Por: Victoria (@viktoria_jpg)
Carey Mulligan se lleva totalmente los reflectores en esta cinta un tanto peculiar del director danés Thomas Vinterberg, quien adapta Far From The Madding Crowd, la cuarta novela de este escritor victoriano Thomas Hardy.
Vinterberg (conocido por cintas como The Celebration (1998), Submarino (2010), The Hunt (2012), etc.) hace parte de la gran lista de directores que han adaptado novelas de Hardy; las primeras adaptaciones cinematográficas de la obra de este escritor victoriano se realizaron cuando aún estaba vivo. Far From The Madding Crowd fue llevada a la pantalla grande en 1967, a cargo del director John Schlesinger, con Julie Christie interpretando a Bathsheb, pero hay que resaltar que, tanto la adaptación de Schlesinger, como la de Vinterberg cuentan con méritos más que admirables.
Asimismo, el cineasta danés nominado al Oscar por The Hunt (2015) y Another Round (2020) interiormente ya había realizado dos películas en inglés, Dear Wendy y It's All About Love, que lamentablemente no fueron bien recibidas por la crítica y el público en general, pero en definitiva en Far From The Madding Crowd el cineasta nos muestra una evolución digna de admirar en comparación con las cintas previamente mencionadas.
Far From The Madding Crowd nos relata la historia de una granjera y sus pretendientes (interpretados por Matthias Schoenaerts, Michael Sheen y Tom Sturridge), Bathsheba (Mulligan) es una huérfana que trabaja en la granja de su tía en Dorset, y un día de lo más común, el prometedor granjero, Gabriel Oak, aparece en su vida, sin embargo, al ver sus intenciones amorosas Bathsheba lo rechaza rápidamente. Sus vidas cambian rápidamente cuando Bathsheba se hace acreedora de la herencia de su tío, pero lamentablemente la vida de Oak se ve perjudicada al perder a su rebaño en una secuencia devastadora y amarga que probablemente sea de las mejores en toda la pelicula. En bancarrota, Oak termina trabajando para Bathsheba, quien dejará de lado las intenciones amorosas que tenía hacia ella y se convertirá en uno de sus amigos mas íntimos.
Hasta este punto, Far From The Madding Crowd se siente como una película que se toma el tiempo para explorar individualmente a sus personajes y la calidad narrativa que presenta Vinterberg es, probablemente, de lo mejor que ha hecho hasta la fecha. Sin embargo, a partir de su segundo acto el ritmo aumenta de una forma un tanto abrupta y se hace mas que evidente cuando ni siquiera se toma el tiempo de cerrar los arcos de sus personajes, o si lo hace, estos se sientes superficiales y hasta llegan a carecer de sentido alguno. Pareciera como si, en un afán de incluir muchas subtramas, Vinterberg dejara de lado la historia principal y, en consecuencia, le termina dando un cierre un tanto estrepitoso.
Si hay algo que hace la película mucho más llevadera y consigue que por momentos se olviden un poco los errores narrativos es, sin duda, Carey Mulligan; con una actuación ligera y con ciertos matices, la actriz demuestra un carisma excepcional que logra mantener a la audiencia inmersa en la cinta.
A pesar de contar con excelentes actuaciones y un apartado técnico bastante pulcro, Far From The Madding Crowd da tropiezos al no poder crear una conexión profunda con el espectador y llegado el final, los pequeños errores narrativos que se presentan al inicio, se hacen más que evidentes en un desenlace un tanto apresurado y falla en no poder generar una chispa emocional un poco más profunda y no tan superficial en el espectador.
Aunque dura dos horas, tengo el leve presentimiento de que 15 minutos adicionales podrían, en lugar de perjudicar, haber ayudado al filme.
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