Por: Freddie Montes (@FreddieMontes)
Film dirigido, escrito, coproducido y protagonizado por el cineasta neozelandés Taika Waititi, cuyo trabajo más reciente detrás de la cámara fue como director de la cinta de Marvel ‘Thor: Ragnarok’.
Jojo Betzler (Roman Griffin Davis) es un niño alemán cuyo ciego aunque inocente fanatismo nazi lo convierten en un orgulloso integrante de las Juventudes Hitlerianas. A este fiel nacionalismo se suma que el amigo imaginario de Jojo es una versión idiotizada del mismísimo Adolf Hitler (Taika Waititi).
El primer punto a favor de este film es que está contado a través de los ojos de un niño, es decir, estamos ante un relato que nos muestra una visión inocente del régimen nazi. He oído y leído a algunos críticos decir que hay momentos en los que su crítica al nazismo resulta bastante tibia, ante esto tengo un par de cosas que decir, la primera es que no hay mejor y más inteligente manera de criticar algo que haciendo mofa de ello y la segunda es que la historia se está relatando en un tono infantil, y no sólo en su guion también visualmente, es tan colorida como un niño ve la vida, quizá mucha gente no logre adentrarse en este universo porque quiere ver una crítica a este régimen mucho más ruda pero lo que busca 'Jojo Rabbit' es reprobar la ideología nazi a través de una sátira ligera, nada más, no es necesario buscarle más aristas a un relato narrado a través de los ojos de un infante.
Algo que hay que tener claro incluso antes de ver la película es que ‘Jojo Rabbit’ no es una simple comedia, es una comedia fársica, desde el inicio hay momentos que podrían resultar exagerados, simplones o, aunado a lo expuesto en el párrafo anterior, infantiles, pero si tú como espectador logras entender el tono en el que está narrada la cinta podrás entrar rápidamente en este mundo y descubrir un producto fílmico fantástico cuya exploración vale la pena.
Hace unos días escribía sobre la cinta ‘1917’ de Sam Mendes y comentaba que algo que no me había gustado del guion era que los soldados alemanes, o sea los villanos de la historia, eran retratados como robots malignos ligeramente idiotizados. Pero ¿por qué en ‘Jojo Rabbit’ sí funciona este retrato de los alemanes aunque se muestran prácticamente de la misma forma? Sencillo, por el tono en que está contada esta película, mientras la odisea bélica de Mendes busca ser un drama serio sumamente cercano a la realidad, aquí está claro desde el inicio que se quieren burlar de los nazis sin necesidad de exponerlo durante el propio film, nunca vemos a alguien burlarse expresamente de ellos, simplemente los muestran haciendo las cosas que en verdad hacían dentro de un relato cómica para que estos personajes prácticamente se hagan una auto-burla.
Sin contar spoilers y sólo para ejemplificar lo dicho en el párrafo anterior, hay una secuencia del film en el que llegan unos oficiales de la Gestapo a un lugar y saludan a las personas que se encuentran ahí al sonido de “¡Heil, Hiter!”, el característico saludo fascista con el que en verdad se saludaban en aquellos tiempos. Sólo en esa escena se dice “¡Heil, Hiter!” alrededor de cuarenta veces, lo cual podría parecer bobo si se ve de manera aislada pero es la comedia que se maneja en el mundo de 'Jojo Rabbit' y que sirve para ridiculizar las ya de por sí ridículas costumbres de aquellos tiempos.
Pero atención, que a pesar de ser una cinta con un toque de comedia que busca rayar en lo absurdo estamos ante un guion sumamente inteligente, y es que no sólo se necesita cierta habilidad para hacer mofa del nazismo sin parecer una parodia de mal gusto, también en cada dialogo existen textos entre líneas que quizá mucha gente no pueda cachar porque constan de chistes muy elaborados que si alguien no está del todo familiarizado con el rol de varios países en la guerra o con algunos elementos típicos del nazismo no podrá entender. Por supuesto esto no hará que no disfruten o no entiendan la película pero sí que haya momentos en los que otros espectadores rían y ellos no sepan la razón.
El diseño de arte es fantástico, hacer tan colorida una etapa de la historia que el cine se ha encargado de mostrárnosla siempre en tonos grises, tanto narrativa como visualmente, es algo que se reconoce y hasta se agradece. Los vestuarios son los de esa época pero en colores pastel, todos los escenarios son sumamente fieles a la etapa de la historia en la que se desarrolla la trama pero plagados de colores vivos, como los ve un niño.
