Por: David Cavazos (@DavidCav21)
Con sus complicaciones, rediseños y cambios de ideas, Sonic The Hedgehog (2020) llegó a las salas de cine y terminó siendo un éxito de taquilla en etapa pre-pandemia. Era el claro ejemplo de una película entretenida que no tuvo necesidad de complicarse las cosas y puso todo su encanto en el famoso erizo de los videojuegos de SEGA. Dos años después de ese éxito para Paramount, Sonic regresa a la gran pantalla con una segunda película. Jeff Fowler repite como director y, en esta ocasión, contamos con mucho más de todo, aunque sacrificando ciertas cosas.
Sonic ha encontrado su lugar con los humanos, sin nada qué hacer, se la pasa usando su poder como un justiciero en la ciudad. Sin embargo, alguien que ha regresado y no ha descansado es el Dr. Robotnik quién va en busca de una esmeralda capaz de otorgarle el máximo poder, además de hacer alianza con Knuckles, un equidna rojo cuyo poder es igual o superior al de Sonic. Será trabajo del erizo azul detener los planes de Robotnik, pero no estará solo, pues le acompaña el zorro amarillo Tails, formando la alianza perfecta que intentará salvar no solamente a sus amigos, sino al mundo entero.
Con una duración de dos horas, veinte minutos más que su antecesora, Sonic 2 tiene todos los elementos característicos de una secuela, es más grande, más explosiva, con más acción y con un sentido de espectacularidad digno de verse en la gran pantalla. Sin embargo, las virtudes que tenía la anterior se convierten en defectos y viceversa. Afortunadamente, en esta ocasión pude ver la película en su idioma original y el reparto de voces no defrauda en lo absoluto.
Ben Schwartz como Sonic se apropia del personaje más que nunca y tenemos mayor enfoque en él, incluso ampliando más su desarrollo sobre el uso de sus poderes. Pero para esta ocasión, las estrellas son los nuevos personajes, el encantador Tails con la voz de Colleen O'Shaughnesse, quien tiene una gran química con Sonic, además de la presencia súper imponente de Knuckles, teniendo la voz de Idris Elba, quien es la figura perfecta de un villano y lo hace de forma espectacular. ¿Y qué se puede decir de Jim Carrey? Momento en el que aparece, momento en el que destaca, sigue disfrutando su rol y eso le garantiza un disfrute al espectador. Recomendable verla en su idioma original.
Comparada con la anterior donde se podía sentir las prisa porque el producto terminara mejor, esta secuela entiende más a Sonic, apostando por su universo, por lo que los fanáticos de los videojuegos van a estar encantados con lo que tienen preparado aquí, incluyendo su escena post-créditos. Es increíblemente entretenida, carga con cierto corazón de la antecesora y eso se sigue transmitiendo en pantalla, presentando más dinámica entre los personajes. Le resta más momentos a los humanos y se enfoca en quien tiene que enfocarse. Eso hace de Sonic 2 una secuela muy sólida y prometedora, aun cuando esperábamos lo peor.
Si bien la presencia innecesaria de los humanos es reducida y dejada en segundo plano, hay un personaje que terminó pagando más, ese es Tom (interpretado por James Marsden). Para como era en la antecesora, su dinámica con Sonic era muy latente y muy disfrutable, impulsando un poco más las motivaciones de Sonic. Aquí lo dejan muy relegado y desenfocado, sin llegar a aportar algo. El resto de los humanos, meramente desechables.
El ritmo de la película es imparable, lleno de diversión, de divertimento y con mucha acción. Pero, al ser veinte minutos más larga que la película anterior, llega a tener momentos en los que pierde fuerza y ese ritmo frenético se arrastra al segundo acto. Es una película para toda la familia, sí. Pero en esta ocasión, gran parte de los momentos van plenamente dirigidos a los niños, quizás fue la presencia de Tails la que hace que cierto humor se vuelva un poco más infantil. ¿Arruina la experiencia? No. Esto ya es un enfoque más directo al público que buscan, que son los niños. Pero también habrá momentos repletos de referencias para los que han jugado los videojuegos.
¿Sonic 2 es mejor que su antecesora? Puede ser, hay cosas que funcionan mejor en esta secuela, pero también hay otros detalles que la anterior hacía mejor y que aquí, por enfocarse más en la acción, los dejaron desapercibidos. Los personajes, la acción y los efectos especiales son estupendos, dignos de un espectáculo. Pero los pecados de una secuela se terminan asomando de repente al pensar que más es mejor. Eso no le impide que sea un disfrute muy veloz y prometedor para futuras entregas, así como será nada rápido de olvidar.
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