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Tenet: Una historia interesante masacrada por la sobre exposición y la pretensión.

Por: David Cavazos (@DavidCav21)


El cine de Christopher Nolan tiene a sus más fervientes fanáticos y también a sus más fervientes detractores. Estoy en un punto medio, porque puedo aclamar lo que son mis favoritas del británico: Following (1998), Memento (2000) y Dunkirk (2017). Puedo cuestionar supuestas “obras maestras” como The Dark Knight (2008) y también puedo decir que Inception (2010) e Interstellar (2014) son de las cosas más pretenciosas que he visto alguna vez en mi vida. Bajo esa opinión, no tenía prioridad alguna en ver su más reciente propuesta, ‘Tenet’, ni siquiera figuraba en mis películas más esperadas del año. Sólo estaba a la espera de que Tenet tenga al Nolan de Memento (2000) o al malo, el de Inception (2010). Desafortunadamente fue el segundo, pero mucho, muchísimo más grave.

La trama de esta película se centra en John David Washington (porque, por alguna extraña razón, el personaje no tiene nombre) quien se sucumbirá al mundo del espionaje para completar una misión que lo llevará más allá del tiempo, si lo más preocupantes es que los problemas sigan, imagínense cuando vayan hacia atrás.

Siempre lo he dicho, Nolan sabe crear espectáculos, es un gran director visual que maneja una coordinación impresionante tanto con efectos prácticos como los digitales que casi no usa. Conforme ha pasado el tiempo, ha adquirido una evolución en su apartado técnico. He de imaginar que en IMAX se ha de ver impresionante. Con una película de gran presupuesto, se nota que el director británico se luce en recursos y los explota cuando puede. El prólogo, sus escenas de cuerpo a cuerpo, la escena del avión y la de la persecución son pruebas de que la esencia de espectáculo está ahí. Están bien hechas, en parte por el score musical de Ludwig Göransson que no defrauda, pero también tiene sus respectivos problemas. Dichas escenas son dignas de un explosivo blockbuster que podría entretenerte. Me agrada mucho las escenas de tiroteos que Nolan maneja, es como una violencia fina y suave sin una gota de sangre, con cierta elegancia. Pero eso termina siendo opacado feamente por todo lo demás. Tenet es, una vez más, una tomada de pelo por parte de Nolan.

La película te presenta dicho concepto bajo el dicho: “No trates de entenderlo, solo siéntelo”. Si lo hubieran dejado así, no habría ningún problema, te ahorrabas toda la exposición y podríamos solamente dejarnos llevar por lo que sucede. Así habría funcionado mejor. Pero el guion de Nolan está masacrado por la ridícula cantidad de sobre exposición. Es sobre exposición de la mala porque, en lugar de ayudar a entender el concepto y a los personajes (al rato hablamos de ello), lo sobre complica. La película pretende ser más que tu intelecto, para ser una película dirigida a las grandes masas, dudo mucho que todos tengan alguna idea de lo que vieron en la película porque ni la sobre exposición del guion hace que la trama realmente funcione.

En Tenet necesitábamos personajes que nos importan, no es como en Dunkirk donde el enfoque es el evento mientras que los personajes son el recurso para brindarle intensidad y esperar a que se salven. El caso de Tenet es más grave porque ni sentimos empatía por el protagonista que ni siquiera nombre tiene, ni por el resto del elenco. John David Washington es inexpresivo en la película, desagradable para una película de larga duración donde el 90% del metraje está él. Robert Pattinson es lo más rescatable del cast, a pesar de no aparecer tanto. Kenneth Branagh, actor que tanto me agrada, es desperdiciado en un papel cliché con motivaciones predecibles y Elizabeth Debicki tampoco ayuda a la ecuación. Nolan no sabe crear personajes, un recurso necesario para contar una historia de esta magnitud. Casi todos actúan bien y otros de manera plana, pero el guion está lejos de hacerles justicia a su presencia en parte porque Branagh y Caine son actores fetiche de Nolan.

La música de Ludwig Göransson está muy mal acomodada por momentos, poniendo canciones de tensión en escenas de conversación que no son tensión. Es casi lo mismo que Hans Zimmer pero más “eléctrico”. Hasta por momentos aturde porque sobresale ante las voces de los actores y la comprensión se complica.

Es una historia de espías que debería desenvolverse y mantenernos al borde del asiento, pero su duración injustificable de dos horas y media impide toda posibilidad de entretenimiento porque, fuera de las escenas de acción, no te importa lo que sucede. La gran mayoría de escenas de conversaciones te azota la sobre exposición cuando la mejor manera es mostrarlo, en lugar de decirlo. En ese sentido, el mayor sentimiento que tuve al ver la película es frustración porque, con un concepto original que ya de por sí era complejo, sobre complicarlo más era francamente innecesario. Es el mismo caso de Inception (2010), más allá de sus efectos y sus escenas de acción, realmente no hay nada memorable, no hay nada que sobresalga. En algún punto podrás entender la película por completo, pero no te quedas con nada. La narración de esta película mata por completo la experiencia. Podrá tener escenas de acción muy bien ejecutadas, pero es una película vacía que se hace pasar por inteligente.

Lo peor que puede hacer una película es que no te deje con ninguna emoción. Ese fue el caso de Tenet. Una película con escenas de acción de lujo pero con un guion innecesariamente sobre complicado, personajes planos y olvidables, sobre exposición que no beneficia a la historia. Una película incomprensible, que no tiene orden alguno. Para muchos un avance en la carrera de Nolan, para un servidor es un retroceso y definitivamente de sus peores películas. Esta película reafirma mi teoría, Nolan no es un buen guionista. Es más pretenciosa de lo que habría imaginado.

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1 Comment


Carlos Urias
Sep 20, 2020

Inception esta de huevos, pero bueno, no todos saben apreciar el arte.

Sarcasmo por si se lo preguntan

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