Por: Ale Vega (@PATHGRETEL)
Rendez-vous es un término que se refiere a un encuentro previamente pactado. Aunque su origen es francés, es conocido y utilizado en varias partes del mundo para referirse a una cita, que usualmente tiene enfoque social o romántico. Entonces, el uso de estas palabras evoca diversión, promesa y buenos momentos.
El cineasta mexicano Pablo Olmos Arrayales usa este vocablo para ponerle nombre a su ópera prima, dándole además un twist significativo: acá los derivados de dicha reunión son más bien turbios e inusitados. ‘Rendez-vous’ tiene como protagonistas a Lili (Helena Puig) y a Eduardo (Antonio Alcántara), dos jóvenes que se hallan a través una app y eventualmente disponen verse en persona. Después de un agradable paseo en el barrio de Coyoacán resuelven ir a un lugar más tranquilo, en donde la agradable química entre ellos se comienza a tergiversar. ¿Qué hay detrás de este encuentro aparentemente normal? ¿Qué secretos esconden nuestros protagonistas?
Tras haber estudiado en la ESCAC en Cataluña, España, y teniendo ya siete cortometrajes en su haber, Olmos decide, acompañado de sus acostumbrados productores, dar el salto y llevar a cabo por fin su ópera prima. Para hacerlo no sólo utiliza como esencia algunas vivencias propias, sino que además se permite homenajear a directores que han sido su inspiración: Escoge presentar la película en blanco y negro, emulando aquellos thrillers de Alfred Hitchcok o los dramas de Akira Kurosawa. Así es como, de la mano del cinematógrafo AMC, logra una propuesta noir que difícilmente podrá encontrarse en la industria nacional, y que compagina a la perfección con la trama que su guion nos va contando.
Otro de los aciertos en la hechura de ‘Rendez-vous’ es la forma en la que fue filmada, que nuevamente aparece como una elección arriesgada y disfrutable. Pablo Olmos Arrayales la realiza en un solo plano secuencia, por lo que, desde que empieza a grabarse hasta la última toma, no existe la oportunidad de frenarse o cortar. Si bien una de las razones principales para esto está relacionada con el presupuesto –que era equivalente al de un corto-, también tiene que ver con la manera en la que la audiencia irá acompañando la relación de los protagonistas y observando cómo ésta se transforma, llevándonos por ella a través de encuadres psicológicos distintos: hay tomas largas, medias y algunos close-ups, todo en función de comprender las motivaciones de nuestros personajes y sus emociones. Para alcanzar un trabajo con tal nivel de complejidad, el realizador tuvo que ensayar por semanas con sus actores y su equipo, además de considerar tiempos de grabación, acordes a la luz y horas que se requerían. Rememorando a cintas recientes como ‘Utøya: July 22’ (Erik Poppe, 2018) o Fish & Cat (Shahram Mokr, 2013) por su peculiar modo de rodarse, acá también nos mordemos las uñas por su misterio e intensidad.
Como sólo podría hacerlo un cinéfilo fanático de películas como ‘El Día de la Bestia’ de Álex de la Iglesia y ‘Tesis’ de Alejandro Amenábar, Pablo Olmos Arrayales construye en nuestras pantallas una historia romántica que se salpica gradualmente de suspenso y tensión hasta que al fin se deja devorar por éstos, consiguiendo un giro de tuerca tras otro que enganchan al espectador, quien pide más vueltas en esta montaña rusa pero también se siente urgido de develar numerosas incógnitas. Si bien el cineasta no pretende en ningún momento del filme ser aleccionador, ‘Rendez-vous’ logra que del fondo de nuestras mentes emerja una pregunta que viene cargada de terror: ¿Qué tanto podemos confiar en los desconocidos?
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