Por: David Cavazos (@DavidCav21)
Nos volvemos a encontrar con Pixar en lo que es su segunda película para la plataforma de Disney Plus después de Soul (2020). Ahora el estudio responsable de grandes películas como Toy Story (1995) o Monsters Inc. (2001) está de vuelta para llevarnos a una aventura a la italiana de la cual se ha especulado mucho. Desde que la premisa salió, surgieron comparaciones con Call me by Your Name (2017), mientras que otros argumentaron que sería una película con elementos LGBTQ.
Estamos ante una historia original, de uno de los más grandes estudios de animación de la historia, ahora de la mano del director italiano Enrico Casarosa quien le inyectará todo su poder a esta propuesta que está inspirada en su infancia y es dedicada al fallecido compositor Ennio Morricone (quien estaba pensado para componer la música de la película). Esto es Luca, la nueva propuesta de Pixar que nos lleva a la Italia de los años 50.
En las profundidades del mar, el monstruo marino de 13 años de edad Luca Paguro, vive con su familia, fungiendo como granjero. Fascinado por recolectar cosas, Luca siente la curiosidad de saber cómo es el mundo exterior, aunque sus padres le prohíben ir a la superficie. Todo cambiará cuando Luca conozca al envalentonado Alberto Scorfano, otro monstruo marino con el que forjará una amistad e irá a la superficie, ahí se convertirán en humanos con tan solo salir del agua. Ambientada en el pueblo de Portorosso en Italia, Luca y Alberto tratarán de vivir su vida al máximo pero tratando de ocultar su verdadero ser para evitar ser asesinados en un pueblo donde consumen peces y ansían matar monstruos marinos. Pero, por sobre todas las cosas, este para se las arreglará para pasar los días de verano donde conocerán a su nueva amiga Giulia y tratarán de conseguir su tan anhelada moto Vesspa.
Las películas de Pixar se han encargado de mostrar su mundo al mayor detalle para que podamos fascinarnos de su entorno, lo han hecho con Monsters Inc. (2001), Inside Out (2015) o la misma Soul (2020), pero el caso de Luca es muy particular porque es muy probable que sea de las películas menos ambiciosas de Pixar, el mundo marino que nos ofrece no es explorado en su totalidad y ese no es el enfoque que quiere tomar la película, pero también la película peca de tomar conceptos ya muy utilizados en películas anteriores, la dinámica de pez fuera del agua o la curiosidad de ir a la superficie/mundo exterior, una comparación directa con La Sirenita (1989). Comparada con otras historias del estudio, no hay una novedad que destaque, pero sí hay un enorme corazón que sí lo hace, porque a Luca lo que le falta de ambición lo compensa de encanto, el mundo marino no es lo que luce, lo que luce es Portorosso, no luce la mitología de estas criaturas, luce la amistad entre Luca y Alberto, dos personajes que son el alma de esta historia, una amistad (más no amor) guiada por la aventura y la libertad, de escapar del aburrimiento. Sí, hay cierta analogía interesante guiada hacia la comunidad LGBTQ donde intentan ocultar su verdadero ser para evitar ser perseguidos o rechazados por el resto, en eso reside esa expectativa cumplida, es un punto logrado de buena manera.
La animación se encarga de lucir con creces a Portorosso, a sus personajes y pensamientos, con esos momentos breves de slapstick donde se presta para lo caricaturesco pero con ciertas tomas que también rayan en lo hiperrealista, algo que ha caracterizado al estudio por mucho tiempo. Tal como lo hicieron en Coco (2017) en México, Luca lo hace en Italia de gran manera. Pero también el pueblo de Portorosso es un personaje más, su gente y bromas entre ellos que funcionan dentro de lo que pueden ofrecer. Por sobre todas las cosas, esta es una película sobre la amistad, sobre el viaje de descubrimientos de dos chicos que lo que anhelan es ir más allá de sus vidas viajando en una Vesspa. Descubrir qué quieres ser en la vida, conocer más allá de lo que habías conocido, descubrir que el mundo de los humanos no es tan malo y enfrentarse en una carrera, todo esto dentro de un verano. El corazón de la película radica en esos tópicos, en encontrar toda una aventura con las personas indicadas porque además de Alberto está Giulia quien también forma parte de ese corazón, es la introducción a este mundo.
Pude ver la película de manera anticipada una semana antes de su estreno, en su idioma original donde destacó rotundamente a Jacob Tremblay como Luca y Jack Dylan Grazer como Alberto, le toman expresividad a sus personajes desde el temor hasta la valentía y complementan a dos personajes bastante adorables que tienen su respectivo momento de brillar pero su amistad es el centro de todo. Obviamente tiene ciertos momentos típicos que ya vimos en otras películas, pero como ya conectamos con ellos, se perdona un poco. Dentro de la fórmula de Pixar, se agradece la ausencia del típico plot twist del personaje que parece bueno pero es el villano, eso no lo tenemos aquí…por suerte. Tampoco hay mucho giro, sus ambiciones no recaen en eso, sino en plasmar toda una esencia italiana gracias a la ambientación y la música de Dan Romer. No es de esas películas del estudio que te va a sacar un mar de lágrimas, quizás solamente un par, pero las emociones que transmite esta película son tan efectivas que te brindarán una sonrisa de principio a fin. No será de las cinco o diez mejores del estudio, pero sí estará dentro de esas aventuras memorables que quieres revisitar.
Luca podrá carecer de esa profundidad o ambición que otras películas de Pixar reflejó, pero su corazón al presentar personajes memorables y mensajes bien implementados es lo que compensa una muy tierna y dinámica aventura a la italiana. Un poco lejos de ser de lo mejor del estudio pero lo suficientemente encantadora, no solamente para pasar un buen rato, sino que te quedes con algo de lo que la película te dio, algún mensaje, la analogía LGBTQ o esa ambientación increíble. Es una película pequeña en realidad, pero de gran encanto.
Comments