Por: David Cavazos (@DavidCav21)
Tras su éxito en el Festival de Sitges de este año, en el cual fue la gran ganadora, nos llega lo nuevo de A24 directamente desde Islandia: Lamb. Una cinta que aparentemente se ha vendido como una historia de terror folklórico, pero que realmente es un relato pasivo sobre la soledad, la pérdida y la llegada de personas que cambian tu vida para brindarte felicidad e incluso rarezas. De la mano de Valdimar Jóhannsson, para quien es su ópera prima, Lamb es una película que cambiaría tu vida y quizás el sentido de ser padre.
María e Ingvar son un matrimonio que vive en una solitaria y alejada granja en Islandia. Durante un tiempo han intentado, sin éxito, tener un hijo. Pero las cosas cambian cuando en el parto de una de sus ovejas nace una cordera particular y única. Su nombre es Ada y entre más pasa el tiempo, más la tratan como una humana. La nueva miembro de la familia cambiará la vida del matrimonio, brindándole momentos de felicidad pero también momentos que les afectarán para siempre.
Lamb te pide paciencia, te pide tiempo y también te pide un poco de paz. A final de cuentas, saldrás recompensado. Los que piensen que verán una película de terror u horror psicológico, es mejor que vayan preparándose para no recibir eso. Esta es una historia de pérdida, de llenar un vacío con presencias inesperadas. Es un muy hermoso cuento que poco a poco nos encamina a momentos desconcertantes pero también algo tiernos. Cada vez que Ada está en pantalla, sonrío. Me muero de ternura, además de que visualmente es fantástica.
Noomi Rapace, quien interpreta a María, está bastante bien en pantalla, al igual que todo el apartado técnico. La película es solamente la vida de una pareja encontrando la felicidad en el momento más inesperado de sus vidas, con la presencia que están dispuestos a aceptar con tal de ser felices. Claro, como cualquier película distribuida por A24, cuenta con momentos lentos, desconcertantes, pero también se caracteriza por ser una película impredecible sin perder la atención al detalle. También cuenta con momentos de ternura y felicidad que Ada aporta en cada momento, pero estamos hablando de una fantasía retorcida con la realidad porque nos dan una representación de una familia “normal” con un sentido de la paternidad creado a través de las rarezas que te proporciona la vida.
Lamb es el inicio de lo que puede ser una prometedora carrera como director para Jóhannsson, quien pone todo su empeño en contar un cuento efectivo para los que disfrutan de lo poco convencional, porque estamos claros en que una cordera humana no es para nada convencional.
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