus consecuencias abraza lo mejor del cineasta británico con una faceta técnica descomunal. El duelo entre “Oppie” y Strauss es estimulante y va in crescendo en sus 3 horas de duración.
Killers of the Flower Moon (Martin Scorsese, Estados Unidos)
El gran Marty ha regresado como nos tiene acostumbrados: en plena forma. Aquí nos muestra un relato crudo, brillante filmado y con una narrativa inteligente. Es digno de admiración lo que Scorsese está haciendo a estas alturas de carrera. Genio.
Cerrar los Ojos (Victor Erice, España)
El testamento fílmico de Víctor Erice respira cine por todos lados. Un viaje cargado de belleza que es café para cafeteros, eso sí, pero merece la pena formar parte de esta senda. Hay mucha verdad en estas imágenes y todos los amantes del cine podemos encontrar detalles en esta obra para que, al menos, nos desprenda una sonrisa. Larga vida a Erice.
Las películas que definieron el 2023 de Ale Vega
Pacifiction. (Albert Serra, Francia)
El director español Albert Serra es siempre disruptivo en sus hechuras, poco o nada le importan las convenciones ni busca agradar a las masas. Lo que sucede en Pacifiction va justo por ese rumbo, pero sube incluso un escalón más: elige no escribir un guion como tal, y dejar la idea principal en manos del espectacular Benoît Magimel, para que sea su actuación lo que desenvuelva los bemoles y desasosiegos de la trama. Así es como nos entrega la historia del Alto Comisionado francés, un hombre elegante, resolutivo y cordial. Tiene en sus manos los engranajes para encantar a Tahití y echárselo a la bolsa, pero el avistamiento de un submarino hará que los planes se le tambaleen, al tiempo que se cuestiona qué y cuánto de lo que le es posible se considera válido. Con la onírica cinematografía de Artur Tort, tan hipnótica que por momentos se vuelve bellamente sobrecogedora, Serra nos recuerda que los políticos nunca son gente de fiar, y todo discurso es un arma de doble filo, no precisamente para quien lo emite.
Sick of Myself (Kristoffer Borgli, Noruega)
Somos una generación ávida de simpatía, de likes, de seguidores en redes sociales. Casi nadie escapa al encanto de la fama, que posee la maña de hacerse adictiva. Kristoffer Borgli toma este elefante en la habitación de nuestra sociedad para contarnos de Signa, una joven barista que, a raíz de un evento fatídico, encuentra la manera de llamar la atención y ser protagonista de las conversaciones de propios y extraños. Si bien tanto interés la hace feliz, el gusto le dura poco cuando comienza a competir con su novio y, a la par, el método se le va saliendo de las manos en cuestión de salud. Enferma de Mí es sobre todo una comedia negra que expone los momentos graciosos con un timing inmejorable, que llegan de forma idónea para aliviar la tensión de un público que se siente agobiado observando los cambios de Signa, desarrollados en un gradual y fascinante body horror. Borgli construye una pregunta clara en el filme que no necesita ser pronunciada: ¿Cuánto estás dispuesto a perder para ganar lo que anhelas?
Infinity Pool (Brandon Cronenberg, Canadá)
La familia Cronenberg tiene el enorme talento de disgustar al público con sus películas, y aun así ganar adeptos y nuevos fans. En eso consiste su encanto: retorcer las tripas y la mente de quien decide entrar a los mundos que crean. Brandon regresa a las pantallas después de haber conquistado con Posession, a través de una historia que nos habla de opulencia, privilegios y perversiones. James y Em han llegado a vacacionar en Li Tolqa, éste último con un bloqueo de escritor que ya duró demasiado. No es sino hasta que conoce a Gabi, una de sus fans, que su situación da un vuelco. Pronto nuestro protagonista se entera de que hay posibilidad de cometer crímenes y salir impunes, haciendo de esta oportunidad un vicio y un placer, pero también una suerte de tortura. Infinity Pool se erige en la generosidad: tenerlo todo, poderlo todo, vivirlo todo. Las experiencias se acumulan y muchas de ellas pasan de lo dulce a lo agrio, de un amargo difícil de digerir, pero al mismo tiempo disfrutable. Entre una Gabi que sabe manejarse en la inmundicia y un James cada vez más degenerado, el espectador dirige la mirada a sí mismo para preguntarse, con un miedo significativamente ostensible, en quién podríamos convertirnos si nos borraran los límites.
