Por: David Cavazos (@DavidCav21)
Siendo fanático de la intérprete de Shake it off o …Ready for it?, era inevitable comentar este documental que, sorpresivamente, deja un poco de lado el modo que otras películas sobre cantantes (Jonas Brothers, Hannah Montana y Justin Bieber) han abordado, el de los conciertos. Claro, Swift ya tiene un concierto hecho película para Netflix pero Miss Americana es algo relativamente distinto. El título de la película (sonando casi patriota) proviene de una de sus canciones de su álbum más reciente. Bajo la dirección de Lana Wilson, este documental no nos cuenta exactamente la vida de Taylor Swift, nos muestra su opinión del mundo que le rodea y de los problemas que ha cruzado a lo largo de su carrera, tanto problemas personales como políticos, además de abordar un poco su sentir al momento de escribir sus canciones porque, si de algo Swift tiene mi respeto es que la ha puesto alma y contexto a cada una de sus canciones, mucho más alma que cualquier otro artista buscando desesperadamente un nuevo hit. Es por eso que, con más de trece años de carrera, Taylor Swift sigue siendo una de las más grandes estrellas del medio, con millones de discos vendidos y con conciertos cuya cantidad de entradas vendidas ha sido todo un récord, con un estilo musical ganador de muchos premios. Pero este documental hace que veamos la faceta que muchos querían ver en la cantante de 30 años, la persona común que lidia con la fama y con los problemas de ser mujer hoy en día.
Para los haters o gente que no entra de lleno en su música, Swift es una chica necesitada de atención cuya vida es sólo una ventana de falsedades y publicidad sobre ella misma. Para otros es una chica que no está dispuesta a crecer y tener verdaderos problemas. Para otros es una niña millonaria mimada que nada en billetes con todo lo que genera de sus canciones. En el peor de los casos, también la han llamado “devora hombres” por la ridícula cantidad de parejas que ha tenido y que le ha servido de inspiración para gran parte de sus canciones. Pero para los fanáticos (incluyéndome), Swift es alguien cuyo éxito se lo tiene ganado, por esfuerzo y porque varias de sus canciones llegan a identificar en mucha gente, esto se menciona en la película. Pero al mismo tiempo, es una chica que no la ha pasado bien. En Miss Americana, Taylor Swift es intimista con su público, con los fanáticos y con los que no lo son.
Los temas de esta película son variados. Vemos varias escenas donde notamos la composición de las canciones, lo cual para los fanáticos es más que placentero, sobresale la presencia de Brendon Urie de Panic! at the Disco. Pero lo que también vemos es un resumen de los problemas que vivió. El más recordado es el de Kanye West, tanto en la robada de micrófono de las premiaciones de hace ya una década, como el video musical del rapero donde la degradan. No hace falta saber que West es un completo idiota en cualquier aspecto, eso lo sabemos una vez que vemos sus desplantes. También la ola de hate que recibió en Twitter y por la que hizo que desapareciera durante casi dos años hasta que volvió para soltar a la serpiente llamada reputation. Un punto negativo (y positivo a la vez) de la película es que para los fanáticos, esto ya es más que conocido por lo que quizás esto sirva de contexto para los no fanáticos. Pero ese contexto no era el que más interesaba al público.
El documental se hace valer por la motivación que le da Taylor Swift a su público, y no habla necesariamente de seguir tus sueños, sino de luchar por tus derechos y por lo que es correcto. Está el factor que nos cuenta la cantante sobre sus problemas alimenticios y cómo su físico. Los problemas de anorexia son algo que a mucha gente le puede identificar y el mensaje de aceptar tu cuerpo, de no preocuparte de lo que dicen los demás. También retrata el acoso sexual que vivió y que su palabra se vio en duda, aún cuando había pruebas, no todos le creían. Es ahí donde te motiva a luchar por cambiar las cosas, si es que sufriste una situación de este tipo. Te obliga a no quedarte callada y luchar por lo correcto, como también lo aborda el tema político. Si bien es cuestionable que una artista use sus influencias para fines políticos, aquí es usado para bien. Muestra la lucha contra una política machista y retrógrada en lo que los derechos para las mujeres y su seguridad son escasas, donde los derechos para la comunidad LGBT también escasea por los mandatarios republicanos y conservadores.
Es ahí donde Miss Americana deja de ser un documental superficial para ser un documental necesario para nuestros tiempos, con momentos que a mucha gente le podrá identificar. Si no eres fanático de su música, quizá algunas escenas con sus canciones no serán de tu agrado, pero el verdadero valor está en lo que Swift nos cuenta y los problemas que sufre como un persona normal como ella, usted querido lector y un servidor. Con la diva que tenemos en la película, se trata de una personalidad más humilde que aprecia a sus fanáticos y a su público, con los que constantemente ha crecido. Un documental que vale mucho la pena por su mensaje. No sólo es una muestra más del gigantesco éxito de la cantante (el cual se lo merece), sino que también ha influido en nuestras vidas. Para todos los haters del mundo, llegó la protagonistas de sus peores pesadillas.
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