Por: Ale Vega (@PATHGRETEL)
Al querer hablar del cine negro hecho en México, nos es difícil acceder a ejemplos claros o reconocidos. Esto es tal vez porque el género no ha sido tan explotado en nuestro país como en Estados Unidos, o inclusive en Europa. Además, considerando que muchas veces las cintas que involucran elementos policiacos se inclinan hacia el tono de la comedia o del drama, nos quedan pocas opciones para descubrir noirs nacionales exitosos.
Afortunadamente, los cineastas actuales que están presentando propuestas innovadoras van en aumento. Uno de ellos es el director Mario Muñoz, quien después de dar a conocer su nombre con el filme ‘Bajo La Sal’ (2008), vuelve este año a nuestras pantallas para regalarnos la adaptación ‘Los Minutos Negros’.
Basada en el libro homónimo del 2009, esta película nos cuenta de Vicente Rangel (Leonardo Ortizgris), un detective en Paracuán comprometido en resolver los infanticidios cometidos en El Palmar en la década de los 70’s. Para lograrlo hace equipo con Ramón “El Macetón” Cabrera (Krystian Ferrer), un joven recién ingresado que busca ganarse un puesto en la comisaría, cuya inocencia va de la mano con sus honestas ganas de colaborar. Este par tiene que hacerle frente no sólo al peligroso agente “Travolta” (Carlos Aragón), también al corrupto sistema judicial, para atrapar al criminal apodado “Chacal”.
Mario Muñoz llega a esta historia de manera fortuita, al encontrarse la novela en una librería ahora extinta. Enamorado de su prosa y los personajes, se acerca a Martín Solares, escritor de la misma, para realizar juntos el guion. Este desarrollo es uno de los puntos fuertes de ‘Los Minutos Negros’, ya que en su forma de relatar nos permite adentrarnos en el desolador panorama al mismo tiempo que nos encariñamos, casi de modo automático, con sus protagonistas. Los diálogos fluyen orgánicamente y se solidifican en los momentos más álgidos, donde los peores rasgos del ser humano afloran, consiguiendo escenas memorables.
Esto, por supuesto, no sería posible sin las grandes actuaciones de los papeles principales. Leonardo Ortizgris es un policía amañado debido a los varios infortunios atestiguados, pero no por ello le falta carisma ni agudeza mental, y continúa poniendo por encima el interés en su labor. Krystian Ferrer, por otro lado, es la personificación de la ingenuidad, y a través de sus ojos y los silencios que muy adecuadamente maneja, observamos su camino a la madurez, que le aporta a ‘Los Minutos Negros’ un aire de coming of age agradable e inesperado. Este par de grandes actores están acompañados por un muy siniestro Carlos Aragón, una simpática Tiaré Scanda y un entrañable Mauricio Isaac, todos enriqueciendo la película con su presencia.
Nominada a ocho galardones en los Premios Ariel del 2022, ‘Los Minutos Negros’ es una intensa exploración a la violencia normalizada de nuestro país y la innumerable cantidad de veces que ésta es solapada e incluso avivada por ambiciones particulares. El largometraje incita al espectador a hacer conciencia de lo que elegimos ignorar o no reclamar a las autoridades, pero además advierte, con ciertos miramientos, que las gestas que tomemos deben tener siempre un cariz cuidadoso. A final de cuentas, las acciones heroicas, por muy bienintencionadas que sean, pueden convertirse en eventos fatídicos posibles de borrar.
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