Las películas que definieron el 2023 de El Fett
Killers of the Flower Moon (Martin Scorsese, Estados Unidos)
Bajo las bases narrativas que siempre han acompañado su obra, Scorsese lleva a cabo un relato gansteril que encuentra otra vez un halo de originalidad dentro de su subgénero, estructurando bajo una pequeña y siniestra mafia, un llamado crítico a la sociedad americana sobre un suceso que nunca debió ser olvidado. Repleta de simbolismos, poco a poco se va desenmarañado la naturaleza de aquel núcleo, colocando de vehículo narrativo a un títere manipulado, poco inteligente y degradado, cumpliendo el “otro arquetipo” de Scorsese, añadiendo un poco de poca salud emocional y por supuesto, el nexo ideal para que sus actores brillen y haga brillar al de a lado. El auto homenaje al final es sencillamente EXCELSO.
Tetris (Jon S. Baird, Estados Unidos)
El regreso de Jon S. Baird (excelente director británico con ahora cuatro películas buenas en su currículo) se da con un thriller político y espionaje que aborda la “ficticia” realidad sobre la adquisición de los derechos del juego Tetris y su posterior distribución y comercialización. Un formidable y dinámico ejercicio, el director inglés no solo exhibe una brillante capacidad para encausar un suspenso apremiante, sino también un humor ácido excepcional al recrear de forma semi paródica a sus inmiscuidos, al incluso compararlos como jugadores dentro de un videojuego de cuatro bloques o niveles. Una cinta emocionante, tan madura como entretenida, y con un encausamiento del suspenso excepcional y sorprendente que quedará como el mejor vestigio en un año dedicado a la tendencia de biopics empresariales.
El Niño y la Garza (Hayao Miyazaki, Japón)
El regreso de Miyazaki se debe tomar como un importante suceso fílmico. Otro viaje onírico y surreal lleno de folclor que representa el duelo y la aceptación, pero que también juega con el concepto del espacio-tiempo de forma tan mágica que de nuevo es capaz de conectar tanto con el adulto y el niño – adolescente en su mensaje de respeto al pasado y a los ancestros para el entendimiento y aceptación del presente. Al tomar a los elementos mágicos como partes estructurales (y no imaginarias), Miyazaki se da autorización de desplegar sus más profundos ideales y placeres con una animación – musicalización suficiente para posicionar a esta como una de sus mejores obras. Miyazaki demuestra el porqué es el monarca vivo de la animación.
Las películas que definieron el 2023 de Perrito Cinéfilo
Indiana Jones and the Dial of Destiny (James Mangold, Estados Unidos)
En los últimos años, James Mangold ha demostrado ser un director de encargó que sabe cumplir cada que un estudio grande le deja una tarea específica. Sin embargo, lo que lo diferencia de otros cineastas que hacen trabajos a la carta, es que a pesar de eso no deja su lado autoral a un lado, al contrario, incluso bajo el mando del infame Mickey Mouse, Mangold se resiste y es fiel a su estilo. Este año lo demostró con Indiana Jones and the Dial of Destiny.
Concebida inmediatamente después del estreno de Indiana Jones and the Kingdom of the Crystal Skull (2008), la cinta era uno de los trabajos pendientes de Steven Spielberg para concluir con las aventuras del arqueólogo de látigo y fedora. David Koepp lideró el equipo de escritores desde el principio, sin embargo, ninguno de los guiones terminó por ser del agrado de Spielberg hasta que Mangold se sumó al equipo, ahora también impulsado por Harrison Ford, un hombre que abogó siempre por darle una conclusión a Indy en la tercera edad.
Con una premisa que nos pone a Henry Jones, Jr. al borde de su jubilación, en un mundo cambiante y lleno de tecnología y prácticamente al final de su vida, no había ningún otro cineasta que pudiera cumplir tan bien con la tarea de darle un final a un personaje tan icónico como James Mangold, un director que ha demostrado el ser un especialista en “películas sobre ocaso”. Mangold da todo de si en esta cinta que nada le envidia a las dos mejores de la pentalogía (Raiders of the Lost Ark, The Last Crusade) y que además tiene el plus de no valerse de la nostalgia a diferencia de otras legacy sequel.
Indy 5 no está llena de referencias, sin embargo, conmueve al poner a un héroe de acción en situaciones vulnerables en las que nadie esperaría verlo. Nos deja en claro que es un anciano pero al mismo tiempo, nos remarca la importancia de su legado. Se arriesga al mismo tiempo que conserva esa esencia “Spielberg” que vuelve a Indiana Jones un clásico. Contrario a lo dicho por una gran mayoría, Dial of Destiny es para mí, una de las incomprendidas de 2023.
