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Once Upon a Time in…Hollywood: La ‘Roma’ de Quentin Tarantino

Actualizado: 22 sept 2019

Leonardo DiCaprio, Brad Pitt y Margot Robbie protagonizan el noveno y supuestamente penúltimo film de Quentin Tarantino como director.


Finales de la década de los 60’s. Rick Dalton (Leonardo DiCaprio) es un actor de Hollywood venido a menos que se gana la vida actuando como secundario en westerns para televisión. Él y su doble de acción Cliff Booth (Brad Pitt) se verán ligados con Sharon Tate (Margot Robbie), esposa del prometedor director de cine Roman Polanski, y con algunos miembros de la secta conocida como ‘La Familia Manson’.

En una entrevista reciente, Quentin Tarantino dijo que ‘Once Upon a Time in…Hollywood’ era para él lo que ‘Roma’ había sido para Alfonso Cuarón, y es cierto. Estamos ante un film sumamente personal, lleno de elementos nostálgicos para todo aquel que haya vivido en la época que se narra la historia y, sobre todo, ante una carta de amor para la ciudad no en la que él creció pero sí en la que nació su pasión por el cine. Pero ¿Es esta película puro sentimentalismo o estamos ante un Quentin Tarantino al nivel de sus mejores producciones?

Lo primero que hay que decir de ‘Once Upon a Time in…Hollywood’ es que es una película completamente de diálogos, los cuales han sido tan bien llevados por Tarantino a lo largo de su filmografía que no sólo se han convertido en una característica de su cine, también han sido responsables de que este cineasta originario de Tennessee sea considerado uno de los mayores exponentes del cine contemporáneo. Sin embargo, en esta ocasión los diálogos carecen de ese “elemento Tarantino”, nunca nos encontramos con el subtexto que tan bien maneja, por ejemplo, en ‘Inglourious Basterds’, o esos diálogos que aunque son eternos tarde o temprano llevan a algo como los de ‘Death Proof’, o mínimo aquellas conversaciones que aunque no derivan en nada nos sirven para conocer a nuestros personajes como en ‘Reservoir Dogs’.

Nuevamente en una película de Tarantino tenemos varios personajes cuyas historias se entrelazan a través de un hecho en común, pero en esta ocasión únicamente se desarrolla la de los protagonistas, Rick Dalton y Cliff Booth, los secundarios simplemente están ahí de relleno. Por ejemplo, la historia de Sharon Tate tenía varias aristas para desarrollarse: su relación con Polanski, con Bruce Lee o inclusive ver más de la vida personal de una mujer en aquel Hollywood donde era tan complicado hacer una carrera como actriz. Y ni que decir de lo que se pudo contar en torno a los integrantes de la familia Manson, inclusive de su mismo líder, Charles Manson, el cual aparece en una sola escena. Creo que en vez de llenarnos de escenas repetitivas de los dos protagonistas pudieron sustituirlas por más historia de los personajes comentados, o de plano reducir los momentos de Dalton y Booth y hacer una película más corta pero con mucho mejor ritmo.


A pesar de lo dicho, Quentin Tarantino no deja atrás su gran talento para dirigir, logra llevarnos a través de las calles de Hollywood de una manera increíble, tiene momentos muy valiosos visualmente hablando y cuando logra hilar momentos interesantes consigue secuencias muy fieles a su estilo. Además, vuelve a endulzarnos el oído con un gran soundtrack y ni que decir del final, que sin contar ningún spoiler puedo decir que contiene todo lo que buscamos en el cine de este hombre: violencia, comedia negra y diálogos que te mantienen lleno de tensión. Recordemos que un buen tercer acto redime lo que sea de los dos primeros, y en esta ocasión el último acto no sólo es superior a sus antecesores…es soberbio.

Pero si hay algo que destacar de este film son sus actuaciones protagónicas. Leonardo DiCaprio y Brad Pitt están en un nivel brutal. Por un lado, vemos como DiCaprio se pasea por todos los rangos actorales, de ser un galán pasa a convertirse en un tipo que te transmite lástima, y en un par de escenas logra ir del enojo al llanto frente a la cámara, sin cortes, y aunque la naturaleza de la escena sea cómica no deja de asombrar al espectador. Y ni que decir de Brad Pitt, no sólo consigue ser tan encantador como badass, también muestra cierta decadencia que muchos actores de su estilo, que han sido catalogado toda su carrera como galanes, tienen miedo a interpretar en la pantalla grande, pero él se suelta totalmente y disfruta lo que está haciendo.


En conclusión, la película más personal de Tarantino no resulta ser la mejor de su filmografía, puede resultar aburrida para aquellos que son fans de este director por la violencia o las escenas de acción que suele mostrar o para aquellos que no disfruten de una película de diálogos. A contrario sensu me parece que es la película ideal para aquellos que aman el cine de antaño. Lo que no se puede negar es que el film tiene grandes cualidades y que es una de las producciones más decentes que hemos visto en lo que va del año. Sin embargo, tomando en cuenta las mejores obras de Tarantino, creo que su noveno film queda un poco a deber.

Calificación: 7/10

Por: Freddie Montes (@FreddieMontes)


¡SPOILERS! LOS SIGUIENTES PÁRRAFOS CONTIENEN SPOILERS DE ÉSTA Y OTRAS PELÍCULAS DE QUENTIN TARANTINO


Hay dos cosas que me parecen interesantes respecto a la trama de esta película. La primera, sin duda, es el final. Emulando lo hecho en ‘Inglourious Basterds’ o ‘Django Unchained’, Tarantino nos vuelve a mostrar un final alternativo a lo que en realidad sucedió, lo que todos hubiéramos querido que pasara. Sin embargo, en esta ocasión me parece que el desenlace consigue mejores resultados que en los casos anteriores, claro que resultó satisfactorio ver morir a Hitler o ver como esclavos negros después de tantos abusos lograban derrotaban a sus victimarios, pero ahora estamos ante un caso en particular, con una víctima que tiene un rostro, un nombre y una historia. Vimos a una persona que en verdad existió salvarse y a un grupo específico de asesinos sufrir, teniendo el mismo desenlace que ellos les dieron a sus víctimas. Creo que el final va más allá de un simple gusto para el director/espectador, me parece que estamos ante un homenaje muy valioso a Sharon Tate y a todos los que se encontraban aquella madrugada del 9 de agosto de 1969 en el 10050 de Cielo Drive.


Aún más interesante me parece el personaje de Rick Dalton, creo que a través de su historia vemos lo que siente Tarantino en estos momentos. La carrera de ambos es recordada de gran manera pero no es ningún secreto que viene a menos, Tarantino, al igual que Dalton, sabe que su carrera se está acabando y no sólo por la meta fijada por él mismo de dirigir solamente diez películas, también porque su estilo parece no tener cabida en el cine actual. No creo que sea casualidad que su película más descafeinada se dé en estos tiempos de lo políticamente correcto. Siempre pensé que eso de los diez films era una farsa o una verdad a medias, pero con este film parece que el señor Tarantino ha comenzado a despedirse.

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