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Foto del escritorOsvaldo Escalante

Spider-Man: No Way Home, ¿La nueva “Endgame”?

Por: Osvaldo Escalante (@OsvaEsc)


Partiendo desde la premisa que esta es una cinta para agradar única y exclusivamente a los fans del personaje, Spider-Man: No Way Home cumple y funciona a la perfección. No, no es una gran película como producto cinematográfico ni como película per se, pero, siendo honestos, ¿en verdad importa en estos casos? No. No es una película que se mide con la vara alta, pues no es una película que apunte a premios. Por supuesto que hay un mínimo de estándares de calidad que se le puede exigir a una cinta de alto presupuesto –o a una película cualquiera, recordando que todas cuentan con un guion, una dirección, y demás elementos cinematográficos-, pero también es cierto que la película aún se debe de evaluar, de juzgar. Es por eso que el público se ha dividido en los que les encantó la película por su lado más fanático y subjetivo, y los que intentaron verla desde una perspectiva más crítica y analítica.



Si yo, una persona que apunta a ser crítico de cine, se deja influenciar y cegar por lo que la película logra a costa de sacrificar un buen guion, estaría pecando de no ser “objetivo”. Si la veo con ojos de analista, estaría perdiendo completamente el sentido de ir al cine a ver una película de superhéroes. Es por eso que defiendo ampliamente la doble postura; de eso va la crítica cinematográfica. No somos robots para no emocionarnos porque regresa el Doctor Octopus después de tantos años. Así como tampoco somos inocentes y estúpidos para no resaltar los aspectos negativos que la película presenta.


Ahora bien, ¿qué es lo que logra No Way Home? Pues emocionarnos un chingo. La nueva entrega de Spider-Man es tan emocionante y, por momentos, emotiva, que es perfectamente lo que los fans estaban pidiendo. La cinta logra, a través de una comedia que se aleja de las estupideces de otras películas del universo, conseguir interacciones entre personajes que son tan agradables para el espectador que se termina por obviar todos los errores que pueda llegar a tener (lo cual no es lo correcto).



Lo más curioso de la película es que sus grandes momentos y por lo que será recordada en un futuro (y por lo que ya está siendo alabada), es por elementos, recursos y referencias de películas pasadas (todo mostrado en el tráiler, sin ningún spoiler). Es una fiesta de personajes e interacciones, por lo que esta cinta no sería la misma sin todo este festín.


Jon Watts, sin lograr una dirección magistral (probablemente no sea la mejor ni de la trilogía del MCU), cumple con momentos emotivos y emocionantes. Pone en cámara lo necesario para hacer sentir al espectador de la manera más burda, pero no importa; los hace sentir. ¿Eso queríamos, no?


Entonces, ¿es esta la mejor película del personaje arácnido? Pues por supuesto que tampoco. La película tiene una montaña de problemas que acarrea desde los primeros diez minutos. Como el hecho de que el plot twist de Far From Home (ya saben, que todos saben quién es Spiderman y que la policía presentó cargos por matar a Mysterio) sea resuelto de la manera más floja posible: sin mostrar nada. Todo el primer acto está tan apresurado en atar cabos sueltos de las dos películas anteriores que no se esfuerzan ni un mínimo en darle cohesión a la propia historia. Es la prueba más evidente de que la trilogía de Jon Watts es de las peores escritas, no solo para el personaje protagonista, sino en conflictos y resoluciones.



Súmale que para ser una película de cientos de millones de dólares, se ve como el ya sabes qué. Sí, las peleas y las magníficas escenas de acción se ven bonitas, ¿pero qué pasa del CGI más primitivo? Estamos ante escenas donde se nota A LEGUAS que los actores no están en el mismo cuarto; que fueron agregados de manera digital. El fondo desenfocado para uno y enfocado para el otro; el que nunca se vean ambos en la misma toma; el que uno mire para la derecha a una altura de los hombros y el otro a una altura de ojos, etc. Es una película que se ve fea en muchos momentos tan sencillos que todo hubiera solucionado el tener a los actores presentes. Ya saben, como se supone que se filman las películas.


¿Y el humor? Bueno. Si bien tiene momentos divertidos como lo mencioné hace unas cuántas líneas de texto, por momentos los chistes se siguen tratando de reducir personajes a risas. “Jaja, miren qué divertido es reírnos de que el Doctor Octopus tiene nombre de animal marítimo”. “Jaja, miren qué gracioso es reírnos de que Doctor Strange es un mago, como esos de fiestas, ¿verdad?”.


En conclusión y para no hacer esto más largo y tampoco caer en terreno de spoilers, Spider-Man: No Way Home es un producto más de Disney y Marvel que se asemeja más a un Endgame que a un Infinity War. Es decir, como dijo el abuelito favorito de todos nosotros los que hablamos de cine, son parques de diversiones. NO TIENE NADA DE MALO. Cumple con su propósito, es divertida de a madres, es emotiva, es emocionante y todo lo que tú quieras. Pero con todo y eso, pues tampoco es tan difícil descolocarse ante todas las fallas narrativas que tiene.



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