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Foto del escritorAle Vega

Broker: Las mejores familias no necesitan lazos de sangre

Por: Ale Vega (@PATHGRETEL)

 

Las cajas o ventanas para bebés son una práctica que puede observarse cada vez en más países, cuyo fin es recibir a los pequeños que las madres desean dejar en un entorno seguro y con los cuidados adecuados, para posteriormente llevarlos a un proceso de adopción. Naciones como Alemania, Suiza, Polonia, Italia o Estados Unidos son un ejemplo de ello, y suelen poner estos espacios en hospitales o iglesias, haciendo comunidad con aquellos que necesitan este cobijo, ayudando así a las progenitoras que se encuentran en conflicto.

 

La investigación que el cineasta Hirokazu Kore-eda llevó a cabo para su película ‘Like Father, Like Son’ lo llevó a conocer no sólo este concepto, también las circunstancias en las que se desenvuelve, y las consecuencias que puede tener en la vida de los implicados. Esto se convirtió en la base de la cinta que a la postre se estrenara en el Festival de Cine de Cannes del 2022 (y compitiera por la Palma de Oro), que se titula sencillamente ‘Broker’.

 

‘Broker’ tiene como protagonistas a Ha Sang-hyeon (Song Kang-ho) y a Dong-soo (Gang Dong-won), un par de amigos confabulados para tomar algunos recién nacidos que llegan a las ventanas para bebés, con el fin de venderlos a familias urgidas por tener un hijo. Pretenden hacer lo mismo con el niño dejado por la joven Moon So-young (Lee Ji-eun), pero sus planes se tergiversan cuando ella decide volver por él. Los tres se verán entonces embarcados, casi de manera obligada, en un viaje que los hará reevaluar qué desean hacer y las motivaciones ocultas debajo de sus decisiones.

 

Sólo leyendo la sinopsis podemos advertir que ‘Broker’ cuenta con temas ríspidos, que podrían caer con facilidad en el escándalo o lo desagradable. Sin embargo, es gracias a la mirada delicada de Kore-eda que nos adentramos a ellos sin juzgar a los personajes ni sus resoluciones. Esto es en gran medida por cómo se plasma, ya que no caben los juicios ni es necesario tomar partido por alguien en particular. El guion, escrito también por el director, desarrolla la trama de forma neutral, al mismo tiempo que nos va involucrando en el sentir de cada uno de manera sutil y totalmente orgánica. Las actuaciones son igual de un tacto asombroso, en las que se destaca lo hecho por la cantante Lee Ji-eun en el papel de una muchacha huidiza y huraña, y el siempre enorme Song Kang-ho como el dueño de una lavandería con el apremio de saldar una peligrosa deuda.

 

La notable sensibilidad de ‘Broker’ se cimienta además en lo visual, donde la cinematografía de Hong Kyung-pyo (de quien disfrutáramos en filmes como ‘Burning’ y ‘Parasite’) transita de los cielos despejados y su luminosidad, hasta la oscuridad casi completa en situaciones cruciales de confesión. El agua, entre lluvias y océanos, se hace presente para contarnos de tormentas y calma, finamente retratada. Esto se complementa con la plácida musicalización de Jung Jae-il, que nos acompaña durante la narrativa en los momentos cumbre sin exagerar ni manipular el sentir de la audiencia.

Recordándonos el mensaje concluyente recibido en ‘Shoplifters’ (2018), ‘Broker’ es de nuevo una obra acerca de cómo el ser humano necesita, por su propia naturaleza, vivir en grupo y formar una colectividad. Lo más valioso de este entendimiento, visto a través de los ojos del realizador japonés, es que en la composición de una familia nunca son importantes los lazos de sangre: El amor, la comprensión y la empatía son, por mucho, los elementos verdaderamente trascendentales para ello.

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