Killers of the Flower Moon (Martin Scorsese, Estados Unidos)
Los Asesinos de la Luna fue mi primer película de Martin Scorsese en una sala de cine. El proceso de espera fue agotador, pero el momento de llegar a la butaca y sentarse a verla se sintió especial y satisfactorio. Scorsese dijo que está haciendo todo lo posible por contar grandes historias antes de que su ciclo termine, y Killers of the Flower Moon es una de sus mejores obras. Eso sí, yo ni diría de LAS MEJORES, pero sin duda es destacable, sobre todo porque hace el esfuerzo de traer a la luz pública un asunto que, lamentablemente, estaba quedando en el olvido.
David Grann mismo lo menciona en la crónica en la que se basa la cinta: “el tiempo pasa y el episodio oscuro de los osages ha quedado casi en el olvido”. Killers nos recuerda que Estados Unidos, la gran nación del progreso y las oportunidades, está construida a base de mentiras, asesinatos y avaricia. Nos recalca que los norteamericanos viven en medio de una lucha racial que no ha terminado y por la cual hay que seguir peleando; EE.UU. es una nación sin identidad regida por el dinero y la codicia, la opresión y la muerte. Sus verdaderas culturas no han muerto, sino que directamente han sido erradicadas por el hombre blanco.
2023 tuvo varias películas de denuncia contra el coloso imperialista, como la aclamada Oppenheimmer, pero la película de Scorsese destaca por hablarnos desde el interior, este país ha hecho todo lo posible por enriquecerse a pesar de convertir su hogar en un cementerio.
Si les gustó Killers of the Flower Moon los invito también a leer el libro homónimo. No solo contiene más datos de interés, sino que igualmente critica a las instituciones y deja ver los puntos que al cineasta le importaba plasmar en la pantalla.
Godzilla: Minus One (Takashi Yamazaki, Japón)
Como ya decía con Killers of the Flower Moon, 2023 fue un año genial para el cine de denuncia y, quizá, una de las mejores cintas que hace buen uso de su discurso es Gojira -1.0, una película que ofrece mucho más de lo que uno podría esperar de una cinta de su estilo (o más bien, de lo que un occidental podría esperar).
En 1954, Tomoyuki Tanaka, productor de la Toho LTD., ideo un monstruo atómico que representara el pánico que Japón experimentó luego de las detonaciones de las bombas de Iroshima y Nagasaki. Godzilla, dirigida por Ishiro Honda, cambió por completo las reglas del juego: convirtió lo que para los americanos es mero entretenimiento en una fuerte y poderosa arma de denuncia. Hasta 2016, la cinta original del 54 se discutió el título de la mejor película de la franquicia de Godzilla gracias a Shin Gojira de Hideaki Anno, que evidencia la torpeza burocrática del gobierno de Japón tras el tsunami de 2011 y el incidente nuclear de Fukushima. Hoy, Shin se discute una vez ese título con Godzilla -1.0, una película que regresa de golpe a las raíces del Godzilla de la postguerra.
La película nos plantea una vez más el escenario original que conocimos en el 54: Japón está destruido. Su ejército no son más que remanentes y el país entero se encuentra vulnerable y en medio de las cenizas. En medio de este panorama, Godzilla aparece y destruye lo poco que queda.
Minus One es la respuesta nipona al Oppenheimmer de Christopher Nolan: los científicos están tanto fascinados como horrorizados por la victoria estadounidense y a pesar de eso, el gobierno intenta levantarse de entre los escombros mientras la gente recupera poco a poco su dignidad. La premisa de la cinta recuerda mucho al comentario original de Tomoyuki Tanaka sobre Gojira: «Si godzilla fuera real lo derrotariamos enseguida, pero si fuera como las bombas de Iroshima y Nagasaki no sabríamos qué hacer”.
En medio de un aire aventurero, la cinta se siente solemne y desesperanzadora; tiene un tinte patriota muy característico del cine japonés y al mismo tiempo denuncia a nuestro querido amigo imperialista (el Tío Sam), una sombra llena de muerte y destrucción que no tarda en ser opacada por un mal acarreado por la premura del ser humano de jugar a ser Dios.
Con un presupuesto de menos de quince millones de dólares, Godzilla -1.0 supera con creces a la producciones más caras licenciadas por Hollywood y entre todo ofrece una película tanto entretenida como reflexiva, no solo fiel a la esencia original del monstruo, sino también al ya conocido espíritu nacionalista de Japón.
