En honor a la idea de que al público hispano lo atraen los títulos telenovelescos ‘Ford v. Ferrari’ llega a nuestro país bajo el nombre de ‘Contra lo Imposible’.
En la década de los 50’s y 60’s la escudería Ferrari dominaba Las 24 Horas de Le Mans, una carrera de resistencia que se corre anualmente en Francia. Por otro lado, Ford era quien mandaba en lo que a venta de autos se refería. Tras un desencuentro entre los dueños de ambas compañías, Henry Ford II decide que es momento de crear un auto de carreras que sea capaz de terminar con la hegemonía de Ferrari en dicho circuito. Para lógralo contrata al diseñador de automóviles Carroll Shelby (Matt Damon), quien tiene la firme convicción de que no sólo se necesita un gran auto, también a un gran conductor, razón por la cual contacta al excéntrico Ken Miles (Christian Bale) para juntos buscar la gloria en Le Mans.
‘Ford v. Ferrari’ está dirigida por James Mangold, un director bastante irregular cuyos films más reconocidos, aunque no necesariamente los mejores, son ‘Girl, Interrupted’, ‘Walk the Line’ y ‘Logan’. Mangold es un director que no cuenta con un estilo propio, puedes revisar su filmografía y no encontrarás un elemento común entre sus obras, la razón es que este hombre se caracteriza por estar al servicio de la productora que lo contrata, del guion que le presentan y de los actores que le eligen dejando a un lado la idea del cine de autor. Y es que sólo así se puede explicar que desarrollando el mismo personaje dentro del mismo universo cinematográfico sea responsable de la malograda ‘The Wolverine’ de 2013 pero también de una de las mejores películas de superhéroes de los últimos tiempos: ‘Logan’ de 2017. Para fortuna de todos, ‘Ford v. Ferrari’ es una cinta que nos permite disfrutar al James Mangold que vale la pena.
El trabajo de este hombre en la dirección se puede dividir en dos momentos. El primero en lo que se refiere a las carreras automovilísticas, no es nada fácil dirigir este tipo de escenas pero Mangold lo hace de manera magistral, no sólo nos emociona cuando vemos a nuestro protagonista al volante, también consigue una sincronización estupenda con lo que está sucediendo en los pits, en el palco con los dueños, con todos los involucrados de la escudería rival, con los otros pilotos y hasta a kilómetros de distancia con la familia del piloto. Hacer que una secuencia larguísima con tantos escenarios y personajes nunca deje de emocionar es algo que se debe reconocer.
Pero esta cinta no es una película exclusivamente sobre carreras de autos, de hecho los dos primeros actos carecen de este elemento ya que sirven para desarrollar a los personajes y sus historias, y es precisamente aquí donde encontramos el segundo y quizás más valioso momento en cuanto a dirección se refiere. Mangold le imprime a un guion interesante pero nada espectacular un toque de agilidad, gracias a su trabajo en la dirección se logran cubrir ciertos baches narrativos trasformando escenas con diálogos largos o poco atractivos en momentos que visualmente captan la atención del espectador.
Pero si hay algo que dentro de su irregular carrera James Mangold ha sabido hacer es dirigir de buena manera a sus actores. Recordemos que por su participación en ‘Girl, Interrupted’ Angelina Jolie ganó su único Oscar, lo mismo sucedió con Reese Witherspoon por ‘Walk the Line’. Aunque en mi opinión el triunfo de ambas fue inmerecido por el año en el que compitieron, inclusive creo que Winona Ryder y Joaquin Phoenix, sus respectivos coprotagonistas, entregan mejores actuaciones que ellas. Otro ejemplo claro de buena dirección de actores es lo hecho con el trio protagónico de ‘Logan’, cuyo trabajo resulta brutal a pesar de estar en un film de superhéroes. Todas estas actuaciones no sólo son buenas sino que están hechas para el agrado de La Academia y en ‘Ford v. Ferrari’ todos los esfuerzos para repetir esta fórmula están puestos en el británico Christian Bale.
Bale vuelve a transformarse físicamente perdiendo casi 30 kilos para poder interpretar a Ken Miles, un personaje excéntrico que por momentos raya la locura pero que se dedica a su familia y cuyo actuar tiene una razón de ser, lo que se resume en un hombre entrañable que es odioso cuando tiene que serlo pero que de un momento a otro puede irse hasta los extremos del romanticismo. Lo buena dirección de actores aunado a la maestría para actuar de Bale permiten que un personaje tan exagerado como este no caiga en ningún momento en la sobreactuación, además de ser una de las grandes actuaciones masculinas del año.
