Por: Freddie Montes (@FreddieMontes)
A principios de 1960 y 1970, el terror dentro del cine se vio transformado de forma radical cuando los cineastas optaron por dejar a los fantasmas y los demonios de lado y en su lugar abrazaron el terror cotidiano para asustar al público. El Conde Drácula, Frankenstein, el Monstruo de la Laguna Negra y demás monstruos y espectros, pronto se hicieron a un lado y dieron paso a gente común y corriente que iba armada con cuchillos y motosierras para causar pánico y esparcir muerte entre protagonistas que en su mayoría (pero no siempre) eran adolescentes. Ésta nueva ola inspirada en los asesinos seriales de la época (como Ed Gein, quién terminó aportando mucho al género) no tardó en volverse popular y en convertirse en toda una industria que al igual que hizo Universal Pictures en los años 30, dejó para la posteridad un amplio catálogo de psicópatas.
Los orígenes del género slasher son debatibles entre el público y la critica. Alfred Hitchcock fue uno de los precursores de éste cuando en 1960 estrenó Psycho, cinta inspirada en la novela de Robert Bloch que a su vez tomaba parte de la historia del ya mencionado Ed Gein. De la película del Maestro del Suspenso rescatamos varios elementos que con el tiempo se volverían recurrentes en el slasher (el asesino con un disfraz particular, su arma preferida y su modus operandi), sin embargo, Hitchcock no se sacaría estas características de la manga. Él, a su vez, tomaría inspiración del giallo italiano; Mario Bava y Darío Argento indirectamente serían grandes aportadores a este subgénero. Ellos mezclaban el terror con el género policiaco y el fantástico.
Fue hacia principios de los años 70 que lo ya mencionado se fusionaría en un todo y nacería el slasher hecho y derecho. Black Christmas y The Chainsaw Texas Massacre, ambas del mismo año (1974), son señaladas cómo las verdaderas precursoras del género, sin embargo, la verdadera obra que desataría el boom de los asesinos enmascarados llegaría cuatro años después, en 1978, y con ella claro, varias imitaciones que no lograron igualarla.
Fue tras el estreno de Assault on Precit 13 que John Carpenter llamó la atención de dos personas que cambiarían su vida por completo. Uno era el productor de cine independiente Irwin Yablans y el otro era Moustapha Akkad, un inversionista que estaba emocionado por incursionar en el negocio del cine. Ambos charlaron con Carpenter para que escribiera y dirigiera una película por encargo. La trama giraría en torno a un asesino que perseguía niñeras y que llevaría por título The Babysitter Murder. Carpenter y su entonces novia Debra Hill concluyeron un guion que situaba toda la acción en la festividad de Halloween. Más tarde, el nombre de la película adoptaría el nombre de dicho festejo, puesto que la idea original de John Carpenter era realizar una serie de películas que contarán historias independientes y que capturaran el espíritu de la Víspera de Todos los Santos.
Si son conocedores de la saga de Halloween sabrán de sobra su éxito y también estarán enterados de que la idea original de Carpenter no pegó a pesar de que, tras dos películas, se intentó un experimento para ver qué tal funcionaba. Halloween III: Season of the Witch (1982) fue un fracaso rotundo. El público quería saber más sobre el verdadero protagonista de la serie: Michael Myers.
La Noche de Brujas de 1963, un niño de seis años mató a su hermana con un cuchillo sin razón alguna. Tras ser internado en un hospital psiquiátrico por quince años, escapó siendo ya un hombre y en 1978, Michael Myers desató el pánico en el pequeño pueblo de Haddonfield, Illinois. Matar a más de cinco personas no le bastaría para saciar su sed de sangre. Laurie Strode fue la única que se le escapó con vida. Vaya, ni siquiera su doctor, Sam Loomis, se escapó de las garras de Michael. Éste por su parte moriría obsesionado con la idea de que su paciente era la maldad en su estado más puro.
