Por: Juan Tlapalamatl (@Jul_ElSombrero)
¿Puede el aleteo de una mariposa en Brasil originar un tornado en Texas? ¿Hasta qué punto nuestras acciones pueden generar grandes cambios? La respuesta, compleja por lo impredecible del universo, continúa generando dudas. Sin embargo, Edward Lorenz, el padre de la teoría del caos, explicaría que una variación mínima inicial puede producir alteraciones significantes a mediano y largo plazo.
De esta idea partirían Eric Bress y J. Mackye Gruber para realizar en 2004 uno de los mejores thrillers sobre los viajes en el tiempo y la demostración de cómo nuestras decisiones pueden transformar nuestra vida de manera radical.
Son muchas las historias que se cimentan en la ciencia ficción y las paradojas temporales en el cine, pero Efecto Mariposa resalta por darnos esa oportunidad de redimir nuestros errores, confiar de que el futuro está en nuestras manos y que las acciones que realizamos tienen consecuencias.
Un joven Ashton Kutcher, en el personaje de Evan Treborn, protagoniza el filme como un estudiante de psicología. Al inicio vemos la vida conflictiva de Treborn, el encuentro con un hombre pederasta, su padre en un hospital psiquiátrico y con lagunas mentales que nos impiden conocer la historia completa de lo sucedido, y que generaría problemas en sus tres amigos de la infancia: Kayleight, George y Tommy.
Afortunadamente para él, su mamá decide mudarse de casa y Trebor, lejos de estos problemas, tiene una excelente vida estudiantil, acompañada de siete años sin las lagunas mentales que padeció gran parte de su infancia. Es aquí cuando encuentra los diarios que escribió de niño y regresa en el tiempo a esos momentos clave de su vida para, curiosamente, vivirlos por vez primera. Evan comprende la posibilidad de cambiar los hechos en el pasado, tomando distintas decisiones, y esto lleva a originar cambios radicales a futuro en la vida de todos.
Si bien la historia y el guion son magníficos por abrir la curiosidad en el espectador, también genera grandes dudas respecto a las distintas líneas que aborda. Pues para poder regresar en el tiempo primero tuvo que existir un presente, pero con estos brincos en la infancia pareciera que Evan regresa para construirlo desde el futuro. Así, las líneas futuras que va creando se generan a partir de un mismo presente, y Evan tiene la posibilidad de saltar a momentos de su vida para cambiar su futuro y el de las personas que lo rodean.
Necesitamos remarcar la bondad de Evan (¿o la culpabilidad?) que lo motivan a redimir sus actos en busca de mejorar la vida de sus amigos y familia, y reescribir su historia. Aquí es donde llegamos a la premisa de la película al comprender cómo pequeños actos pueden generar cambios increíbles. El factor diferenciador con otras películas es la posibilidad de ver las distintas líneas que se abren con cada cambio en el pasado. Podemos observar las distintas perspectivas en las vidas de Kayleight, George y Tommy con tres decisiones distintas en la infancia de Evan, y a Evan como “héroe” que busca la felicidad de todos. Tampoco es como que la historia se complejice demasiado, a decir verdad, no se profundiza en aspectos fuera de los problemas mentales que presenta el protagonista. Pero sí podemos descubrir el funcionamiento general del efecto mariposa y conocer cómo cambia el futuro, situación no tan evidente en otras películas sobre paradojas temporales.
En lo técnico la película adapta los efectos de buena manera y el ritmo de la película hace que sea dinámica y entretenida. Las actuaciones quedan a deber, pero la historia que te engancha hace que no recaiga tanto peso en ellas.
Al final, la pregunta que resuelve la película no es qué podríamos hacer si pudiéramos viajar en el tiempo, sino cómo nuestro presente determina nuestro futuro, cambiando la línea de apreciación que tenemos de él. La moraleja: no todos pueden ser felices, mejorar el futuro de algunos puede empeorar el de otros.
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