Es el último año de primaria y un grupo de amigos conformado por Max (Jacob Tremblay), Lucas (Keith L. Williams) y Thor (Brady Noon) son invitados a su primera “fiesta del beso”, todo bien salvo un pequeño detalle: ninguno de ellos sabe besar. La necesidad de este trio por aprender a hacerlo los llevará a tomar una mala decisión que derivará en una serie de aventuras relacionadas con policías, drogas y juguetes sexuales.
‘Good Boys’ significa el debut cinematográfico de los productores y directores de algunos capítulos de la versión norteamericana de la serie “The Office”, Gene Stupnitsky y Lee Eisenberg, ambos dirigen y escriben este film aunque por alguna razón a Eisenberg sólo le dieron crédito como guionista. Al estar ante el trabajo de debutantes no se puede esperar un estilo de película específico, sin embargo, uno de los productores de esta cinta es Seth Rogan, quien ha producido películas como ‘Superbad’, ‘Pineapple Express’, ‘Buenos Vecinos’ y ‘La Fiesta de las Salchichas’, por lo que queda claro el tipo de comedia que ofrece esta cinta.
Congruente con las películas que forman parte de la filmografía como productor de Rogan, ‘Good Boys’ basa su comedia en chistes infantiles y con una importante carga sexual, lo cual puede resultar molesto y hasta desesperante cuando los protagonistas son veinteañeros o adultos que no se han dado cuenta que lo son, pero en esta ocasión el resultado es fascinante. Las situaciones cómicas funciones debido a que son muy infantiles pero las están viviendo precisamente unos infantes, es totalmente creíble que actúen de tal o cual manera. Las situaciones sexualizadas hacen reír pero en lugar de incomodar logran ser hasta tiernas, nuestro grupo de amigos se encuentra con juguetes sexuales sin saber para qué sirven y creen que son armas que los pueden ayudar a defenderse, lo cual podría parecer ilógico pero estamos hablando de niños por lo que es creíble y hasta tierno. El resultado de todo esto es tan inocente como divertido.
En muchas comedias de este tipo resulta muy complicado que el espectador conecte con los personajes debido a que llegan al extremo fársico o viven situaciones que no todos han vivido, pero en esta ocasión sucede lo contrario, una de las cosas que le da fuerza a esta comedia es precisamente la capacidad que tiene para conectar con su público ya que todos los que la vean en algún momento de su vida fueron niños por lo que vivieron, y sufrieron, alguna de las situaciones por las que pasa nuestro trio de protagonistas. Algunos han experimentado el miedo que puede suponer el declararle tu amor a la chica que te gusta o el coraje cuando ella es pretendida por alguien más, otros han sufrido algún problema familiar que trata de ser suavizado por los adultos aunque de niño entiendes lo que está sucediendo y otros han tenido que sufrir que les pongan un apodo o que no puedan hacer lo que les guste por miedo a la burla. Todos o algunos de estos temores los hemos sufrido de niños por lo que es inevitable identificarse al menos con uno de estos chicos.
Otros puntos a destacar del film son las actuaciones, principalmente la de Jacob Trembley, a quien descubrimos en 2015 en la película ‘Room’ y que cuatro años después se ha consolidado como un actor capaz de dar desarrollarse en cualquier género (ha hecho drama, terror, acción y ahora comedia) sin perder el encanto que lo caracteriza tanto dentro como fuera de la pantalla.
Este film tiene sólo dos problemas pero ambos son grandes problemas. El primero es que algunas de sus situaciones, a pesar de que se entiende que el tono de la película raya un poco en lo fársico, son bastante ilógicas y por momento todo lo que había logrado el guion al conectarnos con los protagonistas a través de sus vivencias se rompe con estos detalles. Lo segundo es que en el segundo acto la película se vuelve repetitiva y se cae por unos minutos, esta situación es fácilmente perceptible pero para fortuna de quien la vaya a ver la película se repone y ofrece un muy buen cierre.
En conclusión, ‘Good Boys’ es una muy buena comedia, con situaciones sumamente graciosas que se sienten reales gracias a que las están viviendo niños, lo cual significa que son sumamente inocentes. Además, no sólo es un film para hacer reír, tiene un mensaje importante sobre la amistad pura y servirá como vehículo para que el espectador recuerde un poco de aquellos tiempos en los que se veía a la niñez como algo del pasado pero a la juventud como algo aún lejano. Créame cuando le digo que hubo momentos en que un servidor no podía parar de reír como desde hace rato no lo hacía con una película. Vaya a verla solo, con su pareja hasta con su familia, siempre y cuando no haya niños en ella porque ni siquiera a los protagonistas se les permitió verla ya que es para mayores de edad aunque en México se vieron buena onda y es para mayores de quince años.
Calificación: 7/10
Por: Freddie Montes (@FreddieMontes)
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