Por: David Cavazos (@DavidCav21)
Uno de los animes más populares de los últimos dos años es Kimetsu No Yaiba (Demon Slayer), la historia del joven Tanjiro en su búsqueda por cazar extravagantes demonios y salvar a su hermana ha sido un verdadero fenómeno tanto en el manga de Koyoharu Gotōge como el animé producido por Ufotable, con millones de copias vendidas en su medio impreso y medio mundo a la espera de una segunda temporada de la reconocida producción audiovisual con una primera temporada de 26 capítulos que no solamente ha destacado en su historia y música, también en su animación y escenas de pelea. Para aligerar la espera de una segunda temporada, tenemos la llegada de la primera producción para la gran pantalla de Demon Slayer, bajo el nombre de El Tren Infinito. A diferencia de otros animes con películas para cine como My Hero Academia que no aportan al canon en específico, con Demon Slayer: El Tren Infinito se trata de la secuela directa de la primera temporada del anime y también la adaptación del arco que comparte el mismo subtítulo de la película.
En esta película, Tanjiro, Nezuko, Zenitsu e Inosuke se unen con el pilar Rengoku para investigar una serie de desapariciones y eventos extraños en un tren largo e infinito. En medio de ese tren, hay una trampa esperándoles que les complicará mucho más su misión. Bajo esta premisa, la película fue estrenada en octubre del 2020 en Japón rompiendo todos los récords de taquilla en dicho país y en plena pandemia, coronándose como la película más taquillera de Japón destronando a El Viaje de de Chihiro (2001) con casi $290 MDD. Ha sido todo un fenómeno en su país de origen y, lo más sorprendente del asunto es que, a pesar de que los que han leído el manga saben cómo terminará la película, es igual de emocionante y súper entretenida.
No es para menos, está película era todo un evento para los fanáticos, incluyéndome. Nos dieron lo que queríamos, una animación de lujo, batallas épicas, uno de los mejores soundtracks en el año y un final dolorosamente emotivo que te deja al borde del llanto a pesar de que lo veías venir. En sus dos horas de duración, El Tren Infinito no desentona en ritmo y nos proporciona las mismas virtudes que ha caracterizado al anime, su perfecta representación de los personajes y la habilidad de entrañarnos con cierto personaje de quien apenas conocemos se mantiene en esta producción que no solamente nos pone un pequeño contexto para los despistados que ven la película sin conocer la fuente de origen, sino que tampoco escatima adrenalina para emocionar a los seguidores de esta historia. La animación de cada enfrentamiento es fenomenal, con una mayor escala y completamente diseñado para la gran pantalla, y también en la música tampoco decepciona.
No olvidemos que esto es una película de aventuras y acción, algo que el anime nos tiene acostumbrado y con El Tren Infinito no es la excepción. La película, más que un desarrollo, es un vehículo para que cada personaje se luzca en su máxima expresión para brindarnos momentos desgarradores y, como era de esperarse, también momentos emotivos que tienen su respectivo momento para procesar tanto para los personajes, como para los espectadores. Al mismo tiempo en el que sentimos que estamos ante una película que sirve para lo que viene, para aligerar la larga espera que nos aguarda para la segunda temporada (recordemos que la primera temporada del animé se estrenó en el 2019) y, con todo y lo predecible que pueda llegar a ser, termina siendo una película emocionante.
Entre lo negativo, el ritmo cuando deja de ser frenético en esos momentos de suspenso y nos sobreponen un desarrollo de personaje que, para los fanáticos, queda sobrando porque es algo que ya saben, esto es un problema que suele ser recurrente en producciones de este tipo que tienen una fuente conectada y, con el fin de abordar a todo público, lo ponen como contexto; en específico lo referente a Tanjiro porque el desarrollo de Rengoku es el que aporta mucho más en la película.
Demon Slayer: El Tren Infinito es el regalo para los fans y una obligación para ver el animé (o leer el manga) para los que no lo son. Es una película épica y super entretenida y le ha dejado una enorme huella en los fanáticos desesperados por una segunda temporada. Aunque destina más a los fanáticos que los recién iniciados, tenemos una producción llena de adrenalina que se convierte en entretenimiento infinito.
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