Bones and All: El amor en su imposibilidad y barbarismo
- Ale Vega
- 22 dic 2022
- 4 Min. de lectura
Por: Alejandra Vega (@PATHGRETEL)
Luca Guadagnino ha construido su marca gracias a la estética de sus escenas y escenarios, que se cargan de forma sutil con una decadente elegancia, entre verdes orgánicos y finos rayos de sol. Así, el director siciliano nos ha llevado por distintas atmósferas en las que, a pesar del drama y los conflictos que suceden en ellos, deseamos estar, al menos por unos momentos: sentarnos en el pasto fresco, sentir la brisa, escuchar el trinar de las aves. Es de esa manera que hemos recorrido su filmografía, incluyendo la cinta que lo encumbraría dentro de la industria. ‘Call Me By Your Name’, la adaptación del libro de André Aciman que lo haría acreedor de múltiples premios en el 2017, es el ejemplo más claro de que sus hechuras son una delicia ante el ojo del espectador, y que su estilo no escatima en enriquecer historias que ya por sí solas eran exquisitas. Guadagnino demuestra en cada realización que sus éxitos no sólo se basan en su talento como cineasta, también en la sensibilidad que utiliza para elegir su nuevo proyecto y todo lo que lo constituirá.
Mostrando otra vez esas características, este año vuelve a la pantalla grande con ‘Bones and All’ (‘Hasta Los Huesos’). La película tiene como protagonista a Maren (Taylor Russell), una joven peculiar que, después de un incidente violento, se ve abandonada a su suerte. Intentando hallar respuestas se decide a cruzar el país buscando a su madre, y será en este trayecto donde se encontrará con Sully (Mark Rylance), que fungirá como una especie de mentor, y eventualmente con Lee (Timothée Chalamet), un muchacho que posee un mal similar al de ella, pero que lo sobrelleva de forma muy diferente.

‘Bones and All’ es la adaptación de la novela homónima escrita por Camille DeAngelis, desarrollada como guion por David Kajganich. Éste, al haber colaborado con Guadagnino en ‘A Bigger Splash’ (2015) y ‘Suspiria’ (2018), lo solicita nuevamente, a sabiendas de que su proceder era el ideal para plasmar el texto en pantalla. Así es como comienza el desarrollo de esta cinta, en la que gradualmente se verían involucrados varios de los actores que el director suele llamar. Nombres como Michael Stuhlbarg, Jessica Harper y Chloë Sevigny se integraron e hicieron gala de su talento, a pesar de las breves apariciones que tuvieron en la trama.
Sin embargo, el nombre más importante fue el primero que evocó la mente de Luca al leer dicho guion: En su opinión, no había nadie mejor para interpretar a Lee que Chalamet. Esta convicción se entiende cuando uno observa lo que Timothée hace con su rol, ya que, empero su porte delgado y hasta vulnerable, se vale de resoluciones autónomas, que no carecen de atrevimiento y valentía. Su actitud es un tanto desvergonzada y, aunque su pasado es tan o más complicado que el de Maren, sus motivos para permanecer entero y alerta siempre provienen del cariño y el corazón. Esta actuación complementa a la perfección la de Taylor Russell, una mujer que logró destacarse gracias a su papel en ‘Waves’, de Trey Edward Shults. Al descubrirse en desventaja por desconocer su padecimiento y temerosa de que se le acuse por los crímenes cometidos, observamos a una fugitiva que se mueve entre las sombras, como un conejo que busca madriguera. El crecimiento que se admira en el personaje va de la mano con la belleza intrínseca de su relación con Lee, ya que, al encontrar a un símil con quien puede ser ella misma, florece de manera natural. Conforman ambos una pareja que transmite al público una química de cómplices, cimentada en confianza y romance.
Este trabajo exhibido no es menor si se considera que ‘Bones and All’ es un relato inherentemente violento. Durante el largometraje seremos testigos de cómo los humanos son reducidos a pedazos de carne y sangre, con la crueldad que esto conlleva. Guadagnino tiene a bien envolver estas tomas en colores suaves y el melódico score creado por Trent Reznor y Atticus Ross, además de una gran selección de soundtrack en la que podemos apreciar música de New Order, Joy Division y Kiss, por mencionar algunos. Aunados estos aciertos a un road trip que nos permite perdernos en sus atardeceres y paisajes (obra del cinefotógrafo Arseni Khachaturan), la oscuridad del filme se vuelve más artística que sofocante.

Estrenada en el Festival de Cine de Venecia - donde fue ovacionada durante 10 minutos, ganó el León de Plata, y Taylor Russell se llevó el premio Marcelo Mastroianni - ‘Hasta Los Huesos’ es una hermosa muestra que, aunque el tema sea escabroso, el mensaje puede ser opuesto en demasía. El canibalismo termina siendo la fachada, que cae poco a poco para dar paso a un coming of age, donde se va dilucidando la importancia de la personalidad, el ímpetu y la empatía: No hay nada más puro que saber quiénes somos y cuál es nuestra esencia, ni más valioso que poder ser auténticos con alguien que nos aprecia por nuestro verdadero yo.
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