Más allá de su fantástico guion, que si gana el Oscar no me enojaría en lo más mínimo, hay que reconocer el trabajo histriónico, empezando por Roman Griffin Davis, el pequeño Jojo. No es fácil cargar con el peso de una película siendo un niño, sobre todo una con tintes cómicos que debe mantenerse en la línea de lo fársico sin que caer en lo ridículo, además, es bien sabido que es más fácil hacer llorar que hacer reír. Griffin Davis logra estar impecable en cada momento, nunca deja de ser tierno permitiendo que el espectador jamás olvide que su ideología viene de una pensamiento totalmente inocente víctima de haber nacido durante un régimen tan propagandístico (aunque probablemente todos los regímenes lo sean) como el nazi. Además, este pequeño logra llevarte por todas las emociones posibles sin que haya una sola escena donde parezca que abandonó a su personaje. Por supuesto esto es gracias a él y a su director que logró guiarlo para que su actuación no se cayera ni un segundo.
Interpretando al imaginario Adolf Hitler tenemos a Taika Waititi, quien ya había actuado en una buena cantidad de films pero que sin duda aquí encuentra el mayor reto actoral de su carrera del cual, para la fortuna de él como actor y de nosotros como espectadores, sale bien librado. La razón por la que el director, guionista y coproductor de esta cinta decidió también aparecer en pantalla bajo los bigotes de Hitler es simple: no hubo nadie más en Hollywood que se atreviera a interpretar una versión tan ridiculizada del líder nazi. Seguramente cuando a Waititi se le ocurrió jugar con fuego presentando a un Hitler como el de esta película los productores pensaron que debía ser su responsabilidad hasta la interpretación del personaje. Sea como sea hay que agradecer que así haya sucedido.
Como la madre de nuestro protagonista tenemos a Scarlett Johansson quien funciona a la perfección en un papel que, increíblemente, le otorga al este relato más bondad y dulzura que el mismo Jojo. Sin embargo, creo que su nominación al Oscar fue excesiva sobre todo tomando en cuenta que en esta misma cinta hay una actuación femenina de reparto aún mejor, me refiero a la joven Thomasin McKenzie, en un personaje especial y fundamental para la trama que logra estar a la altura en todo momento y que consigue ser más que un simple apoyo para el arco de personaje del protagonista, sus apariciones en pantalla son tan correctas y poderosas que esta chica logra brillar por sí misma. También tenemos a Sam Rockwell, quien ya nos tiene acostumbrados a entregar interpretaciones tan impecables como entrañables. El resto del elenco funciona bastante bien, inclusive la ridícula y bastante limitada Rebel Wilson quien por primera vez en su carrera logra sacar adelante un papel.
¿Tiene este film cosas negativas? Lamentablemente sí, muy pocas pero las tiene. En la mitad de la cinta tiene un bajón de ritmo muy claro entregándonos pequeños momentos donde se hace tediosa y hasta aburrida. Sí, se logra reponer rápido y de gran manera pero pudieron haber hecho algo mejor durante esos minutos o de plano cortarle un poco a la cinta. También cuenta con algunos momentos ilógicos, por supuesto entiendo y justifico que una comedia fársica está llena de ellos pero hay otros que simplemente son errores completamente aislados al tono de la historia que no se pueden dejar pasar, quizá si no estás de ocioso ni siquiera te des cuenta porque son en verdad mínimos pero si son tan fijados o criticones como un servidor los descubrirán fácilmente.
En conclusión, ‘Jojo Rabbit’ es, sin temor a equivocarme, uno de los mejores films del 2019. Logra convertirse en una sátira sobre el nazismo bastante divertida, entrañable y más inteligente de lo que parece a simple vista. Sus actuaciones son impecables, el diseño de arte es tan colorido como maravilloso, su guion es fantástico no sólo porque logra mantener un mismo tono en un relato que va de la comedia al drama teniendo como escenario de fondo al régimen nazi, también porque prácticamente en cada escena hay por lo menos un dialogo que hace mofa de los nazis de manera inteligente pero entre líneas. Es una película que todo el público puede disfrutar y cuya revisión es casi obligada.
Calificación: 8/10
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