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Foto del escritorDavid Cavazos

¿Qué significa ‘Top Gun: Maverick’ para el cine actual?

Por: David Cavazos (@DavidCav21)


Hoy no se va a hablar de lo bueno o lo malo de una película, hoy se va a hablar de un verdadero fenómeno que en el Hollywood de ahora se siente único. En 1986 se estrenaba Top Gun, protagonizada por Tom Cruise bajo la dirección de Tony Scott, una película muy sencilla pero que resultó ser muy atractiva para el público en general, no por nada recaudó más de $350 MDD contra un presupuesto de $15 MDD. Fue todo un fenómeno para su año (uno en el que nunca me había adentrado hasta ahora) que sirvió para catapultar a Cruise hacia el estrellato. Él mismo es considerado como una estrella de ese viejo Hollywood que, supuestamente, está desapareciendo poco a poco, pero ahora, 36 años después, llega Top Gun: Maverick a poner el ejemplo de lo que es un verdadero blockbuster.

Bajo la dirección de Joseph Kosinski, quien venía de hacer Tron: Legacy (2010) y Oblivion (2013), ésta última también con Tom Cruise, Top Gun: Maverick inicia como un viaje de nostalgia para todos aquellos que disfrutaron de la primera historia de Pete Mitchell en los ochenta, pero avanzando con un mensaje sobre el tiempo, el futuro del cine y el futuro del propio Tom como estrella. Vivimos en una era donde el cine, principalmente los blockbusters, están plagados de superhéroes, de franquicias, universos cinematográficos y efectos especiales inundados en una pantalla verde que son más cumplidores que sorpresivos, incluso el propio Cruise ya es parte de una franquicia como Misión: Imposible, pero algo de lo que nunca nos dimos cuenta es que él ha estado intentando lidiar con la nueva manera de hacer cine de gran presupuesto, como lo que se intentó hacer con La Momia (2017).


Top Gun: Maverick es una representación de lo que era el cine antes, es decir, entretenimiento puro, con muchas ganas y mucho corazón de mostrar no solamente algo que se sienta visualmente creíble, sino que fuera capaz de atraer a una audiencia masiva. Tal como en 1986 fue un fenómeno, esta secuela que llega 36 años después a la gran pantalla, tras múltiples retrasos por la pandemia, se convirtió en un nuevo fenómeno que ahora lleva recaudados más de $900 MDD y que no tardará en llegar a los mil millones de dólares antes de este fin de semana.


¿Por qué? ¿Por qué es el fenómeno de este verano? Habiendo tanto cine de superhéroes que rebasa los mil millones de dólares, es inesperado que una película de este calibre capte la atención en medio de historias repletas de referencias, franquicias y superhéroes. La respuesta a la interrogante es que cumple con todos los aspectos posibles: una historia bien escrita que puede que juegue con la nostalgia de los que vieron la primera entrega en su tiempo, pero también toma temas actuales y la tesis sobre la decadencia muy a su favor, además de contar con personajes entrañable, escenas visualmente impresionantes ante la carencia de CGI y pantalla verde, y una estrella protagónica sumamente carismática.

Todos estos elementos son característicos del viejo Hollywood que ya no encaja con la manera en la que consumimos. Pero, a cuatro semanas de su estreno, nos confirma que este tipo de historias siguen resonando en la gente, incluso para los que nunca han visto Top Gun. Esta secuela tiene todos los elementos para destacar, tanto a nivel técnico como a nivel dramático. Además hay que sumarle la presencia de Miles Teller, Jennifer Connelly, Ed Harris, Jon Hamm y Val Kilmer (éste último en uno de los momentos más emotivos no solamente de la película, sino también de todo el año).


Ya ni la comparación con la anterior es razonable, hablamos de un homenaje, de algo hecho con mucha dedicación y una atención al detalle espectacular. Aunque la saga de Misión Imposible no me interesa (unpopular opinion), el compromiso de Tom Cruise con sus causas es enorme y todo lo hace con un carisma desbordante. La trama es genérica a más no poder, pero evoca todo lo que Hollywood solía ser, que es entretener y conmover, algo de lo que deberíamos seguir aprendiendo.


Durante el primer acto de la película nos remarcan que el futuro se avecina, de manera implícita nos dicen que estrellas como Tom Cruise van a desaparecer tarde o temprano, que esta manera de hacer cine terminará por el nuevo modelo de hacer películas dentro de la industria, pero mientras Tom Cruise sea tan entregado como productor, tan dedicado en sus stunts y tan enfocado en brindar grandes experiencias, él responderá: tal vez pase, pero hoy no.

El motivo del éxito es muy sencillo, supo conectar con la generación de los ochentas, supo conectar con los que vieron la primera película pero también con los que esta secuela representa su primer acercamiento a esta historia, el boca en boca de la gente coincide en que es la película perfecta para la gran pantalla y que también es la película que pueda hacer entender a Hollywood que los espectadores buscamos historias con alma, no historias que deban estar conectado con todo, además de representar una verdadera experiencia…y Top Gun: Maverick es una de las mayores experiencias cinematográficas de los últimos tiempos.


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