Por: Osvaldo Escalante (@OsvaEsc)
Me sigue pareciendo impresionante lo que hizo Quentin Tarantino en su ópera prima. Con muy poco presupuesto y con la ayuda de sus amigos, hizo una cinta de robos con todo lo que lo caracterizaría en un futuro no tan lejano. Empezando por sus diálogos poco ortodoxos, pero que ayudan al espectador a situarlo en un contexto no tan ficticio. Es decir, es una plática que perfectamente podrían tener estos personajes para liberar la tensión que llevan encima unos cuántos minutos antes de ejecutar un robo.
También nos recuerda a los espectadores que los personajes de Tarantino no son tan irreales, son personas como tú o como yo, que en un punto se vieron envueltos en algo que los supera, pero no dejan de ser eso: personas. Así mismo, tenemos la violencia y la sangre que aquí no es metafórica o romántica, sino literal y visceral. Funciona de maravilla para narrarnos los peligros que los personajes atraviesan y que esto ya no es un juego. El robo salió mal y en cualquier momento todos pueden morir.
Como lo veríamos más adelante en su filmografía, aquí también tenemos una película que no está contada de manera cronológica. El ir y venir al pasado y presente me parece un gran acierto para narrar una historia simple. Me refiero a que, si hubiese sido relatada de manera normal, estaríamos ante una película de robos que tendría buenos diálogos, pero llegaría a ser monótona y aburrida. El hecho de ir conociendo poco a poco a los personajes, cómo se unieron al atraco, y cómo afectan a sus personalidades, es lo que hace que siempre estemos atentos a si en algún momento nos darán alguna pista de quién es el policía encubierto.
Eso también es otro acierto. Aquí no nos preocupamos por si el robo saldrá bien; ya sabemos que se fue al carajo. Aquí lo que nos importa es saber quién los traicionó. Se convierte en una película con tintes detectivescos. Luego ya podemos hablar sobre si era predecible o no (que a mí me parece que sí por la manera tan rápida en que descartan a ciertos personajes), pero el hecho de tener eso en mente durante una hora y cuarenta minutos, ya juega más a su favor.
Algo de lo que me percaté esta segunda vez que vi la película, es que siento que Tarantino se va por las ramas en algunas ocasiones. Cuando muestra los flashbacks hay ocasiones en las que se tarda un poco más de lo necesario para regresar al presente. En un punto ya sabemos qué nos quiere contar y dónde nos estamos situando. Ya sabemos quién es el policía, pero ahí seguimos teniendo más del pasado, olvidándonos un poco del presente que, en ese momento, es lo que más importa.
Recuerdo que la primera vez que la vi estaba emocionadísimo por cómo te cuenta una historia así en tan poco tiempo, pero ahora sí me pareció que le hizo un poco de falta para desarrollar ciertas cosas. Oh bueno, no exactamente.
A lo que me refiero es que por momentos la película se siente "incompleta". Ya sea que le faltara tiempo, como mencioné, o que en ocasiones utiliza ese tiempo que tiene para otras cosas menos importantes. Si estamos en el entendido de que ningún personaje realmente importa y por eso no los vamos a desarrollar, entonces no vayas tanto al pasado para contarnos al respecto. Mejor utiliza ese tiempo en el presente para hacer avanzar un poco más la historia. No sé si me explico, pero sí hubo momentos en donde decía "la película ya va a acabar y no parece que se venga una pronta conclusión".
Tarantino es un gran escritor, sobre todo de diálogos. De eso no hay duda. Lo que sí, es que en esta, al ser su primera película, se notan las mañas en la dirección; sobre todo en el manejo de la cámara. Se siente como si Tarantino hubiese dicho "venga, tenemos poco tiempo y poco presupuesto. Grabemos como podamos". Lo cual es cierto. Como ya mencioné, esta es una película de amigos, como dirían algunos. Pero sí se nota en muchas ocasiones que Tarantino no pensó demasiado en la puesta en escena de la misma, lo interesante aquí es que escribió una historia lo suficientemente sólida para valerse por sí misma y con ayuda del montaje, sin necesidad de una gran puesta en escena. Esas pequeñas "mañas" que tiene cuando mueve la cámara o únicamente sigue al actor, se verían mejoradas en sus futuras películas. En fin. En definitiva, Reservoir Dogs es una gran película. Es la ópera prima de un autor que refleja de muy buena manera su sello. Violencia, sangre, diálogos ¿estúpidos? ¿inteligentes?, y actuaciones a la talla. No será tan "obra maestra" como la recordaba, pero, sin duda, es una película que no tiene pierde.
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