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Foto del escritorRedacción CinéfilosMX

Black is King: Un deslumbrante álbum visual donde Beyoncé te conquista con la música y los planos.

Por: David Cavazos (@DavidCav21)


El live action de El Rey León del 2019 fue una decepción, en toda la extensión de la palabra, pero si algo se debía rescatar de esa producción (además de las voces y la animación) era la música. Esto específicamente tuvo más sentido con el álbum que Beyoncé Knowles, alguien que no necesita presentación y quien le dio voz a Nala en la adaptación fotorrealista del 2019, estrenó a la par de la película titulado The Lion King – The Gift. Con todos los problemas que están sucediendo en Estados Unidos con el movimiento Black Lives Matter, una película de este tipo y con un ingenio inusual era de esperarse. Lo que no esperábamos era el resultado. Con la dirección de Beyoncé entre otros directores donde destaca Ibra Ake (quien dirigió el épico vídeo de Childish Gambino, This is America) nos llega Black is King. No tiene una historia en concreto, eso quisiera pensar, pero lo que es en su forma es un álbum audiovisual donde reimagina ciertas escenas de El Rey León (2019) a través de la cultura negra en África, su historia, su poder, su fuerza, una reinvención. De alguna forma, nos reafirman algo que mucha gente ya sabe, pero que algunos ni siquiera lo han pensado muy a fondo, que los negros no iniciaron teniendo cadenas y que han aspirado a grandes cosas.

No importa si te gustó la adaptación live action de El Rey León (2019) o no, tampoco importa si eres fan de la ex integrante de Destiny’s Child, de alguna forma u otra, esta producción te moverá las emociones, sobre todo destacando el aspecto visual, lo cual es impresionante. La interprete de Crazy in Love lleva su álbum a otro nivel al traslado visual con atuendos, escenarios, colores y objetos que deslumbran de manera inmediata, conquistándote poco a poco a medida que pasan los 85 de duración. Cada toma, cada plano, tiene su poder. Con voces de archivo de la película de Jon Favreau, donde tenemos a James Earl Jones, Donald Glover y Billy Eichner, la película es una reestructuración semi-abstracta de la película del 2019 pero con un ingrediente que Black is King le agregó y le benefició: novedad y empoderamiento de una cultura importante. Si nos ponemos a pensar, las canciones no tienen el Black Power que el apartado visual contiene, pero hacen un sólido juego al anexarlos con ciertas escenas de la historia de Simba. La ejecución pudo haber sido otra, una serie de videoclips donde el primero termina, se va a negro y luego sigue y sigue. Pero lo han manejado de una manera ingeniosa con una edición y una fotografía estupenda. Tomando influencias musicales de Camerún, Sudáfrica y Nigeria, la película, más allá de intentar mostrar una historia, es trasladar sus canciones a la representación del Black Power para elevarlo, empoderarlo y mostrar un estilo único.

Aun sin importar los momentos donde la intérprete de Single Ladies esté fuera de cámara, la película no deja de perder su fuerza e importancia, pues aun así, Beyoncé como directora consigue un trabajo muy sólido en compañía de sus co-directores, algo similar hizo con su anterior trabajo Lemonade. Claro, no todas las escenas tienen un impacto certero cuando juntas la narración con la música, pero esas representaciones a la adaptación de Jon Favreau le han sentado muy bien gracias a su creatividad. Destaco la escena inicial en la playa y la representación de los motociclistas que hace alusión a la estampida que mató a Mufasa. Se nota que era un proyecto muy personal para la cantante, en lugar de imponer a la fuerza, muestra su visión combinada con investigación.

Repleta de extravagancia pero que suena el poder de una cultura a todas luces, el álbum visual no necesita de una historia para deslumbrar visualmente y en su apartado musical. Le sentó muy bien la fecha de estreno, dos meses después del asesinato de George Floyd, un tiempo muy oportuno para el movimiento y reflejar el poder de los reyes negros. Aunque no soy un completo fan de la cantante, hay que admitir que con el paso del tiempo ha tratado de reinventarse, de renovarse y promover su música de maneras más inusuales. Black is King es su prueba cúspide, donde la intención no es exigirle a la producción, sino que te muestre lo que sabe hacer.

Black is King es poderosa, deslumbrante, visualmente asombrosa y que mezcla la música con lo visual de manera muy correcta. Un punto de vista muy personal y político de Beyoncé donde traslada sus canciones con una fotografía y una edición de lujo. No busca contarte una historia, busca reflejar el poder de la cultura negra, un poder que siempre asciende. Antes de ver esta película, sólo te brindaré un consejo: no preguntes, solo gózalo. Si esta película hubiera llegado en lugar de un live action de El Rey León, el mundo sería mejor.

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