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Foto del escritorDavid Cavazos

Last Night in Soho: Una fantasía más peligrosa que la realidad

Por: David Cavazos (@DavidCav21)


Edgar Wright vuelve, ahora con su segunda película en este año después del documental The Sparks Brothers. Tras explorar géneros y subgéneros como el de la comedia con zombies, el policíaco, la acción y la ciencia ficción, Wright explora otro terreno que le hacía falta abordar: el terror psicológico. Siendo una de las propuestas más llamativas del género, llega Last Night in Soho como una prueba más del estilo que tiene Wright para explotar sus historia a través de lo visual, encontrando inspiración dentro de sus tierras, en uno de los barrios más icónicos de Londres. Ahora, con dos de las actrices jóvenes más destacables del momento, Thomasin McKenzie (Jojo Rabbit) y Anya Taylor-Joy (La Bruja).


Eloise Turner (McKenzie) sueña con ser diseñadora de modas y ese sueño está a punto de cumplirse una vez que se mude a Londres a estudiar dicho arte. Pero si bien su comienzo en dicha ciudad no fue el mejor, dentro de su departamento en el barrio de Soho descubre que, cuando duerme, sueña con otra persona del mismo barrio pero en los años 60 's. Es así como Eloise se mete en el mundo de Sandie (Taylor-Joy), otra soñadora más. La fantasía de Eloise empieza a ser linda y repleta de nostalgia, pero descubrirá que los sueños pueden ser incluso más terroríficos que la realidad.


Supongo que esta es mi Dune. Todos aman Dune, a mí me importó muy poco. Amo Last Night in Soho, pero ha dividido a medio mundo. Hago mención a la película de Villenueve en el sentido de venderte una experiencia con la cual yo no sentí emoción alguna. Mientras que la película de Wright, es de esas pocas producciones con las que no estaba preguntándome cuánto falta para que termine, ni mirar el reloj, ni nada por el estilo. La experiencia que me querían vender en Dune, la viví realmente en Last Night in Soho. Yo sólo puedo decir que Edgar Wright no me ha fallado y que el thriller/terror psicológico se suma a la lista de géneros que domina a la perfección, solamente falta que haga un musical.


Me sentí inmerso en esta historia y en sus personajes. Thomasin McKenzie es, para mí, la que más resalta de esta película sin necesidad de ser los ojos de la audiencia, incluso más que Anya Taylor-Joy, aunque ella no se queda atrás. Y a Matt Smith ya lo puedo valorar más. Es una historia sobre esos sueños que siempre tenemos, el desear ser alguien más como un escape. Pero cuando nos llega ese golpe de realidad, de que los sueños se cumplen con medios cuestionables, llega el verdadero terror. Nos envuelven en un misterio atrapante que nos desvía y nos cuestiona en todo momento, recorremos toda clase de caminos para descubrir el misterio de un barrio único.


Las canciones de esta película no están aquí porque sí, ni solamente porque estén adecuadas a la época. Tal como en Baby Driver, las canciones están para representar el momento, las emociones, pensamientos y sueños de la protagonista, además de convertir a Soho en un personaje propio. La película no tiene problema alguno en lucirse a través del vestuario, la música y los elementos que la hacen terrorífica.


El tema del concepto de la mujer en los 60 's queda un poco de fondo (aunque no está mal que se aborde), pero el que sobresale es el de la salud mental, hay mucho qué tocar aquí y va perfectamente de la mano con los muy bien ejecutados momentos de terror. Son temas que Wright no había abordado antes, lo cual es sorpresivo. A pesar de que algunos son jumpscares, el manejo del color y la galería de personajes que nos ofrece en contraste con la fantasía junto con el estilo que Wright siempre brinda se encarga de amplificar un ambiente de tensión donde ya no sabes qué es más terrorífico, si la fantasía o la realidad.


La producción, de primer nivel. El suspenso que genera esta película la convierte en mi thriller/terror favorito del año. Pero también ha sido de las producciones más divisivas del año. Honestamente, es algo que no entiendo. Parte de las críticas van más hacia la segunda mitad de la película, cuando el misterio se desenvuelve. Cuando lo hace, lo hace de una manera tan interesante y con motivaciones que podríamos debatir entre lo justificable y lo necesario. Es un rompecabezas en el que en cada pieza encuentras algo qué apreciar, cuando éste se arma, encuentras una obra muy completa que lo tiene todo: un concepto interesante, un soundtrack que se convierte en otro personaje, temas que van de la mano con su protagonista y un misterio con giros que intrigan de principio a fin.


Last Night in Soho es un excelente ejercicio de terror para Edgar Wright que podrá dividir al público, entre los que la odien y los que la amen. Yo estoy en esta segunda posición, encuentro en esta película un inmerso thriller del cual no querrás perderte ningún detalle, con una producción impecable y un misterio que, si bien durará una noche, sus emociones durarán por siempre.


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