Por: David Cavazos (@DavidCav21)
Dentro de las producciones que destacaron en Cannes estuvo la más reciente propuesta de Park Chan-wook, cuyo estilo característico en la brutalidad y el dinamismo, como en Oldboy (2003), pasa a segundo plano con el tipo de relato que encontramos en esta producción. Siendo ganadora en el Festival de Cannes de este año a la mejor dirección, la reciente producción del director coreano será la que represente a Corea del Sur en la próxima contienda para ser elegida como nominada al Oscar como mejor película extranjera. En esta ocasión, Park nos mete de lleno en una historia de detectives, pero con un desarrollo poco convencional para los relatos de esta clase.
El veterano detective Hae-joon tiene un nuevo caso que resolver, la muerte de un hombre en la cima de las montañas. Para Hae-joon, todo parece indicar que es un homicidio y la única sospechosa que tiene es la mujer del difunto, Seo-rae. Pero una conexión entre ambos surgirá, un amor prohibido que poco a poco consumirá a Hae-joon y que no solamente afectará a la investigación, sino también a él mismo. También involucra la pérdida, el escape hacia otras emociones, todo a través de lo sofisticado de su narración.
Con Decision to Leave, Park Chan-wook pone una máxima atención al detalle en cada momento para encaminar sus escenas, llevándonos de la mano con un ritmo más pausado que en otros trabajos pero no por ello se llega a considerar slow cinema, hay chispazos de brutalidad en los enfrentamientos mano a mano, persecuciones a pie, no se pierde lo sanguinario que puede llegar a ser Park, pero también tenemos una elegancia que rodea a esta historia, un drama sobre los errores, los impulsos, sobre aquello que rebasa lo ético. No deja de ser una historia de amor prohibido.
Entre la retrospectiva de Hae-joon, sus sentimientos y sus pensamientos, además del constante misterio de Seo-rae, donde en cada momento nos hace dudar de sus acciones, la intriga se hace sigilosa durante las más de dos horas de duración. Para ser una historia de detectives, el misterio no está en encontrar al asesino, sino en encontrarse a sí mismo. Con una actuación impecable de Park Hae-il, pero la que destaca aún más es Tang Wei, cuya personalidad misteriosa y llena de capas envuelve al espectador conforme la historia avanza, conquistando poco a poco nuestra atención.
La película da detalles por doquier, no deja escapar nada y se convierte en una extraña mezcolanza entre el amor y la sangre, lo horrible y la atracción. Fuera de lo violento que es su director en otros trabajos como Oldboy, aquí lo sentimos con ligereza, incluso se toman el tiempo de darle cierto humor que no molesta, se podrá sentir involuntario, pero se implementa bien en los momentos que lo necesita. La intención de Park era dar esa combinación para crear una historia que en otras manos hubiera sido repetitiva, pero el director coreano le da algo único a través de su trabajo técnico, edición y personajes, cuyas interacciones rozan entre la intensidad y la incomodidad.
Decision to Leave es una gran historia de impulsos, emociones desatadas, dudas sobre uno y una atracción sobre el otro que Park Chan-wook orquesta a la perfección en cada campo posible. Una historia de detectives cuyo único misterio a resolver es cómo podemos cambiar mientras lo que nos rodea no está ayudando, cómo podemos escapar del pasado y enfrentar el presente, aunque sea con las decisiones equivocadas.
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