La historia de Myers ha tenido varios matices a lo largo de más de cuarenta años de existencia. Desde que lo vimos por primera vez, su extraña figura se estampó de forma permanente en el imaginario colectivo. No solo el público se obsesionaría con él al igual que lo hizo el Dr. Loomis, también varios realizadores y demás artistas se acercarían al Boogeyman encarnado para expandir su historia y su universo. Carpenter y Hill hicieron lo propio en 1981 con Halloween II, cuando establecieron la relación sanguínea entre Michael y Laurie, historia que los perseguiría en sus posteriores interpretaciones hasta apenas hace un par de años, cuando el mito de hermano y hermana desapareció.
Saltando la irrelevante (y también infravalorada) Halloween III, la historia de estos personajes continuaría durante tres películas más antes de su primer reboot. El misticismo, el espíritu del Halloween y la Fiesta de Samhain, se colarían en Halloween 4: The Return of Michael Myers (1988), Halloween 5: The Revenge of Michael Myers (1989) y Halloween 6: The Curse of Michael Myers (1995). Y justo cuando creíamos que todo había terminado, el primer reinicio llegó. En 1998, Miramax y Dimension Films trajeron de vuelta a Jamie Lee Curtis para su primer “enfrentamiento final” con Michael Myers. Halloween H20: 20 Years Later se volvió una cinta bastante querida entre los fanáticos del asesino enmascarado (gustó tanto, que el fandom obvió su horrible secuela: Halloween Resurrection, 2002).
Cinco años después, Michael volvió. Pero no en dentro de esta nueva línea temporal. El músico y cineasta Rob Zombie se dispuso a plasmar su propia visión y en 2007 llegó el remake de la película original de 1978. Éste nuevo Michael era diez veces más sanguinario que el de John Carpenter. La película de Zombie apelaba más a el terror gore que al de atmósfera característico del clásico del Maestro del Horror. Pero hasta eso podría pasar desaparecido. Lo que enfureció a los fanáticos fue que se le diera una explicación a la maldad de Michael Myers. De nada servía el discurso del Dr. Loomis de que en Michael Myers no había más que maldad pura, puesto que al haber ya una explicación psiquiátrica, el miedo que aquellas palabras generadas en el 78 quedaba de adorno. Peor se puso la cosa en su secuela: Halloween II (2009). Pero ésa, es mejor olvidarla.
Por un tiempo, nuestro amigo de máscara blanca permaneció en las sombras. No fue sino hasta 2018 que regresó y de la forma más épica posible. En celebración del cuarenta aniversario de la saga, Universal Pictures (tras obtener los derechos de la franquicia) se dispuso a hacer un borrón y cuenta nueva por última vez. Jamie Lee Curtis regresó como Laurie Strode y junto a ella, nuestro querido y aterrador Michael Myers, quien en esta nueva línea temporal permaneció encerrado en el hospital psiquiátrico después de ser atrapado aquella fatídica noche de 1978. Halloween, como fue llamado esta reboot, fue una completa sorpresa, tanto para la crítica como para el público. Nadie esperaba que David Gordon Green lograra llegarle a la altura a la película de John Carpenter, sobre todo porque en el pasado había dirigido varias comedias. ¿Qué aprendimos? No juzgues a un libro por su portada.
Muchas caras conocidas regresaron en el reinicio de la saga que, además, preparaba el camino para un final definitivo (al menos para Michael y Laurie). No solo volvió Jamie Lee, también el mismísimo John Carpenter se involucró e incluso el Michael Myers original (Nick Castle) estuvo en el set. Años después, esta historia continúo con Halloween Kills (2021) y Halloween Ends (2022), una cinta que cierra un ciclo pero que no dice que no a futuras historias.
No cabe duda de que el género slasher ha dejado en su historia a múltiples personajes que se han vuelto memorables. Pero si uno en particular representa todo lo que este género es, ése sin duda es Michael Myers, un hombre (¿De verdad es un hombre?) que ya por sí mismo captura todo el espíritu de la Noche de Halloween.
Por: @mikepereau1
Tras esta introducción, sólo nos queda dar inicio a nuestro TOP de películas de la franquicia de Halloween, ordenando de peor a mejor cada una de las 13 cintas que conforman este universo fílmico.
