Por: Victoria (@viktoria_jpg)
En 1995 se originó un movimiento fílmico iniciado por los directores daneses Lars Von Trier y Thomas Vinterberg, quienes crearon y redactaron el “Manifiesto del Dogma 95” y el “Voto de Castidad”, en donde trataron de dejar en claro que la individualidad y el concepto de autor en el cine eran falsos y se pronunciaban en contra de la artificialidad y la ilusión.
Uno de los objetivos principales de este movimiento era volver a las raíces del séptimo arte con la firme idea de que para hacer una buena película solo era necesario una cámara, un grupo de actores y un buen guion. Gran parte de los cineastas que formaban parte de este movimiento eran daneses y una de las cosas que tenían en común era que sentían cierto rechazo hacia las superproducciones hollywoodenses. Fue así como a finales de los 90 y principios de los 2000 se estrenaron una gran cantidad de películas pertenecientes a este movimiento.
Tres años después de haber sido anunciada la creación del Dogma 95, The Celebration fue su primera película oficial. Estrenada en 1998, documenta el sombrío giro de los acontecimientos que suceden mientras los amigos y familia de Helge, un respetado hombre de negocios de clase alta, se reúnen en un hotel para celebrar su cumpleaños numero 60 en donde pronto se revela que una de las hijas de Helge, Linda, había fallecido recientemente tras haberse suicidado. Christian, su hermano gemelo, fue una de las personas más afectadas después de su muerte y durante el cumpleaños de su padre recita un discurso que había escrito previamente, “The Speech Of Truth”, como él lo llama, en donde revela los distintos abusos cometidos por su padre que tanto él cómcomo hermana sufrieron. A partir de ahí las cosas se ponen tensas y confusas a medida que los invitados de la fiesta reaccionan a las palabras de Christian, desde una negación cómica hasta la incredulidad y el disgusto.
Las escenas están filmadas de una forma cruda y siguiendo en su totalidad las reglas del manifiesto Dogma, aunque años después Vinterberg confesó que rompió una de estas reglas al “cubrir una ventana” para alterar la iluminación de una habitación, sin embargo, esto no tiene relevancia alguna ni afecta al producto final, The Celebration tiene un enfoque sumamente extraño que te hará sentir incómodo y por momento hasta claustrofóbico. Cada escena está filmada con un realismo monótono, esto para garantizar que la atención del espectador se centre netamente en la historia que el cineasta está tratando de contar, en lugar de tener una cinematografía mas profesional o un diseño de producción elegante, elementos que dentro del Dogma 95 se consideraban una distracción dentro de las producciones de Hollywood.
Asimismo, también hay que resaltar la técnica narrativa que utiliza Vinterberg, ya que los detalles de la turbulenta y traumante vida de Christian se esbozan con la utilización de simples diálogos e indicadores sutiles que salen a relucir gracias a que distintos miembros de la familia hacen mención de esto, por lo que el espectador se encuentra en un constante dilema intentando descifrar si realmente lo que Christian está diciendo en su discurso es verdad o no. La atmósfera y los giros en la trama que se crean se sienten reales y genuinos, gran parte de esto se debe a las interpretaciones actorales del elenco principal.
Los momentos finales también son particularmente difíciles de digerir, pero The Celebration es el claro ejemplo de que cuando se ejecuta bien el Dogma tienes como resultado una cinta sombría y con una conclusión emotiva que la convierte en una pieza poderosa y conmovedora dentro del cine posmoderno.
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