Por: Freddie Montes (@FreddieMontes)
Era 1976. John Cazale, el actor responsable de que durante el rodaje de ‘The Godfather’ el talentoso pero arrogante Marlon Brando pidiera volver a grabar una escena a su lado sólo para disfrutar una vez más de de su talento, se encontraba inmerso en los ensayos de la obra de teatro ‘Measure for Measure’. En ella compartía créditos con una joven rubia, de tez pálida y desconocida dentro de la industria del cine de nombre Meryl Streep.
“He conocido a la mejor actriz del mundo” le decía Cazale a su gran amigo Al Pacino, quien no estaba seguro de si hablaba la parte profesional de su colega o la sentimental. Al final resultaron ser ambas. Streep demostraría ser una actriz digna de pertenecer a las grandes ligas de Hollywood y su amigo entablaría una relación con aquella chica 14 años menor que él.
Las noches en las que Cazale se la pasaba fumando y bebiendo quedarían atrás y en su lugar llegarían los días en los que al actor, según sus cercanos, se le veía más feliz que nunca. Meryl y John se convirtieron en una pareja inseparable, alejados de la típica dupla hollywoodense, admirándose el uno al otro, compartiendo cada momento de sus vidas, persiguiendo los proyectos que los harían triunfar a ambos sin egos de ningún tipo. Ellos no sólo se amaban, también funcionaban como pareja.
A sus vidas llegó “The Deer Hunter’, un film que dirigiría el neoyorkino Michael Cimino en el cual compartirían créditos con actores de la talla de Robert De Niro y Christopher Walken. Pero mientras se preparaban para este proyecto llegó una situación inesperada, una de esas cosas ante las que, aunque lo desees, es imposible hacer algo, donde la impotencia de no tener una solución en tus manos hace que el camino sea aún más doloroso. Cazale comenzó a vomitar sangre y después de varios estudios se confirmó lo peor: cáncer de pulmón.
La enfermedad se encontraba tan avanzada que reducía al mínimo las esperanzas de un desenlace satisfactorio, aunque Streep y Cazale, quizá cegados por su amor incondicional, confiaban en que superarían esta dura prueba. Sin embargo, los productores del film no estaban tan seguros de ello, por lo que intentaron prescindir de Cazale debido a que no confiaban en su recuperación y no estaban dispuestos a gastar en un actor que podría no terminar sus escenas.
Pero Meryl no se quedaría cruzada de brazos, por lo que se dirigió con, el para ese entonces ya reconocido actor, Robert de Niro para que éste la ayudara a convencer a los productores de rodar todas las escenas de Cazale antes que ninguna otra. Hasta la fecha la actriz sostiene que De Niro no sólo la ayudó con eso sino que también pagó de su bolsillo el sueldo de Cazale, algo que el icónico protagonista de ‘Taxi Diver’ siempre ha negado, quizá por respeto a su compañero de profesión. Lo cierto es que Streep logró su cometido y John ofreció, una vez más, una memorable actuación.
A pesar de esta buena noticia hubo otro problema al que la pareja se enfrentó: las cuentas. El tratamiento de John era bastante caro, sobre todo cuando el cáncer comenzó a invadir sus huesos, por lo que Meryl, a pesar de siempre haber detestado trabajar en televisión, aceptó un papel en la serie ‘Holocausto’, la cual contenía escenas que debían grabarse en Alemania, razón por la cual la actriz tuvo que ausentarse unos días dejando a su pareja bajo los cuidados de Al Pacino, quien lo acompañaba a sus quimioterapias, y Robert De Niro, quien se encargaba de los trámites burocráticos. ¡Vaya dupla de cuidadores!
Lamentablemente, Cazale no estuvo ahí para el estreno de su última película ya que el 12 de marzo de 1978 cerró los ojos para no abrirlos nunca más. Pero ahí, en ese último parpadeo, en ese último aliento, en ese último gesto, estuvo a su lado su inseparable Meryl Streep. “Está bien, Meryl. Está todo bien…” fueron las palabras que John le dedicó a su mujer cuando comprendió que había llegado el final.
“No he visto casi nadie tan devoto a alguien que se está muriendo. Verla en ese acto de amor por ese hombre fue inconsolable. Lo más sorprendente era ver que estuvo con él, a su lado, durante toda la enfermedad. Cuando vi a esa chica allí con él pensé que eso es lo importante. Por muy buena que sea en su trabajo es lo que veo cuando pienso en ella. Ese momento, eso es lo que recuerdo”, era lo que contaba Al Pacino sobre Meryl Streep en el documental ‘Descubriendo a John Cazale’ estrenado hace algunos años.
Para Meryl fue imposible volver a pisar el apartamento en el que vivía con John. Así que, por recomendación de su hermano, se fue a vivir con un amigo suyo que se encontraba de vacaciones, el escultor Don Gummer, quien meses después se convertiría en su hasta hoy esposo. A pesar de esto, el recuerdo de su bella pero a la vez trágica historia con Cazale sigue merodeando su mente. “John era distinto, no he conocido a nadie como él. Destacaba en su singularidad, su humanidad, y la curiosidad que le despertaba a la gente” comentaba Meryl en el documental antes mencionado.
A fin de cuentas Cazale no se equivocaba con Streep. Al día de hoy, la actriz suma 21 nominaciones al Oscar, un récord que no posee, ni de cerca, ningún otro interprete. Además, ha sido catalogada por muchos como “la mejor actriz de todos los tiempos”, etiqueta con la que John la bautizó desde la primera vez que la vio sobre un escenario en aquel lejano 1976.
Cazale sólo participó en 5 películas, pero las 5 fueron obras maestras. Cazale nunca fue nominado a un Oscar, pero de haber seguido con vida seguramente se habría convertido en uno de los actores más galardonados en la historia de Hollywood. Cazale se caracterizó por hacer papeles de reparto, pero fue protagonista de la historia de amor más triste de Hollywood.
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