Por: Victoria (@viktoria_jpg)
¿Quién llegaría a imaginar que una historia de amor adolescente publicada en Wattpad llegaría a tener su propia adaptación cinematográfica y se convertiría en una de las películas originales más exitosas de Netflix al punto de decidir convertirla en una trilogía? Lo sé, Netflix nunca deja de sorprendernos. Se supone que esta tercera y última parte de “The Kissing Booth” se encargará de, por fin, darle un cierre a la historia de amor entre Noah (Jacob Elordi) y Elle (Joey King), y resolver las incógnitas que dejó la segunda entrega, ¿Elle se irá a estudiar a Harvard con Noah o mantendrá la promesa que le hizo a su mejor amigo, Lee, e irá a estudiar con él a UC Berkeley?, ¿Podrá Elle hacer felices a todos en su vida?
Lamentablemente, una vez más la trama principal de la historia está llena de conflictos, dramas y secretos que hacen que la mecánica de la historia prácticamente siga siendo la misma que en las dos películas anteriores. Durante la primera mitad, la historia es más de lo mismo, en lugar de tener una trama en concreto es un compilado de situaciones absurdas y aburridas que hacen que a la media hora te estés preguntando, ¿por qué demonios estoy viendo esto? Si ya de por si la primera mitad es mala, prepárate, porque conforme avanza se pone peor.
Entre que la película cuenta con muchas carencias técnicas e intenta retratar pobremente y de manera superficial los problemas a los que se enfrentan sus protagonistas, el principal problema aquí es el guion, es tan obvio cómo es que se estanca en la fórmula que ya se nos había presentado durante la primera y segunda entrega, además de que se la pasa sobreexponiendo los mismos puntos por más claros que ya hayan quedado, y lo único que se logra con eso es que la duración de la cinta se extienda mas allá de lo necesario para contar una historia que ya de por sí no es para nada compleja.
Otro gran problema es la aparición de los personajes secundarios, porque literalmente no aportan absolutamente nada nuevo y esto se debe a que se les otorgan pocos minutos en pantalla, lo que hace que el desarrollo de los mismos sea escaso y por ende pasen totalmente desapercibidos y al espectador le importe poco o nada lo que les suceda.
Una de las pocas cosas buenas que se le puede atribuir a “The Kissing Booth 3” es probablemente el final, el cual, a pesar de que tarda más de lo que debería creando expectativa y emoción para terminar siendo algo bastante cliché y predecible, estoy segura que para los verdaderos fans de la trilogía será más que suficiente.
Llegado este punto, creo que queda más que claro el público al que va enfocado este tipo de películas y, por ende, si estás dispuesto a ponerla, lo único que puedo recomendar es que no te crees ninguna expectativa a la hora de verla porque te aseguro que terminarás muy decepcionado.
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