Por supuesto que todos estos elementos hacen que lo de Christian Bale sea “oscareable” pero la decisión del estudio de promocionar como actores protagónicos tanto a él como a Matt Damon hacen que su nominación se vea complicada y su triunfo imposible. Quizás si Bale compitiera como actor de reparto no sólo tendría la nominación en la bolsa, también sería uno de los rivales a vencer.
Y sobre la actuación de Matt Damon, pues, es Matt Damon. Ya estamos acostumbrados a que este actor se interprete a sí mismo, sin embargo en varias ocasiones lo hace de buena manera y en este film somos testigos de ello. Su personaje es muy sobrio, sobre todo cuando se le compara con su coprotagonista, sin embargo hay momentos donde sale de esa actuación tan lineal y ofrece momentos frustración, furia y hasta llanto y con todos cumple de maravilla. Por momentos me recordó al Leo DiCaprio de ‘The Aviator’. Ver a la dupla Damon-Bale en pantalla resulta un deleite.
El guion cumple sin llegar a ser espectacular. Se toma su tiempo para desarrollar a sus personajes y los conflictos que surgen para entrelazarlos a todos en un cierre durante la carrera principal. Es cierto que los dos primeros tercios de película están cargados de diálogos que al no ser sobresalientes pueden aburrir al público, sin embargo todo lo que sucede está bien justificado, no hay nada que esté de relleno y todo ayuda al correcto desarrollo de la trama. A pesar de que la película dura dos horas y media yo no lo quitaría un solo minutos o una sola escena, todo está donde debe estar y al tener en la mayor parte del metraje un buen ritmo termina por sentirse como una cinta de hora y media.
Quizá muchas personas no quieran pagar un boleto para ver una película sobre autos, pero la magia de este film es que la premisa de triunfar en la carrera es sólo la forma, en el fondo se tratan temas mucho más profundos con los que cualquier ser humano ha lidiado. Se habla sobre hasta qué punto nos pedimos exigir a nosotros mismos, sobre la importancia de la amistad y el compañerismo, nos habla del valor de la lealtad no a los demás sino a nosotros mismos. También se toca el tema sobre cómo nos vemos frenados en nuestro trabajo o profesión debido a que a los altos mandos no les parece buena idea o simplemente creen que no dejará ingresos suficientes, con esta premisa se puede identificar desde un cineasta, un mercadólogo o hasta un abogado. Los temas que se tratan de fondo en esta película son universales y le dan mucho más valor al film.
En los aspectos técnicos ‘Ford v. Ferrari’ es maravillosa. Hay un gran trabajo en el departamento de sonido, tanto la mezcla como la edición, sin duda la nominación en ambos categorías está asegurada. El montaje vale mucho la pena, sí porque es un factor importante para que la carrera resulte emocionante pero también por lo ya comentado de que en la carrera principal se mezclan varios escenarios y cada uno tiene su momento especial sin que la emoción del evento principal decaiga. La banda sonora es muy discreta pero vale mucho la pena, quizá no llame mucho la atención en un primer momento pero si te enfocas solo en ella descubrirás que el acompañamiento de ésta en muchos momentos resulta en escenas entrañables.
Algunos comentan que es una película de formula. Lo entiendo y comparto debido a que las actuaciones y varios aspectos técnicos están hechos para competir en las distintas entregas de premios y en que a final de cuentas es una historia más hecha por norteamericanos sobre como los norteamericanos pueden competir en lo que se propongan aunque partan como víctimas. El momento en el que yo discrepo es cuando dicen que la historia también es una formula, no se puede decir eso cuando casi todo lo que paso en la película sucedió tal cual en la vida real, por supuesto hay momentos que no sucedieron y que están al servicio de la dramatización porque si vas a contar una historia de manera idéntica mejor haces un documental y no una película, pero estos momentos son los menos, los sucesos más relevantes sucedieron como se cuentan en la película. No se puede hablar de formula cuando se le respeta tanto a la realidad.
En conclusión, ‘Ford v. Ferrari’ es una muy buena película. La dirección es tan buena como las actuaciones y los aspectos técnicos. Cuando hay autos en la pista todo es sumamente emocionante aunque cuando se desarrolla la trama por momentos resulta tedioso debido a que los diálogos no son muy atractivos pero en cuanto a la historia no hay un solo minuto que sobre ni una sola escena que falte.
Calificación: 8/10
Por: Freddie Montes (@FreddieMontes)
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