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Foto del escritorDavid Cavazos

Black Adam: La película equivocada para revivir al DCEU

Por: David Cavazos (@DavidCav21)


En esta nueva entrada del universo extendido de DC, le toca a Dwayne “The Rock” Johnson estrenarse como personaje de este mundo, esta vez como un “antihéroe”. Supuestamente, el único que le podría dar batalla a Superman es Black Adam y encontraron en The Rock la oportunidad perfecta de “revivir” este universo cinematográfico que goza de muchos tropiezos y pocas glorias. Para esta producción, el español Jaume Collet-Serra se pone en la silla de director después de trabajar para Disney en Jungle Cruise, también con Johnson. Con un elenco que reúne a Quintessa Swindell, Noah Centineo y Pierce Brosnan como Dr. Fate, nos adentramos en nuevos mundos, nuevos personajes y un nuevo equipo que promete darle una nueva vida a este universo…hago énfasis en la palabra “promete”.


A Black Adam le fueron concedidos sus grandes poderes de antiguos dioses hace 5000 años, tan pronto como los tuvo, fue encerrado por un largo tiempo. Pero una vez liberado de su tumba, despierta en un nuevo mundo repleto de peligros que él mismo puede detener… o tomarles ventaja. Cuando una eminente amenaza se asoma, Black Adam se encargará de hacerle frente de formas poco ortodoxas.

Creo que medio mundo hemos visto una película de The Rock, la mayoría en las que es un humano ordinario. En la saga Fast & Furious, lo hemos visto romper un yeso con su brazo, arrojar un torpedo con su mano y también jalar un helicóptero a tierra con una cadena sujetada de su mano. Cuando vemos este tipo de cosas, lo primero que pensamos es que The Rock es un superhéroe que desborda carisma en lugar de buenas actuaciones, que para esa saga carente de ilógica son plenamente divertidas cuando no se toman en serio. Ahora, para justificar lo verdaderamente poderoso que es, se le da la oportunidad de ser un superhéroe y así ver cómo relucen sus poderes sin ser alguien ordinario, sino alguien indestructible. Con la promesa de brindarle un nuevo camino a este tropezado universo cinematográfico de DC, resulta curioso, incluso gracioso, ver que Black Adam es de las películas que menos propuesta tiene dentro de este universo.


Sí, es una producción “action-packed”, un entretenimiento muy fácil de digerir, pero para una película que iba a darle una nueva dirección a Dwayne Johnson en un matiz de antihéroe, realmente se siente como una película de The Rock cualquiera, solamente que con superpoderes. Nuevamente tenemos un filme donde todo el cast tiene un ligero intento de desarrollarse, a excepción del protagonista. El resto del elenco como Centineo o Swindell no están mal, pero hablamos de personajes pobres que impresionan a nivel visual, pero te olvidas de ellos al salir de la sala. El que sale mejor parado es Pierce Brosnan como Dr. Fate. En cuestión de presencia y actuación (aunque sea en piloto automático), Brosnan es el repunte de chispa que ni siquiera The Rock tuvo aquí.

Por más carismático que intenta ser nuestro protagonista, no es lo suficiente para un personaje de esta talla. Quizás, en la fuerza bruta, pero si hay algo que ha definido a Robert Downey Jr. como Iron Man, a Chris Evans como Capitán América, a Joaquin Phoenix como Joker o a John Cena como Peacemaker es que por momentos nos olvidamos de que es el actor y vemos al personaje. Con Black Adam no paramos de ver a Johnson, no vemos algo más allá de él que nos haga olvidar que estamos viendo una mala actuación.


El principal problema de Black Adam es que se concentran tanto en la acción que tiene una visual muy similar entre las películas de Zack Snyder y Joker de Todd Phillips, principalmente porque tiene al cinematógrafo de ésta última, Lawrence Sher. Visualmente no está mal, quizás competente comparado con la pobreza visual que el universo cinematográfico de Marvel está dando últimamente. Pero nada interesante qué ofrecer.


Hay mucho tiempo para la acción, incluso para el slow motion, pero nunca se toman el tiempo para que los personajes aporten algo o sean interesantes. Para eso, The Batman de Matt Reeves cumplió con todos esos estándares. Seamos honestos, ninguno de estos personajes tiene algo qué ofrecer con un guion muy débil y formulaico. Para que el verdadero foco de atención sea una escena post créditos, es lamentable.

Black Adam no es la película que revivirá al universo extendido de DC, si acaso será una película que se disfrute, pero la misma pierde mucho tiempo en la acción, tanto que desperdicia a personajes que pudieron ser interesantes con un mejor guionista. Es, una vez más, el show de The Rock, donde el carisma no le es suficiente para un personaje de cómics. ¿El futuro de DC se recargará en Black Adam? No, pero si lo intentan de mejor manera, veremos. Por ahora, esta película está para reaccionarse con la ceja arqueada.

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