Por: Ale Vega (@PATHGRETEL)
A partir de que explotó el movimiento #MeToo, se hizo urgente contar las historias que había detrás de víctimas, participantes y miembros de distintas industrias. Películas como ‘Bombshell’ (2019), ‘The Assistant’ (2019) o ‘She Said’ (2022) vinieron a relatarnos las terribles prácticas que suelen tener los hombres en posiciones de poder, con las consabidas ventajas de su especie y la retrógrada ideología a la que se aferran con afán. Así, el cine se vuelve un vehículo para acercarnos a testimonios que parecieran salidos de un filme de horror.
Sabiendo que dichas confesiones dieron pie a tales hechuras, se vuelve una sorpresa encontrar una cinta que pudiera pertenecer a esa tendencia, pero que en realidad fue concebida cinco años antes de que sucediera. ‘Babysitter’ bien provendría de ahí, ya que nos presenta a dos personajes machistas y odiosos, pero resultó no ser necesario formar parte de la ola: el género ha tenido esa característica desde tiempos inmemoriales.
‘Babysitter’ tiene como protagonista a Cédric (Patrick Hivon), un señor al que se le hace fácil faltarle al respecto a una reportera, por lo que su abuso se vuelve viral y tiene consecuencias. En aras de ayudarle a limpiar su imagen, su hermano Jean-Michel (Steve Laplante) le recomienda escribir una disculpa. Mientras este par se da a la tarea, Nadine (Monia Chokri), la esposa de Cédric, se ve incapaz de cuidar a la recién nacida de ambos. El giro de tuerca llega con Amy (Nadia Tereszkiewicz), una niñera guapa y peculiar que no tardará en dinamitar la dinámica doméstica para bien… y para mal.
‘Babysitter’ es el segundo filme de la directora y actriz Monia Chokri, que se gesta como adaptación de la obra de teatro homónima escrita por Catherine Léger. Desde su comienzo, la película está decidida a poner al espectador en el estado de ánimo donde lo requiere: Hay unos hombres calificando mujeres en Instagram e incordiando a las chicas que se encuentran en la mesa de al lado, todo con varios gritos y ruido de fondo gracias a la pelea de UFC que está aconteciendo en ese momento. Las tomas son frenéticas y cambiantes, hay close-ups grotescos y se enseñan partes llamativas de la anatomía femenina, todas cortadas, como si fueran esas las únicas que importan y no el ser completo. Cuando la escena termina y la cinta se establece ya estamos atrapados, y en lo que resta de ella nuestra mirada no se apartará de ahí. Esto es en gran medida gracias a la cinematografía de Josée Deshaies, quien estiliza de manera perfecta las ideas de la cineasta y nos regala un espectáculo sensorial a través de colores sólidos, texturas inesperadas y un entorno que podría calificarse de onírico, que a ratos nos hace sentir dentro de una fantasía. Cada uno de estos detalles tiene algo que decirnos, pero no está dispuesto a hacerlo de manera literal, quiere que vayamos recogiendo sus retazos y armando el mensaje.
Además del lenguaje visual, ‘Babysitter’ encanta con el absurdo proveniente de sus actores, que nos llevan de la risa al enojo y viceversa. Cédric, quien se excusará más por su beneficio que por auténtico arrepentimiento, termina por hacer de ese ejercicio un trabajo en donde sólo importa su protagonismo, en ningún momento le interesa su víctima. Dejando en claro que quiere resarcirse con miles de damas, resalta aún más que la depresión post parto de su esposa le pase de largo. Por otro lado, Jean-Michel es un espécimen peor, si eso aún es posible: Con un discurso intenso en contra de la misoginia y las costumbres que han hecho de ésta el pan de cada día, construye su imagen de aliado para que luego descubramos que cae constantemente en el mansplaining y que, cuando Amy entra en su vida, se olvida de su postura por la bizarra atracción que ejerce en él, convirtiéndose en un acechador más. Este par son el digno ejemplo de la especie masculina, y afortunadamente es la niñera una fuerza que no sólo se convertirá en su contraparte, también hipnotizará al público con sus actitudes cambiantes y misteriosas, envolviéndolo en una telaraña de deseo, haciendo que se pregunte a dónde llegará cada uno de los involucrados.
Proyectada en festivales como los de Sundance, Tribeca, Transilvania y Jerusalem, ‘Babysitter’ fluye entre el realismo mágico, la comedia negra y el terror, convirtiéndose en un largometraje que se destaca de otros que intentan abordar estos tópicos. De entre sus muchas buenas características, quizá la más importante sea esa que interpela a la audiencia con sutileza, pero no por eso es menos contundente. En sus diálogos resuena una pregunta que muy probablemente pocos se han hecho pero que valdría la pena cavilar: ¿Por qué eres misógino?
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