Por: David Cavazos (@DavidCav21)
Hace 14 años, Sacha Baron Cohen se puso en la piel de un reportero de Kazajistán y decidió ir a Estados Unidos para aprender de su cultura y (de paso) exhibirlos como lo que son realmente, unos mentirosos que se arrepienten de su cultura pasada. Con más de 260 millones de dólares recaudados en taquilla y una nominación al Oscar, el documental falso ganó fama por el mundo y también algunas demandas. Pero eso no impidió al irreverente Baron Cohen retornar como el reportero kazajo en esta odisea llamada 2020 con pandemia incluida. Si la primera aventura de Borat es de mis películas favoritas de todos los tiempos, era todo en evento disfrutar de esta segunda aventura, ‘Borat Subsequent Moviefilm’, para tomar burla de las próximas elecciones americanas. Para variar, la película se estrena en Amazon Prime al mismo tiempo que el debate presidencial americano.
Después del estreno de su primera película, Borat ha quedado en ridículo en su pueblo y ha recibido constantes humillaciones. Pero se le ha encomendado una nueva misión para salvar su pueblo y tendrá que regresar a Estados Unidos para completarla. El problema es que medio mundo ya lo conoce y no viene solo, tendrá a su hija a sus espaldas haciéndole compañía por lo que ambos tendrán que ingeniárselas con disfraces para pasar desapercibido, en medio de políticos como Michael Pence y Rudy Giuliani, las feministas, el aborto, los red knecks, las teorías de conspiración y el COVID 19, aunque eso será imposible, obviamente.
En manos del director Jason Woliner, Baron Cohen regresa al formato de documental falso en diversos momentos pero agregando un poco más de historia a la mezcla, centrándose en la dinámica de padre e hija entre Borat y la nueva adición a esta historia es Tutra, personaje que empieza como un recurso cómico al servicio de las ideas de Cohen pero toma evolución propia conforme avanza la película y eso se convierte en algo agradable porque el personaje deja de ser alguien desesperante para pasar a ser entrañable, quizás más que el mismo Borat quien no parece haber cambiado en lo absoluto pero cuya personalidad e irreverencia sigue siendo de los mayores divertimentos del género. En esa dinámica de padre e hija, hay cierto corazón y encanto que crece poco a poco entre los chistes y lo que pasa en la película con ellos, abordando más el rol de la mujer en Estados Unidos.
Hablando de irreverencia, la película no cuenta con piedad alguna en todo, su humor políticamente incorrecto es el engranaje perfecto para un humor digno del 2020 y que siempre nos tendrá con la sonrisa de oreja a oreja. Da un poco la impresión de ‘Tiger King’ en el sentido de que no puedes creer que haya gente con esa mentalidad y podrá ser algo incómodo si eres de Estados Unidos, pero para otros países será una buena e hilarante muestra de exhibicionismo.
Con todos los riesgos que se podrían tomar al aplicar con la cámara escondida, la película sale bien librada con lo que es genuino y lo que no es. Es la comedia que necesitábamos en el año, con un personaje que ya conocemos y queremos al servicio de la mordaz y más salvaje crítica social americana y política que quizás no cambie el rumbo de las elecciones pero si nos brindará risas garantizadas.
La película es una avalancha de chistes desde el minuto uno, siendo muy consciente de lo que quiere ser, de lo que quiere contar y cómo lo quiere contar por lo que los más ávidos fanáticos de Baron Cohen quienes ya extrañaban verlo en este tipo de producciones, esto es un rotundo VERY NICE. Es una alegría que Borat esté de vuelta en tiempos ya de por sí irreverentes. Es de las películas más hilarantes y divertidas que hay en el año aunque su humor no será para todos. Dato curioso: hace meses hubo una noticia donde Cohen cantaba una canción racista frente a un público, eso está en la película y, en ese momento, la película no estaba confirmada. Y, por cierto, lo de Rudy Giuliani es sumamente atrevido y con la técnica de cámara escondida lograron brindar uno de los momentos más incómodos del 2020.
‘Borat Subsequent Moviefilm’ es un rotundo WAWAWEWA. Divertidísima a morir, irreverente, mordaz y un estupendo regreso para Baron Cohen como el desorientado reportero kazajo. Es la comedia y el regreso que el 2020 necesitaba para poner las cosas más salvajes y divertidas. Very nice Baron Cohen, chenquie.
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