Por: Ale Vega (@PATHGRETEL)
Las películas basadas en amistades entrañables son incontables. Sin embargo, esas en las que los personajes no sólo tienen una relación cercana con su coprotagonista, sino que además aprenden de él mientras la trama sucede, tienen un toque especial por lo que representan. En el caso particular de aquellas que nos enseñan que además de dicha relación hay cuidado de por medio, nos recuerdan que no hay mejor amistad que aquella que también nos hace sentir cobijados y protegidos.
Esta es una premisa que se maneja bellamente a través del trabajo del director mexicano Marcelino Islas Hernández en su largometraje del 2018, Clases de Historia. Esta cinta nos cuenta de una maestra de 60 años llamada Verónica (Verónica Langer), quien da clases de Historia en una preparatoria mientras lidia con el cáncer que padece. Pasa sus días en la monotonía de su matrimonio y de una vida familiar tranquila en exceso. Su situación da una vuelta a partir de que conoce a una nueva alumna llamada Eva (Renata Vaca), una chica de 16 años que la agrede en su primer día en el salón, y es a partir de ese desencuentro que surge una alianza inesperada, orgánica y honesta, que llevará a ambas protagonistas a un camino de redescubrimiento y redención.
Clases de Historia es valiosa porque no teme hacer amigas a dos mujeres con una considerable diferencia de edad; al contrario, se vale de esa relación atípica para demostrar los pros y los contras de dos generaciones que crecieron con muy diferentes enseñanzas y adoctrinamientos. La fortuna de poder acercar a dos personajes tan distintos es que aprenden de una manera natural la una de la otra: Ninguna está preocupada por aleccionar ni demostrar nada, sólo comparten poco a poco la esencia de sus personalidades para que la otra tome lo que le funciona y lo que desea quedarse. Es así como Eva va entendiendo que algunas de sus decisiones han sido erróneas y que hay un camino que aún puede enderezar, y Vero, al conocer la gravedad de su salud, comprende que tiene poco que perder y demasiado que ganar si decide salirse de las normas y soltar sus ataduras. Ninguna se juzga tampoco en ningún momento, ambas aceptan que la otra ha pasado por mucho y tiene heridas que requieren tiempo y espacio para ser sanadas.
Además de tener un estupendo guión (realizado también por Islas Hernández), Clases de Historia nos permite disfrutar de actuaciones formidables por parte de las protagonistas. Verónica Langer cumple a la perfección el papel de profesora formal y seria, para luego regalarnos a una mujer rebelde, divertida y valiente, y fue esta destacada labor la que le valió la nominación a los Premios Ariel de este año en la categoría de Mejor Actriz. Renata Vaca, por su parte, ha sido vista en proyectos como Rosario Tijeras y Lady Rancho, pero es en esta cinta donde se luce presentándonos a una adolescente enojada e insubordinada, que, conforme permite los acercamientos de Verónica, demuestra el amor y la sensibilidad que posee. Acompañadas de grandes talentos como los de Hoze Meléndez y Gabino Rodríguez, podemos apreciar a un reparto que funciona a la perfección.
Clases de Historia nos remite a películas como Grandma (Paul Weitz, 2015), Gloria (Sebastián Lelio, 2013) y Ciencias Naturales (Paula Hertzog y Paola Barrientos, 2014), ya que comparte el mismo espíritu encantador: Se trata de conocernos a través de nuestras experiencias y equivocaciones, pero sin olvidar que hay otros ojos a nuestro lado, que nos observan con cariño y comprensión, cuya visión nos ayudará a perdonarnos y crecer.
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