13.- Halloween: Resurrection
En el nada honroso último lugar de este top se posiciona la entrega más innecesaria de toda la franquicia, y eso ya es mucho decir dentro de un universo fílmico que, en esencia, sólo sigue a un asesino enmascarado. Muy fiel a los tiempos en los que se desarrolla (principios de siglo), esta película intenta un sorpresivo giro narrativo al estilo de Scream que, en lugar de funcionar, le quita mucho valor al producto tanto en lo individual como en la línea del tiempo a la que pertenece. Pasados los primeros diez minutos de metraje, la trama se aboca a seguir las peripecias de un grupo de jóvenes que son reclutados para participar en un reality show al interior de la que fuera la casa de los Myers. Sin conexión con ninguno de los personajes, con malas actuaciones y varios momentos que sobrepasan lo ridículo, la resurrección de Michael es incapaz de levantar pasiones.
12.- Halloween 5: The Revenge of Michael Myers
Cuando uno pensaría que, ahora sí, le habrían puesto punto final a Myers como personaje para transmitir su malvada esencia a su sobrina Jamie Lloyd, resulta que esa posibilidad se queda en olvido para continuar con más de lo mismo. Para empezar, somos testigos de un Michael que sobrevive a lo que le hicieron en la película pasada de una forma aún más inverosímil que la anterior, teniendo que ser justificado con una subtrama que en esta cinta no es explotada por ningún frente, simplemente aparece para cubrir ese agujero narrativo y, llegado el último tramo de la cinta, fungir como deus ex machina con miras una secuela. Todo esto se amalgama con el peor diseño de mascara presentado y una dirección que intenta mostrarse revolucionaria pero realmente raya en lo molesto.
11.- Halloween: The Curse of Michael Myers
La sexta entrega de esta franquicia se encuentra prácticamente en el mismo escalón que su antecesora, pero aparece un lugar por encima en este top gracias a que al menos trata de contarnos una trama diferente. Por supuesto que no se deja del lado a un Michael persiguiendo y matando gente por doquier, pero aquí se le da un objetivo claro por perseguir, se explota, ahora sí, la subtrama de la secta Thorn y se le trata de dar un cierto toque de misterio derivado de una serie de personajes secundarios que intentan descubrir el origin de la maldad de Myers. Lógicamente todos estos elementos se conjugan en un guion de una pobreza que resalta, pero al menos se intenta construir algo distinto. Y esto tratándose de la versión comercial, pues existen otros dos cortes conocidos como Director’s Cut y Producer’s Cut. Durante años, ambos sólo podían ser vistos en copias piratas de baja calidad hasta que el segundo fue presentado de manera oficial en 2013 e incluido en una colección de películas de la franquicia lanzada en 2014, en ella se ofrecía una explicación mucho más amplia sobre la secta que protegía al personaje principal y mostraba un desenlace mucho más funcional que el que se vio durante años. El problema es que todo esto representa un aumento de casi 70 minutos de metraje, por lo que pensar en una película de dos horas y media con esta pobre trama, por más que ayude a ser más clara, tampoco creo que le sea suficiente para subir lugares en este top.
10.- Halloween II (2009)
Tras la bien lograda primera película reboot de Rob Zombie, este cineasta decidió hacer una segunda parte en la que echaba muchas cosas a la basura para ofrecernos un relato que potenciaba lo sangriento y visceral (ningún problema con ello), pero también se excedía con la exploración psicológica de sus personajes, llegando a decisiones creativas como darnos unos primeros veinte minutos de película que no sirven para nada pues únicamente representan un sueño para uno de los personajes, y en ese mismo sentido se va toda la película hasta los tramos finales. Fue así como se construyó una entrega amada por muchos pues les permitió considerarla como una cinta valiosa por el simple hecho de que era “diferente y profunda”, a pesar de que la mayoría de las decisiones tomadas son pobres, el elemento Myers se reduce a una serie de visiones o apariciones escuetas y, llegado el momento importante, todo se desinfla de forma rápida. Tampoco es una porquería, como muchos señalan, pero si es un producto menor dentro de la saga, sobre todo si consideramos las buenas decisiones de su predecesora.