Las películas que definieron el 2023 de David Cavazos
Taylor Swift: The Eras Tour (Sam Wrench, Estados Unidos)
Sería hipócrita de mi parte dejar pasar uno de los fenómenos más grandes de este año y que llegó a las salas de cine a consolidarse como aquella producción que dejó en ridículo a los estudios y a los blockbusters. The Eras Tour Film fue la muestra del poder de Taylor Swift, trayendo un concert film que saca a relucir toda la producción del show, junto con el envolvente trabajo de cámara. El 2023 se ha caracterizado por tener uno que otro fenómeno que ha definido la cultura pop en general, no es de sorprenderse que The Eras Tour Film logre definirse como la celebración de las diez eras musicales de Swift que les dio a los fans una de las mejores experiencias en la sala de cine. En un año de películas evento que fracasaron contra todo pronóstico, Taylor Swift llevó su poder y éxito a las salas de cine como el reflejo de una de las experiencias más importantes que me ha dejado este año.
Past Lives (Celine Song, Estados Unidos)
La obra de Celine Song es una hermosa historia sobre las cosas que nos marcaron, el cómo dejarlas ir y que la persona que éramos antes no es necesariamente la de ahora y que constantemente intentamos saber qué es lo que queremos ahora. Podrá sonar a algo de vidas pasadas o reencarnación, pero no. Es una gran conjunción de tonos entre lo que es el pasado para nosotros y lo que es la vida misma. Te da una sonrisa al principio y después te estruja el corazón con ese final. Past Lives es una muestra de que el “hubiera” solamente existe en nuestra mente, las conexiones existen en el corazón, pero lo único que se puede llevar el tiempo, es el amor por el otro.
The Holdovers (Alexander Payne, Estados Unidos)
Alexander Payne nos entrega la mejor película de navidad de nuestros tiempos. The Holdovers es una historia sobre el verdadero valor de la navidad, las personas a tu alrededor, las presencias más inesperadas son de las que más aprendes. Ya no se hacen películas así, que no sea enteramente blanco o negro o rosa. Paul Giamatti, en uno de sus mejores trabajos y el segundo con Payne desde Sideways, lidera un elenco brillante, que tiene mucho corazón y que pone en todos sus matices el poder de la navidad. Es tan entrañable en cada uno de sus apartados, se abandona el cinismo de Election para darnos una comedia dramática más similar a Nebraska. Una historia grandiosa para las navidades, pero también para añorar lo que realmente son las amistades.
Las películas que definieron el 2023 del Cine Actuario
Fallen Leaves (Aki Kaurismäki, Finlandia)
Aki Kaurismäki crea la mejor comedia romántica de los últimos tiempos, sino un retrato de la dignificación del obrero, un cuento romántico sobre romper las barreras de soledad y un homenaje al cine a través de los silencios y el amor. La historia de los intentos de enamorarse de un pareja en Finlandia aderezada de humor negro y comedia clásica a los Chaplin es tan tierna que es imposible que no te toque el corazón.
Poor Things (Yorgos Lanthimos, Estados Unidos)
Lanthimos regreso este año con lo que quizás es uno de las películas más redondas, la historia de Bella, una mujer que le es trasplantado un cerebro de bebe (que es una reconstrucción del género de los monstruos), es el epítome de Yorgos para preguntarnos si uno nace siendo bueno o somos malos por naturaleza. Bella es la respuesta a esta interrogante siendo la reencarnación de la inocencia, yendo por un viaje de descubrimiento de su identidad. Aunque para muchos sea Barbie versión mejorada y hardcore, su puesta en escena (soundtrack, diseño de producción, fotografía) hacen que el mundo de Poor Things (donde hasta un pato-perro es posible y dónde los zeppelins se combinan con la moda victoriana) se quede contigo.
Anatomy of Fall (Justine Triet, Francia)
La tragedia de la muerte del patriarca de una familia derivado de una caída y la duda de si verdaderamente fue producto de un accidente o del asesinato de su esposa, se convierte en la base para cuestionarnos las explicaciones y las raíces de la degradación del desgaste de un matrimonio, todos los hechos y personajes son expuestos de manera meticulosa al punto de que cualquier versión puede ser cierta. Una película que te cuestiona muchas cosas desde las causas que originan el desgaste de una relación sentimental, hasta tener una sombra de duda de la protagonista transcurrida la cinta. Obra maestra.
Las películas que definieron el 2023 de Alberto Ruiz
Huesera (Michelle Garza, México)
Nada mejor para escandalizar a las "buenas conciencias" que una película mexicana que pone en duda el rol de la madre abnegada. Esta extraordinaria película nos muestra que nuestros demonios interiores están al asecho incluso de quienes son nuestra propia carne y sangre.
