Por: David Cavazos (@DavidCav21)
Normalmente suelo hacer una introducción muy entusiasta de lo que sabía de la película, antes de hablar de la trama y sus aspectos. Pero este no va a ser el caso, no solo por el resultado final de la película, sino también porque no sabía nada de ella. Había causado cierta relevancia en su estreno en cines americanos por lo que ver esta película era más porque tenía que hacerlo, en lugar de querer hacerlo. Lo que terminé viendo fue una película rara que, si bien tiene aspectos muy destacables, la ejecución no le ayudó tanto.
En las manos de la directora y guionista Miranda July, nos llega Kajillionaire. La cual nos narra la historia de una familia de embaucadores que solo andan buscando a ver qué cosas de valor encuentran. El enfoque principal es la hija Old Dolio (Evan Rachel Wood de Westworld) pues se ha criado de manera muy particular dado a lo cínicos que son sus padres (Richard Jenkins y Debra Winger), entre los tres se han dedicado a estafar como los parásitos que son. A esa rara familia, se les une Melanie (Gina Rodriguez de Jane the Virgin) quien cambiará la vida y forma de trabajar de dicha familia.
Esta película me dejó con una sensación sumamente gris, hay muchas cosas que podría rescatar, pero para llegar a esos momentos importantes debo pasar por esos aspectos negativos. Lo primero a destacar es lo poco convencional que es, se trata de una película cuya estructura no recae en la típica película de Hollywood, mantiene una esencia única en su forma de contar la historia que, más allá de una ejecución con tropiezos, se agradece que se tomen los riesgos necesarios para relatar una historia de por sí particular.
Entre lo más destacable está su protagonista, una magnífica Evan Rachel Wood cuyo personaje transmite una conexión con el espectador en la manera de sobresalir y conocer verdaderamente el entorno, además de que causa cierta simpatía, aunque le cueste mucho expresarse. Richard Jenkins también está genial, sobre todo por su actitud algo cínica e irreverente. En el caso de Debra Winger y Gina Rodriguez, están bien; pero quedando opacadas por estos dos últimos. Otro aspecto (y el último positivo) a destacar son los primeros veinte minutos de la película y también los últimos veinte minutos de la misma. En la primera parte vemos la dinámica de los personajes, cómo se las viven; te recordará un poco a Parasite, pero a la milésima potencia y al estilo callejero. En cambio, los últimos veinte minutos son algo satisfactorio, algo inesperado, pero al menos cerraron la película en una nota correcta en la que no te defraudará.
El verdadero problema de la película recae después de los primeros veinte minutos, con la llegada de Melanie, desde ese momento, el ritmo empieza a destruir poco a poco la película. Como consecuencia de ello, gran parte de las situaciones no me generaban mucho interés, no fue hasta el final que me dio mucho gusto haber tenido la decisión de seguir viéndola. Sólo por Evan Rachel Wood la película se sostiene, pero el tono dramático por momentos no encajaba con la película, le hacía falta un poco más de irreverencia y sentido del humor (porque en teoría, esto es una dramedy). No con el fin de que sea más amigable con el público, sino con el fin de que le aportara más a la esencia que tiene, una distinta pero que pudo ser elevada con mejores resultados, porque la película carga con un buen potencial que se limita.
Por último, la película deja varios cabos sueltos, el que más me afectó es por qué la familia llegó a parar a dichas condiciones con las que iniciamos la película. Es una peculiar presentación, pero con falta de contexto.
Kajillionaire tiene sus momentos de brillantez que pueden ser opacados por un ritmo muy irregular. Tiene ese toque único y poco convencional en el que merece la pena su visionado, pero el enfoque final de la película no hace mucho para destacar esa variedad que intentaba aportar al principio. No es una estafa, pero queda debiendo en cuanto a experiencia.
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Una de las peores críticas cinematográficas que he leído, llena de contradicciones, escrita claramente por alguien acostumbrado a comentar blockbusters, con problemas de redacción (repite incesantemente la palabra ”película“ como si el lector no supiera que de eso trata el texto) y un análisis que intenta ser profundo y es de una ligereza impactante. Muy mal.