9.- Halloween III: Season of the Witch
El rechazo o, en el mejor de los casos, ninguneo generalizado hacia esta película a lo largo de los años ha provocado que, ahora, un numeroso grupo de personas la consideren como injustamente odiada, pidiendo no sólo que se le recuerde a la par del resto, sino que se le guarde un estatus de culto y se le posicione como una de las mejores películas de la franquicia. La realidad es que ni una ni otra, hay que ser claros en el hecho de que ser un producto ajeno a la mística Myers la hace parecer menor sin que la gente se adentre en la exploración de sus cualidades propias, pero también es un hecho que de no formar parte de este universo, poca, realmente poca gente, se acordaría de un producto tan mediano. Y es que la tercera entrega de Halloween es eso, una película mediana con varios elementos interesantes que pueden ser considerados como atractivos dentro un estilo más cercano al cine serie b, pero sus pobrezas narrativas, técnicas y visuales son innegables. Por lo que este producto perdido entre el universo Halloween también se pierde en este top, al no poder ser considerada como una de las peores, pero ni de cerca acercarse a los lugares de honor. Medianita por donde se le vea.
8.- Halloween Kills
Quizá hayan sido las altas expectativas generadas en la gente tras su bien lograda precuela, pero la realidad es que Kill comete varios errores que no sólo terminan por romper con el tono en el que estaba contada su antecesora, también por dejar innecesarias puertas abiertas rumbo al cierre de esta línea del tiempo. Primero, decidió apostar por potenciar el gore por encima del suspenso, hasta ahí ningún problema, pues eso permitió que los que gustaban de esta saga por el elemento sangriento y visceral se dieran un festín. El asunto es que, en su nula capacidad por generar una historia complementaria a la versión del 2018, apostó por imitar varias de las decisiones de Halloween II del 81, con una Laurie Strode postrada en una cama de hospital y un Myers al acecho, pero ahora insertando una especie de subtrama social que, sin ser una mala idea, no estuvo correctamente escrita y explotada. Además, volvió a la presentación de ese súper hombre incapaz de morir, por lo que volvimos a algunos de lo elementos que tanto se le criticaban a la saga y que parece que en este reinicio se habían dejado atrás.
7.- Halloween Ends
Apenas capaz de lograr una mejoría respecto a su inmediata antecesora, tanto en su línea del tiempo como en este top, pero incapaz de recuperar las viejas glorias de la entrega original y del reinicio del 18, llegó esta cinta prometiendo un magnifico final para la dupla Strode-Myers, pero, para sorpresa de todos, sus creadores tomaron la decisión de construir una nueva trama alterna que si bien no es para nada un mal concepto, sí es incomprensible como el final de una historia construida a lo largo de cuarenta años, sobre todo cuando el propio concepto presentado, en vez de servir como presentación para futuras secuelas, se pierde en la propia película, haciendo una especie de largo acto introductorio para unos veinte minutos finales que, esos sí, otorgaron el cierre perfecto a esta saga. Individualmente, aunque la falta construcción narrativa, no es mala -aunque tampoco es una joya-, pero dentro de su línea temporal sí es un despropósito.
6.- Halloween H20: 20 Years Later
Y el día que se cansaron de sobreexplotar sólo a Michael Myers, trajeron de vuelta a Jamie Lee Curtis como Laurie Strode para también explotarla a ella, ahora en una secuela directa de Halloween II de 1981, pidiéndole a la audiencia que se olvidara de Halloween 4, 5 y 6. La realidad es que el experimento tuvo buenos resultados. Fue un producto muy de su época, desde la música y los aspectos visuales hasta la presencia de conflictos familiares debido a la búsqueda por liberarse del sesgo de los padres, pasando por una notoria necesidad, tanto de personajes jóvenes como adultos, por encontrar la oportunidad para explotar su calentura. Mención especial para la aparición de Janeth Leight, protagonista de Psycho, uno de los antecedentes más claros de esta saga, y madre de la protagonista Jamie Lee. Así, la celebración por el veinte aniversario de Halloween nos entregó una de sus películas más concisas, correcta en la mayoría de sus formas, con una nueva carga de motivaciones para los personajes desde todos los ángulos y que, sin ser nada del otro mundo, inaugura los puestos de honor de este TOP.