Temporada de Huracanes (Elisa Miller, México)
El ojo de un huracán es una de las zonas más peligrosas en la tierra, cuando crees que lo peor ha pasado, aquel vuelve con toda su furia. En esta película pasa algo similar pero, cuando por fin el huracán deja ver todo lo que ha destruido, podemos ver un pequeña muestra de esperanza.
Barbie (Greta Gerwig, Estados Unidos)
Se requiere de una gran destreza artistica para tomar un ícono mundial darle un vuelco a su significado y lograr que caiga de pie sin haber cambiado en lo más mínimo su significado. En esta película dicha hazaña se logra, Barbie deja de ser por un momento un ícono de la perfección para convertirse en la razón de nuestra imperfección y, gracias a ello, volver a ser perfecta.
Las películas que definieron el 2023 de Freddie Montes
Anatomy of Fall (Justine Triet, Francia)
La más reciente ganadora de la Palma de Oro en Cannes, la cual llegó a nuestro país gracias al Festival Internacional de Cine de Morelia, se convirtió en una de mis películas favoritas del 2023. La cinta cuenta la historia de Sandra, una escritora que es acusada de asesinar a su marido, quien falleció en circunstancias sospechosas. Lo interesante de este filme es que explora varias subtramas a través de una premisa que en un primer momento pinta sencilla. Por un lado, es un thriller que no sólo mantiene a sus personajes a la expectativa sobre si se trata de un suicidio o un homicidio, también a los espectadores, pues otorga los elementos suficientes para creer tanto en una como en otra versión. Pero este sólo es el cascarón, pues en su interior es una extraordinaria anatomía sobre la complejidad de las relaciones humanas. Considerando que Anatomy of a Fall está maravillosamente actuada, perfectamente musicalizada, tiene un trabajo de edición soberbio y cuenta con una de las mejores direcciones del año, sería casi imposible dejarla fuera de este recuento sobre lo mejor del año.
Passages (Ira Sachs, Francia)
Es un hecho que hay historias que necesitan dos, tres o más horas para contarse, pero también es una realidad que en estos tiempos parece que la mayoría de los cineastas (al menos los estadounidenses) son incapaces de reducir sus tramas a menos de hora y media. Es por esto que se agradecen propuestas breves y con pocos personajes, pero sumamente ricas en el fondo. Esto es Passages de Ira Sachs, la cual cuenta la historia de Tomas, un director de cine que se involucra sexualmente con Agathe, una chica a la que acaba de conocer en un antro. Tomas llega a casa a contarle sobre su aventura a su pareja Martin. Para Tomas todo es normal hasta que Martin inicia una aventura con otra persona. En ese momento, comenzarán las dudas en la cabeza de Tomas, pues tendrá que decidir entre volver a una relación monógama, coincidir el libertinaje a costa de sus propios celos o aceptar que su relación debe terminar. Una cinta que funciona perfectamente gracias a su atrevida mezcla de sensualidad con romanticismo y que se realza gracias a las impecables actuaciones de Franz Rogowski, Ben Whishaw y Adéle Exarchopoulos, una de las mejores actrices de nuestra generación.
La memoria infinita (Maite Alberdi, Chile)
Hace unos años, la cineasta chilena Maite Alberdi encantó al mundo con El Agente Topo, un documental que nos mostraba el día a día de un asilo para adultos mayores, pero desde una óptica distinta, pues en lugar de sólo meter su cámara al lugar, los espectadores vivíamos a través de Sergio, un hombre de 82 años que ingresó al lugar como espía para terminar siendo un entrañable miembro de la comunidad. Ahora, con La memoria infinita, Alberdi realiza otra inspección sobre el ocaso de la vida, mostrándonos el deterioro que provocó el Alzheimer en Augusto Góngora, así como las dificultades que vivió su esposa Paulina Urrutia durante todos los años que se encargó de cuidarlo. Lo maravilloso de este documental es que no basa su tesis en el morbo o las ganas de escandalizar, ya que hasta en los momentos más crudos se nota que desde la cámara existe una intención por cuidar y preservar la imagen de su protagonista. Además, no es un trabajo que solo esté enfocado en mostrar el deterioro mental de Góngora, sino que también se dedica a honrar su vida y la de Paulina, ya que su directora intercala las imágenes del presente con vídeos de su pasado, tanto en el ámbito personal como en el profesional. Quizá no sea el mejor documental del 2023, pero el amor plasmado en él por parte de todos sus involucrados, provocó que se convirtiera en uno de esos productos que inevitablemente marcaron mi mente y mi corazón.