Por: Ale Vega (@PATHGRETEL)
No hay cabida para las escenas explícitas en el cine comercial. A menos de que éstas sean delimitadas o ensombrecidas, las grandes productoras no están dispuestas a aceptarlas. En el caso específico de aquellas que además están relacionadas con la sexualidad, su admisión se vuelve casi imposible. A todos aquellos que quieren integrarlas en sus cintas debe quedarles claro: si no están dispuestos a matizar o edulcorar, no serán bienvenidas.
El camino para estos productos está mejor pavimentado si se dirigen hacia los festivales, cuya identidad, que por naturaleza es disruptiva e innovadora, permite un margen más amplio de historias y contenido. Y es justo por eso que por aquellas vías ingresó ‘Pleasure’, el cortometraje de Ninja Thyberg que eventualmente sería premiado en la Semana de la Crítica del Festival de Cine de Cannes del 2013. Su directora, quien aún cursaba la universidad y cuya inspiración provino de su tesis acerca de estudios de género y la curiosidad por el mundo del porno, estaba segura de que podía desarrollar su proyecto aún mejor.
Es así como, después de un periodo de investigación en el que la realizadora sueca viajó y vivió en Los Ángeles para conocer las entrañas de dicha manufactura, en el 2021 se estrena en el Festival de Cine de Sundance su largometraje titulado nuevamente ‘Pleasure’. Esta cinta utiliza como base aquel mencionado trabajo para platicarnos de la vida de Linnéa (Sofia Kappel), una chica de apenas 19 años que ha decidido radicar en Estados Unidos con la firme convicción de convertirse en la próxima gran figura de las películas para adultos. Lo que reluce como un inicio de carrera prometedor – un agente, una casa de modelos y varias felicitaciones por su primera filmación – va complicándose a la par de su ambición por escalar peldaños: las exigencias se van haciendo mayores, los reveses más frustrantes y la explotación más evidente. Linnéa (ya conocida con el sobrenombre de Bella Cherry) buscará las maneras de salir avante de varias situaciones aberrantes – en las que mucho ayudará su roomie Joy (Revika Anne Reustle) -, mientras cuestiona qué y cuánto más está dispuesta a soportar por el anhelado estrellato.
Es bien sabido lo difícil que es presentar una hechura de esta índole, por lo que el mérito de Thyberg no es menor. Sin embargo, su existencia se vuelve aún más relevante al recordar que se trata también de su ópera prima. Abrirse paso en el cine a través de una película tan intensa requiere de valentía y de una visión consciente de qué se quiere contar y cómo será abordado. Es por eso que destaca el hecho de que Ninja no deje nada al azar y cuide hasta los detalles más nimios para que ‘Pleasure’ no sea burda en ninguna escena, mucho menos caiga en lo grotesco. Las partes en las que los encuentros sexuales son protagonistas parecen ir más en función de que el espectador comprenda lo complejas y estresantes que resultan las grabaciones, los riesgos que implica y la cantidad y calidad de individuos que están detrás de ellas. La realizadora, quien coescribió el guion al lado de Peter Modestij, tiene a bien mostrar que en este microcosmos no hay blancos ni negros: la escala de grises abarca desde las personas que respaldan y abrazan a Bella Cherry, hasta las que no se tocan el corazón y son capaces de llegar a lo peor. Entendemos entonces que Thyberg no pretende aleccionarnos ni hacer una mala propaganda para la pornografía, casi sugiere lo contrario: no es la industria la culpable, sino las distintas violencias que ya percibimos como normales.
Porque, si nos enfocamos en Linnéa, es fácil sentir su personaje como un reflejo de todas las que hemos crecido en un entorno capitalista y patriarcal. Sin cargarle el bagaje de un pasado tormentoso o algún trauma, construyen a Bella Cherry como alguien inteligente, desinhibida y poderosa, que sabe lo que vale, y ni eso puede mantenerla exenta de intimidación y hostilidad. Al ser esta mujer quien carga en sus hombros el filme, el mayor de los éxitos es la elección de Sofia Kappel para encarnarla. Con unos enormes ojos que proyectan a la par inocencia y sensualidad y una personalidad encantadora, esta joven debuta como actriz con el pie derecho. Fue encontrada por la directora en una búsqueda que realizó durante año y medio y seleccionada entre más de 2,000 muchachas gracias a su fuerza y desenvolvimiento. Kappel se adueña del papel principal para que el público, más allá de observarla con un ojo voyeur, empatice con lo tortuoso y sofocante del gremio.
Utilizando iluminación natural y colores brillantes en la cinematografía de Sophie Winqvist Loggins, con la que se mantiene el equilibrio entre lo sórdido de la exposición y la mirada de una chica que apenas está madurando, ‘Pleasure’ es el recorrido promisorio de un cordero que se descubre rodeado de lobos. Y, en una realidad en la que las mujeres están frecuentemente expuestas al acoso, se agradece que la cineasta nos recuerde que, las más de las veces, lo que rescata a dicho cordero es la sororidad.
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