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Foto del escritorDavid Cavazos

John Wick: Chapter 4 - La cúspide del cine de acción moderno

Por David Cavazos (@DavidCav21)


Tuvieron que pasar cuatro años para ver de nuevo a John Wick después de su explosiva tercera película. Para ese momento, la saga ya había llegado a su máximo punto y no sabíamos si podía llegar a más con una nueva película. Se ha notado el aumento de escala desde su primera aparición en el 2014, cuya cinta duraba 110 minutos, la segunda parte, estrenada en 2017, se agrandó hacia los 120 minutos, la tercera parte, lanzada en 2019, volvió a agrandarse a los 130 minutos y para esta cuarta parte que llega a las carteleras, no escatimaron en nada, pues nos entregan 169 minutos de metraje, casi tres horas de puro John Wick orquestado por Chad Stahelski. Nadie imaginó que una simple película de un hombre que busca venganza porque le matan a su perro sería una de las franquicias más sorpresivas del cine, sobre todo cuando su primera película ni siquiera llegó a carteleras mexicanas. Pero también se convirtió en el repunte de la carrera de Keanu Reeves, volviendo a la gloria con una saga consolidada, incluso más que la misma Matrix. Si la duración ha aumentado, también la escala, la magnitud de las andanzas del asesino a sueldo más famoso del cine moderno. ¿Qué puede hacer la cuarta parte que no ha hecho ya? Esto es John Wick: Chapter 4.

Harto, cansado, pero sin dejar de matar, John Wick tiene la oportunidad de su vida para librarse de sus problemas para siempre. Tiene que enfrentarse a un duelo con un poderoso enemigo, si gana obtiene la libertad que tanto ha deseado, si pierde se convierte en una adición más al panteón. Como era de esperarse, no lo tendrá fácil, porque así como hay gente que quiere impedir que Wick triunfe, también hay quienes quieren la cabeza Wick por la millonaria recompensa. De un lado a otro, a John Wick no le queda más que prepararse para un nuevo baño de sangre.


Uno pensaría que para la cuarta película ya no podría dar más, pero nunca hay que dudar de John Wick. Si te preocupa la duración de casi tres horas, olvídate de eso, John Wick sabe cómo convertir ese tiempo en una montaña rusa. Honestamente, no sé cómo han sido capaces de algo como esto, pero se agradece rotundamente. Siendo una franquicia de un estudio que no es mayor como Lionsgate y con una distribución internacional independiente (a México llega de la mano de Corazón Films), es inimaginable que ponga el ejemplo de cómo entretener, de cómo filmar acción, aún en medio de mucho blockbuster que sabe a plástico y CGI. Eso habla del enorme compromiso de Stahelski como director y de Keanu Reeves como productor para brindar un verdadero espectáculo.


Será un punto de debate, pero lo diré de una vez, es la mejor de la franquicia. Es la bomba de acción que uno esperaba ver, sin una gran complejidad en su historia, es un ir y venir de momentos que se relucen en la gran pantalla. En cada apartado va innovando, en su forma de filmar la acción, desde locaciones abiertas y cerradas. Dentro de sus múltiples locaciones, París es la que más se aprovecha en su última hora de metraje. Desde sus efectos prácticos y su impecable manejo de stunts, hace verosímil lo inverosímil. Desde las ya recurrentes peleas en público mientras todos actúan como si nada, así como la espectacularidad simplista sin mucho efecto por computadora, se siente un espectáculo creíble dentro de lo increíble, algo de lo que Stahelski ha aprendido como director. La comedia física que se carga funciona en todo momento. A eso le aumento mi experiencia en la sala, gritos, aplausos, tantos retuerzos en el asiento, fue una hermosa experiencia ver esto en cines y con una sala llena de todo tipo de público que quedó inmerso con la película.

Keanu Reeves ha probado que él es John Wick y que nadie más puede serlo, ha sido un largo viaje para él y esta película se siente como un ocaso, disfrutas de verlo, de cómo suelta sus diálogos, al estilo Bill & Ted. Pero ese desborde de carisma lo posee Donnie Yen en su contraste, pocas veces se ha visto a un personaje tan entrañable e interesante como Caine y posiblemente es la mejor oportunidad que le han dado a Yen en Hollywood, así como la oportunidad de mostrar lo mejor de sí. Bill Skarsgård como el Marqués de Gamont me ha parecido un muy buen villano chiflado, una mente intelectual pero un cobarde y excéntrico en su porte. También Hiroyuki Sanada y RinaSawayama, quienes otorgan secuencias de gung-fu (armas y kung fu) que no se desperdician en lo absoluto, como también Scott Adkins y su caracterización, con sus escenas de pelea con el mismo Wick. Al igual que IanMcShane sigue presente, también no hay que olvidarnos de la presencia de Lance Reddick, quien falleció recientemente por causas naturales y tiene una dedicatoria en esta película. Esto ya no es solamente un show de Keanu Reeves, todo el elenco da un gran aporte, su momento único. Se vuelve ya algo meramente coral y que no se roban minutos entre sí.


Las escenas de acción final antes del clímax duraron poco más de la media hora, la de las escaleras es la que no tiene precio. En distintas locaciones de París y con sus distintas variantes, se convierte en un deleite de la coreografía de acción, de un buen uso de los coches y también de la comedia física a lo Buster Keaton. Todo bastante bien aprovechado en la edición correcta, el sonido adecuado y el impecable trabajo de Dan Lautsen en la fotografía.

John Wick: Chapter 4 no solamente se convierte en la mejor de la saga por su rotunda autoconciencia, es una de las mejores películas de acción de nuestra generación, que no pierde el tiempo en innovar en sus escenas de acción, al igual que un merecido reconocimiento a Keanu Reeves y compañía por el compromiso de dar un espectáculo limpio digno de la gran pantalla. A partir de aquí, el cine de acción hollywoodense tiene el estándar muy alto, gracias a John Wick.

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