Por: David Cavazos (@DavidCav21)
Con un presupuesto de $20 MDD y recaudando en todo el mundo $194 MDD, la primera película de Downton Abbey fue todo un éxito de taquilla, desbancando a su competencia y marcando un récord para Focus Features que no se ha superado hasta la fecha. La primera aventura cinematográfica de la familia Crawley y la servidumbre sirvió como una secuela de la serie de televisión que lograba ser capaz de capturar a todos, incluso al que no haya visto la serie creada y escrita por Julian Fellowes que fue todo un fenómeno inglés durante sus seis temporadas de transmisión. Tuvieron que pasar tres años (gracias a uno que otro retraso) para volver a ver a nuestros personajes favoritos en la gran pantalla ahora afrontando una nueva etapa en sus vidas y en el mundo que les rodea.
Para esta nueva aventura, los habitantes de Downton Abbey vivirán dos eventos paralelos. El primero es la filmación de una película en la mansión, con el fin de ganar dinero para reparar el techo por las goteras (porque sí, los ricos también tienen goteras) y la filmación de esta película muda pondrá de cabeza a todos, incluso al mismo crew que sufre la transición del cine mudo al sonoro. En la segunda historia, nos vamos a Francia, pues la Viuda Condesa de Grantham (Maggie Smith) le es concedida una villa en dicho país por alguien que conoció en el pasado ¿Por qué sucede esto? ¿Hay algún motivo para que esto pase? Es lo que Downton Abbey: Una Nueva Era nos va a presentar, todo de la mano de Simon Curtis (Goodbye, Christopher Robin)
Empecemos con el siguiente cuestionamiento, ¿es necesario ver la serie y la primera película para ver esta nueva aventura? No precisamente. Sí, hay una infinidad de personajes en esta historia y te puedes llegar a perder un poco, pero la película nunca te mantendrá aburrido ya que siempre te está contando algo. En sus dos horas de duración, no hay nada que se desperdicie. Claro que los fanáticos la van a disfrutar más, es un hermoso reencuentro con nuestros personajes favoritos y lo que sucede en el largometraje va a ser una avalancha emocional. Me he cuestionado si esta nueva entrega es mejor que la película del 2019. Yo amé ambas películas, las dos tienen las mismas virtudes, pero siento que Una Nueva Era hace que las virtudes de la anterior se multipliquen a la milésima potencia.
¿Qué puedo decir del diseño de producción? Planos naturales hermosos, vestuarios de lujo, la música de John Lunn sigue siendo increíble, todo lo que veíamos en televisión se siente inmenso una vez que lo vemos en la pantalla grande una vez más, los que han disfrutado de cada apartado, aquí no estarán exceptuados. En lo que respecta al elenco, todos siguen brillando, Hugh Bonneville, Elizabeth McGovern, Penelope Wilton, Jim Carter, Michelle Dockery, Brendan Coyle, Joanne Frogatt y muchos más que aparecen. Las nuevas adiciones son Dominic West, Laura Haddock y Hugh Dancy cuyos momentos en pantalla aportan más diversión que llanto y eso se agradece. Pero si hay alguien que siempre va a destacar es Maggie Smith, durante toda esta historia, ella ha sido la joya de la corona y lo sigue siendo aquí, este personaje sigue conquistando al espectador con su humor irónico y sus atinados comentarios. La película mantiene la virtud de balancear perfectamente a más de 30 personajes y que todos tengan su momento.
Los fans de la serie encontrarán en esta película un festival de emociones, la comedia inglesa simple abunda en los momentos donde desarrollan la filmación dentro del castillo (lo hace de manera muy efectiva), el misterio de la Villa Francesa y la emotividad en un tercer acto que pega mucho al llanto. Fellowes no pierde ningún detalle en el guion, a todos les da su respectiva atención y tiempo en pantalla que hace que ninguno se sienta desperdiciado. Cada historia que abre se cierra. Pero, en esta ocasión, esta película tiene una sensación de final, del cierre de esta historia. Si es que termina así, habrán terminado a la altura, incluso mejor que el mismo final de la serie.
Downton Abbey: Una Nueva Era es otro regalo para los fans de la serie, pero también logra ser muy efectiva para el espectador que no ha entrado en este mundo. Es divertida, es de ritmo veloz y pegará en tus emociones seas fan o no. Tenemos una cita para tomar el té con los Crawley en la gran pantalla. Una invitación a un evento cinematográfico que no se debe rechazar.
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