5.- Halloween (2007)
Hay algo que diferencia a ésta de la mayoría de las películas de la franquicia, y es que en ella se nota un amor y dedicación por sacar adelante el producto más allá de los intereses monetarios que según el propio John Carpenter, creador de este universo, es el único fin que han perseguido todas las cintas de Halloween a excepción de la original. En esta nueva versión del clásico del 78 somos testigos de un reconocible cuidado por la historia, las actuaciones y los elementos que hacen del villano lo que es como nunca se había visto en la franquicia. Es cierto que su inicio puede ser un poco lento y que dotar a Myers de un análisis psicológico semi profundo para comprender su maldad echa por la borda dos elementos esenciales de la saga: la premisa de que es maldad pura y su invencibilidad, lo cual no sería un problema de no ser porque esto obliga al espectador a situarse en un contexto mucho más real, obligando a que todo sea más verosímil y, por ende, menos fantástico, restándole algunos puntos que le impiden entrar en el TOP 3 de honor. Pero sí, la primera película de Halloween hecha por Rob Zombie ha sido injustamente relegada. Quizá sea por su penosa secuela, misma que la arrastra al olvido como si de un solo producto se tratara.
4.- Halloween 4: The Return of Michael Myers
Si hay una película que representa a la perfección lo que es Halloween es esta. Una reaparición inverosímil, una muestra de que estamos ante un tipo ridículamente invencible, la historia familiar de los Strode, el acecho a un grupo de adolescentes, la explotación del Día de Brujas como elemento, un Myers que juega con el suspenso pero también con el gore y un intento simple por construir una historia. Esto es Halloween en toda esencia y una vez que nos adentramos en lo que es su universo no hay manera de no disfrutarlo. Mención aparte a ese final que es el mejor de la franquicia.
3.- Halloween II (1981)
Se sorprenderían si les dijera la cantidad de personas que consideran que esta película es mejor que su antecesora. No comparto tal extremismo, pero sí entiendo la euforia. De toda la franquicia, estamos ante la película donde mayor respeto se observa por el producto original, provocando que, más que una secuela, esto parezca la hora y media complementaria que le faltó a la primera película para tener un panorama completo de la historia, pudiendo considerar a Halloween I y Halloween II como un sólo producto funcional, en un mismo tono y prácticamente con el mismo nivel cinematográfico. Los cambios con la primera no son sustanciales, pero sí vemos una secuela con dos diferenciadores, el hecho de tener a un Michael con una motivación y ser testigos del primer producto de la franquicia que se aterriza mucho más en el gore. En este punto, elegir una favorita depende de la capacidad de cada espectador para preferir entre el asesino misterioso y contenido o un tipo con un objetivo claro y mucho más sanguinario.
2.- Halloween (2018)
Sin ser nada del otro mundo, la secuela de 2018 consiguió varias de las cosas que durante cuarenta años se buscaron hacer con esta franquicia. Logró darle un nuevo sentido (medio) lógico a la relación entre Myers y Laurie Strode, recuperó el tono de la cinta original en esa justa combinación entre thriller y gore, dejó de lado la despreocupación por las actuaciones, se situó en un terreno mucho más real y todo esto a pesar de desarrollarse cuarenta años después del estreno del filme original, representando un reinicio más que digno para la saga que se queda a nada del nivel alcanzado por Carpenter en el ya lejano año de 1978.
1.- Halloween (1978)
Puede ser predecible, pero no podía ser de otra manera. La primera entrega de Halloween no sólo es la mejor de toda la franquicia, también es una de las mejores películas de terror que ha hecho el cine norteamericano en su historia. Y cuéntenla como quieran. La comprensión de la importancia de contar con una banda sonora característica que en unas notas logre penetrar los sentidos del espectador para quedarse en el imaginario colectivo por siempre, la creación de una de la scream queen más recordada y la perfecta construcción de un personaje que con elementos tan básicos como un cuchillo, un overol y la máscara más barata disponible logró aterrorizar y marcar una época dentro del slasher, merece un reconocimiento mayúsculo. Quizá ahora, a más de cuarenta años de distancia, estos elementos tan referenciados, imitados y parodiados se puedan percibir como básicos, pero en su momento, contar con ellos y exponerlos de tan buena manera representaron un punto de inflexión para el género, permitiendo así que, para bien o para mal, un concepto tan sencillo haya podido mantenerse con vida y de manera continua durante casi medio siglo. Se dice fácil, pero créanme que no lo es.
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