Por: Ale Vega (@PATHGRETEL)
¿Qué tan poderoso tiene que ser el artífice que detone una necesidad por cambiar las cosas para una persona? Pensando superficialmente, viene a nuestra mente una tragedia, una injusticia o algo irreparable. Sin embargo, tenemos que aprender a alejar la fatalidad de nuestras acostumbradas mentes: Muchas de esas ocasiones, dicha necesidad proviene de observar en el día a día, los ejemplos, el alrededor.
En el caso de Vivian Carter (Hadley Robinson) viene de dos elementos: Una mamá que funge como modelo a seguir, y una banda punk integrada por mujeres, llamada Bikini Kill. Con esta premisa comienza ‘MOXIE!’ la más reciente película de la reconocida comediante Amy Poehler, a quien anteriormente habíamos visto dirigir en ‘Wine Country’. ‘MOXIE!’ es su segundo largometraje, que trata acerca de esta adolescente obediente, que suele ser callada y se considera a sí misma introvertida, quien deja de serlo cuando la música y la memorabilia que su madre (interpretada por la propia Amy) guarda la hacen comenzar a cuestionar las conductas que desde siempre ha considerado normales entre sus compañeros de clase. Esta situación converge con la aparición en su vida de la inteligente y feroz Lucy (Alycia Pascual-Peña), de la que aprenderá a no quedarse callada y a denunciar lo que es incorrecto. Junto a ella y a su mejor amiga Claudia (Lauren Tsai), formarán un grupo de mujeres que irán descubriendo juntas la sororidad, el feminismo y su poder.
‘MOXIE!’ funciona muy bien como una coming-of-age que nos permite disfrutar de la transición de la protagonista, viendo como su proceso hacia la madurez se alimenta de las posturas de féminas que viven lo mismo que ella, pero dentro de diferentes esquemas: Observamos cómo lo viven las chicas de otras razas y nacionalidades (incluso desde la visión trans), para dimensionar –al menos en un vistazo– que para ellas incluso se trata de lidiar con el doble de prejuicios, discriminaciones y obstáculos. El círculo que crean, y con el que estas jóvenes se arman de fuerza, enseña a su audiencia que lo primordial es rodearse de gente que te quiera y te anime a ser quien eres, a romper los estándares y a enfrentar lo establecido, y muestra también que todos esos cánones por romper no sólo vienen de los hombres: La directora de su escuela, la infame profesora Shelley (Marcia Gay Harden), es un vivo ejemplo de que todos venimos de una educación patriarcal y arcaica, y depende de nuestro criterio e inteligencia modificar todo aquello que aprendimos para mal.
Basada en la novela homónima escrita por Jennifer Mathieu, ‘MOXIE!’ también hace mención de lo mal que está hablar o calificar el físico de las personas, lo importante que es valorar el esfuerzo de las generaciones anteriores, la forma de utilizar las redes sociales positivamente, y que gritar (metafórica y literalmente) sirve mucho en un mundo que insiste en fingir ser sordo. Con todo esto en contexto, a la película puede acusársele de sobreexplicar e intentar añadir demasiados temas dentro de su tiempo de duración; sin embargo, entendiendo el panorama en épocas recientes y la urgencia de que ese mismo cambie, ¿no sería esto algo que incluso hay que agradecerle?
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