Por: Freddie Montes (@FreddieMontes)
Dos años después de su estreno en el Festival Internacional de Cine de Mérida y Yucatán llega a nuestras salas de cine la cinta mexicana ‘Dos Veces Tú’ del mexicano Salomón Askenazi.
Para ponerle un poco de diversión a una boda bastante aburrida, Tania (Anahí Dávila) y Daniela (Melissa Barrera) deciden intercambiar esposos por lo que resta de la noche, pero lo que en un principio pintaba como un inocente juego termina por cambiar completamente la vida de estas chicas y sus parejas.
Cuando nos encontramos en la cartelera nacional una producción mexicana lo primero que viene a nuestra mente es “comedia romántica”, ese género que nos ha acostumbrado a producciones paupérrimas pero que debido a su gran capacidad de atracción ha sido sobreexplotado por nuestra industria cinematográfica. Es por ello que resulta refrescante y sorpresivo que a nuestras salas de cine llegue una cinta mexicana que abarque otros géneros, ‘Dos Veces Tú’, la nueva cinta del mexicano Salomón Askenazi, no sólo deja atrás el romanticismo cómico, también se mueve en los terrenos de la fantasía, el suspenso y el surrealismo.
No irse por el camino fácil es algo que se le reconoce a este autor, pero más allá de las buenas intenciones aparece el verdadero reto, hacer que el film sea de calidad. Lamentablemente ‘Dos Veces Tú’, sin ser una mala película, es más un producto bienintencionado que un producto de calidad.
Uno de los grandes problemas de este film son sus personajes, tanto en su concepción como en su interpretación. Las dos protagonistas quedan fuera de esta ecuación al ser las únicas cuya historia y motivaciones están bien desarrolladas, además de estar interpretadas de manera impecable por Melissa Barrera y Anahí Dávila. Pero fuera de la dupla femenina no hay mucho que rescatar, los personajes de los esposos no tienen alma, no son más que cascarones, entiendo que el peso del film recae sobre las dos protagonistas pero sus parejas aparecen casi el mismo tiempo en pantalla que ellas y también tienen situaciones problemáticas, las cuales solo se presentan pero nunca se desarrollan ni concluyen, como si sólo se hubieran mostrado para aumentar el metraje de la cinta.
Lo curioso es que de los protagónicos masculinos hay uno cuyo personaje tiene un poco más de arco pero tiene en su contra la terrible actuación de Mariano Palacios, mientras que el otro está bien interpretado por Daniel Adissi pero su personaje es tan pobre narrativamente que raya en lo caricaturesco.
También tenemos en la historia la presencia de un mago, el cual sirve para exponer todo los errores que se cometieron al momento de escribir los personajes. Este hombre funge prácticamente como el hilo narrativo en la historia de una de las protagonistas pero cuando llega el momento de que se desarrolle no pasa nada con él, además, parece que jugará un papel importante en cuanto al tema de la fantasía dentro del film y, nuevamente, nos encontramos con que sólo era para rellenar la historia.
Además de la mala construcción de la mayoría de los personajes, los diálogos son otro problema del guion, son tan pobres y vacíos que por momentos llegan a ser ridículos. A pesar de esto, no puedo decir que es un mal guion porque su trama y su tesis son interesantes, es hasta el final en el que las cosas se le salen un poco de las manos al guionista pero en su desarrollo la historia alcanza buenos momentos, nos regala secuencias interesantes y nos mantiene expectantes sobre lo que va a suceder o está sucediendo más allá de lo visible. Insisto, las intenciones de este film son buenas pero apretando algunos tornillos hubiera sido una producción mucho más decente.
En cuanto a la dirección no hay nada malo que decir. El uso de los colores y los simbolismos logran que el espectador se adentre en esta aventura y, a la vez, se cuestione sobre lo que no es aparente, convirtiéndose en una cinta que le exige al espectador. Además, es bastante interesante ver como el director cambia el tono visual en las escenas iniciales o del pasado para transmitir este ambiente tan superficial pero feliz en el que vivían los personajes y al que aparentemente nunca regresarán.
Otro aspecto a destacar es el auditivo. La música utilizada en la cinta es el perfecto acompañamiento de la historia y aunque sus entradas en escena se sienten muy agresivas son precisamente esas las que se necesitan para hacer énfasis en que los personajes están acabados emocionalmente a pesar de que en el exterior intenten dar la impresión contraria. Además, la mezcla de sonido es bastante buena, algo que no pasa mucho en el cine mexicano, y menos en el cine independiente, que por alguna razón siempre falla en este rubro.
En conclusión, la cinta mexicana ‘Dos Veces Tú’ es un producto bienintencionado pero que no termina por cuajar sus ideas y preceptos más allá de que en su desarrollo pueda tornarse entretenida. Las actuaciones de nuestras protagonistas son fantásticas pero el resto del elenco se queda muy corto. Los personajes y los diálogos están mal desde su concepción. A pesar de esto, la cinta logra salir avante gracias a su dirección, su música, una premisa interesante y el sentimiento de estar viendo un producto mexicano que se sale del molde. Lamentablemente no basta con las buenas intenciones.
Calificación: 5/10
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