Por: David Cavazos (@DavidCav21)
Las películas de las que no sabes nada ni has visto el tráiler suelen ser de las más grandes sorpresas del año. Hace tres meses me sucedió con Palm Springs, película que durante ese lapso fue la mejor película del año para un servidor. Por más tiempo que haya pasado, era inevitable que alguien le quitara el trono a la comedia romántica de Andy Samberg. Tuvo que ser otra grata sorpresa la que le quitó el puesto y se corona (por ahora) como la mejor película del año. En esta ocasión, le corresponde a Radha Blank brillar con su ópera prima donde no solamente dirige, también produce, escribe y protagoniza esta comedia dramática filmada en blanco y negro (en 35 mm) con una historia que pareciera tomar rumbos comunes… y a veces lo hace, pero se nutre de todo el poder social y artístico que carga encima.
Radha Blank se interpreta a sí misma, una dramaturga en decadencia a punto de cumplir 40 años. Desde el 2010 para acá, su vida está llena de fracasos. En ese lapso se ha dedicado como maestra de teatro en una preparatoria, pero tampoco la pasa tan bien. Está tratando de escribir un musical sobre Harriet Tubman pero los productores (blancos, para variar) quieren hacerla un poco más atractiva para los blancos, cambiando la visión original que tenía Radha. En medio de tanta crisis, encuentra un medio de expresión: el rap. Bajo el seudónimo de RadhaMUSprime, Radha expresa sus propios problemas sobre la edad y el dilema de no perder tu pasión porque eso es lo único que le queda.
Siendo una autobiografía de la misma Blank, la película oscila entre el drama y la comedia, al mismo tiempo de ser un coming of age pero a la inversa. Nos remarcan que, al entrar en la etapa de la mediana edad, uno debería poner los pies en la tierra y olvidar tus sueños. Radha Blank en esta película te dice lo contrario. Obviamente, en el proceso está la indecisión y la angustia por alcanzar lo que deseamos. No hay que confundirla con 8 Mile (2002) de Eminem, es un relato sumamente distinto, con esencia propia y también es igual de buena. Lo más curioso de todo es que, siendo una película de dos horas de duración, es lenta. Pero, a diferencia de otras películas (Kajillionaire como ejemplo reciente), The 40 Year Old Version sostiene ese ritmo con una comedia inteligente, un drama perfectamente ejecutado y unos beats que van a mover tus pies.
En esta película, Blank le pone mucho corazón a su proyecto en cualquier sentido. Como guionista, sabe cómo contar su historia. Como directora, sabe cómo organizar su propia historia y hacerla orgánica, no por nada gabó el premio a Mejor Director en el Festival de Sundance del 2020. Como protagonista, nos propone su punto de vista, sus sueños y aspiraciones, su mirada tan honesta y franca de lo que es tener talento, pero que no lo sientes aprovechado.
En labor de fotografía, a cargo de Eric Branco, hay un trabajo impecable, desde la decisión de hacer la película en blanco y negro, bajo la interpretación de los constantes sentimientos de Radha, hasta hacer lucir los barrios bajos de Nueva York con lujo de detalle. Aquí existe una diversidad importante en la manera de cómo salir adelante, proponiendo una visión, como el caso de Radha, hacer una obra sobre su barrio y hacer que se respete la esencia de tu barrio. Pero también entra el aspecto de la edad, esa parte que limita tus sueños y, para Radha, en mundo del teatro donde su productor es un estirado arrogante junto con varios de sus amigos, las dificultades están a la orden del día. Es por ello que hacer rap a su edad será extraño para algunos, pero la manera en la que expresa sus problemas con la música por medio del storytelling, es una manera muy inteligente de desarrollar un personaje.
Esta historia no habla del rap o el teatro, no es su enfoque principal. Su verdadero enfoque reside en la reflexión de qué es lo que queremos hace en nuestras vidas, sin importar lo que digan los demás y sin permitir que alguien cambie tu percepción sobre tu trabajo. Ese es el enorme corazón que Blank inyecta en la película. Se puede reinventar, existe una evolución, eso es lo que nos muestra esta película, que los sueños no deben dejarse en vano.
The 40 Year Old Version es una dramedia inteligente, con un perfecto balance entre el ritmo, la comedia y el drama, que usas sus mejores beats para darnos una historia con corazón y que carga con cierta ternura en una importante crítica social. A partir de ahora, hay que ponerle mucha atención a Radha Blank, porque como actriz y directora se luce. Como guionista, logró sacar sus mejores rimas.
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