Por: Ale Vega (@PATHGRETEL)
De la carrera de M. Night Shyamalan se ha dicho mucho, y el escrutinio a sus proyectos es constante y devorador. Después de haber sorprendido al mundo con ‘The Sixth Sense’ en 1999, los medios especializados lo pusieron bajo la lupa, esperando particularmente esa sorpresa en sus finales. Si bien películas posteriores como ‘Signs’ y ‘The Village’ fueron bien recibidas, la crítica se endureció al hablar de su trabajo, comparándolo con aquella cinta que lo marcó. Es por esto que la carrera del gran director estadounidense se ha visto inevitablemente ensombrecida, casi pareciera que se han puesto de acuerdo para desestimarlo a través de buscarle errores.
Muy a pesar de las estrellas y calificaciones que ha recibido, Shyamalan sigue apasionándose por sus planes. La prueba más grande de ello es que él mismo trata de fondearlos al 100%, con el fin de tener la libertad creativa para dejarse llevar y que su filme sea exactamente lo que desea. Esto no sólo le permite expresarse, también le genera buenas ganancias: Le reditúa sólo a él todo lo que paga su público, quienes le han sido fieles a través de los años a pesar de los altibajos.
Es así como, después de completar la exitosa trilogía de ‘Unbreakable’, ‘Split’ y ‘Glass’, vuelve a la pantalla grande con la cinta titulada ‘Old’. Basada en la novela gráfica que lleva por nombre ‘Sandcastle’, trata acerca de una familia conformada por los padres y dos hijos pequeños (Gael García, Vicky Krieps, Nolan River y Alexa Swinton) que llega a vacacionar a un idílico hotel. Ahí, un amable gerente sugerirá que visiten una de las playas escondidas cercanas al resort, prometiendo una experiencia inigualable. Será así como esta familia llegará ahí, acompañados de un doctor, su madre, su hija y su guapa esposa, una psicóloga y un enfermero (Rufus Sewell, Kathleen Chalfant, Kyle Bailey, Abbey Lee, Nikki Amuka –Bird y Ken Leung). Sin embargo, lo que este grupo no sabe es que el paradisiaco lugar tiene un secreto: hace que envejezcan de manera casi inmediata (específicamente, un año por cada dos horas que pasan ahí), por lo que tendrán entonces que lidiar con lo desconocido, buscando formas de salir de esa locura.
Shyamalan recibió la mencionada novela como regalo de sus hijas por el día del padre, y se obsesionó con la historia y la forma de llevarla al cine. Se hizo de los derechos, eligió como locación a República Dominicana y comenzó la filmación en el otoño del 2020, sin que la pandemia fuera impedimento –acabó siendo, de hecho, parte del aislamiento que se requería-. Así desarrolló este thriller, que acierta en utilizar la luz del día y los bonitos escenarios naturales para provocar un tipo de horror distinto (al estilo ‘Midsommar’). La desesperación que provoca en el espectador es en gran parte gracias a los movimientos de cámara y la edición, que permiten que sólo se aprecie lo estrictamente necesario para develar los misterios y tragedias poco a poco, dándole mayor valor a la forma gradual en la que los eventos suceden. Cuenta además con un elenco de estrellas que destacan todas por igual: Además de los mencionados, podemos disfrutar de actores como Eliza Scanlen, Alex Wolff, Thomasin McKenzie, Aaron Pierre y Embeth Davidtz, que no necesitan estar tanto tiempo en pantalla para sacarle jugo a sus personajes.
Aunque navega con la bandera del terror y esa es su principal fortaleza, una trama en la que la vida se consume cual incendio invita a la reflexión, y en el caso de ‘Old’ las preguntas que genera en la audiencia son tan enternecedoras como definitivas: ¿Cómo vivirías tu último día? ¿Qué es lo que consideras más importante para ti? El final inminente se aproxima, y de pronto los protagonistas nos demuestran que los problemas y las discusiones, que tan apocalípticos parecían al inicio, al final se convierten en nimiedades. Descuben que las peleas quitan siempre más de lo que otorgan, y esto es una especie de moraleja bien recibida por el público.
Cuenta Shyamalan que el primer set de ‘Old’ les fue destruido por un huracán, y, en lugar de ofuscarse o abandonar, decidió reconstruirlo de una manera que funcionara mejor, lo que es una prueba más de su compromiso, y de lo mucho que cree en lo que hace. Esta confianza seguirá siendo el motor que saque avante sus nuevos trabajos, poniéndole corazón a cada uno de ellos. Puede que no enamore a los críticos en el futuro, pero sin duda ese ímpetu será el que continúe acrecentando su número de fans.
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