Competidora en los festivales de cine de Sundance, La Habana y Morelia, y ganadora de un trio de premios en el Festival de Cine de Málaga.
México, 1986. El país se prepara para el inicio de la Copa Mundial de Futbol, pero Carlos (Xabiani Ponce de León), un joven de diecisiete años, prefiere gastar su tiempo en escuchar música, hacer pequeños proyectos de ingeniería y estar con Gera (José Antonio Toledano), su mejor amigo. La vida de Carlos da un giro cuando Rita (Ximena Romo), la hermana de Gera, lo invita a un clandestino club nocturno donde el punk, las drogas y la ambigüedad sexual cobran vida.
Es extraño ver una película mexicana cuyos personajes pertenecen a la clase media. Las comedias románticas que inundan nuestra cartelera cuentan con protagonistas que suelen pertenecer a la socialité de su ciudad, asisten en los mejores lugares, tienen autos de lujo y viven en departamentos de ensueño aunque rara vez los vemos trabajar. Mientras que el cine de arte o el hecho para competir en festivales generalmente realiza crítica social a través del retrato de la clase baja de nuestro país. Pero ‘Esto no es Berlín’, la nueva cinta del mexicano Hari Sama, se desarrolla en el mundo clase mediero y es por esto que para el espectador mexicano resulta un producto refrescante.
Pero no solo es esta exploración de clases la que convierten a esta cinta en una propuesta original, también es la exposición de la contracultura ochentera que pocas veces vemos en las películas mexicanas que se desarrollan durante esta década. Y es que cuando oímos hablar de los 80 viene a nuestra mente la música pop y los colores fosforescentes, pero no todos los jóvenes formaban parte de la cultura pop, en México muchos de ellos imitaban ciertos movimientos provenientes del extranjero cuyo estandarte era el de no pertenecer a nada y ser lo más transgresor posible. Y es precisamente este tipo de movimientos los que se muestran en ‘Esto no es Berlín’.
El mayor mérito de Hari Sama es lo inteligente que resulta su discurso. Y digo que es inteligente porque la historia, en cuanto a su forma, parece ser un homenaje a este tipo de conductas y movimientos, pero en su fondo es todo lo contrario, la mayor parte del film se enfoca en desaprobar este tipo de actitudes y por momentos llega hasta a burlarse de cómo ciertos jóvenes se sentían diferentes pero lo único que hacían era copiar comportamientos de movimientos juveniles de otros países. Lo mejor de todo es que a pesar de esto el film en ningún momento se torna como una fábula moralina, logra mantenerse como una historia anecdótica haciendo que su relato sea más cercano a ‘Trainspotting’ (guardando las debidas proporciones) que a ‘La Rosa de Guadalupe’.
Aunque su trama y sus pretensiones tienen resultados positivos hay algo en cuanto a su guion que esta película descuida: el desarrollo de sus personajes. El arco de nuestro protagonista está bien marcado pero los elementos que lo rodean no parecen suficientes para que se adentre sin temor en el mundo de las adicciones, no es renegado ni por su familia ni por la sociedad en general, de hecho tiene un grupo de amigos bastante sólido. Por otra parte, la madre del protagonista tiene un problema de depresión, lo cual sirve para desarrollar una de las tesis del autor, pero es la construcción de su personaje es bastante cliché, su fondo es nulo y no parece ayudar al desarrollo de la trama. También se nos presenta la posibilidad de un romance entre un par de personajes pero éste nunca se desarrolla y es hasta las últimas escenas cuando recuerdan que en un inicio se había presentado esta trama pero ya a esas alturas el resultado es anecdótico.
En trabajo de Sama en el rubro de la dirección es bastante decente. Hay varios momentos en los que nos muestra escenas poco agradables a la vista cuya intención es incomodar al espectador para que éste empatice con el sentir de los personajes. En otros puntos de la cinta la cámara acompaña al protagonista para dar la sensación de que la historia se está contando en primera persona y así poder sentir el temor envuelto en curiosidad que inunda la cabeza del personaje. El problema es que hay algunos momentos en los que el trabajo de dirección queda a deber haciendo que visualmente parezca el trabajo de un novato.
En general las actuaciones son cumplidoras, aunque debo decir que hay algunas escenas en las que las actuaciones de Xabiani, José Antonio y Mauro Sánchez Navarro son bastante planas cuando deberían ser un poco más explosivas, esto se entiende y hasta se justifica debido a que son actores que están haciendo su debut en un largometraje, la culpa es de la dirección de actores que debió detectar estos momentos, que en verdad son pocos, y exigirles un poco más de sentimientos a los muchachos.
Este cast juvenil se apoya de dos grandes actrices secundarias. La primera, Marina de Tavira, en un papel pequeño pero donde cada una de sus apariciones sirven para demostrar su inmenso talento. La segunda, Ximena Romo, quien nos vuelve a dejar claro que es la mejor actriz juvenil mexicana en este momento, y es que cuando ella aparece en pantalla todo a su alrededor funciona.
‘Esto no es Berlín’ está lejos de ser una película perfecta pero tiene cosas que valen la pena en cada uno de sus apartados, la dirección tiene momentos valiosos, su trama es inteligente y las actuaciones, en términos generales, son más que decentes. Buena opción para disfrutar en el cine y así apoyar a que películas mexicanas de este tipo tengan mayor presencia en nuestra cartelera.
Calificación: 7/10
Por: Freddie Montes (@FreddieMontes)
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