Por: Osvaldo Escalante (@OsvaEsc)
Cuando alguien nos pregunta “¿qué se te viene a la mente cuando escuchas Michael Jordan?” automáticamente se nos viene a la mente, no sólo el basketball, sino toda una época en la historia del deporte. Michael Jordan, sin lugar a dudas es, probablemente, uno de los atletas más importantes en la historia. Eso es ‘The Last Dance’.
Dirigida por Jason Hehir, ‘The Last Dance’ es una serie-documental de 10 episodios, que nos muestra material inédito de la temporada 1997-98 de los Chicago Bulls. Aunque por supuesto, hay más.
Al momento que me encuentro escribiendo este texto, Netflix cuenta con solo 6 episodios (faltando 4 para terminar la temporada) (Salen dos episodios cada lunes), por lo que esta crítica/reseña será bastante más corta, pues nos estaremos enfocando en los primeros seis episodios de la serie.
Sí, sí. Michael Jordan fue el jugador más importante en aquellos años, pero los Chicago Bulls no son solamente Michael Jordan. En su plantilla contaban con jugadores de gran talla, como lo fueron Phil Jackson, Scottie Pippen, Dennis Rodman, entre otros.
Algo sumamente bueno de este documental, es que, aunque sí hay un cierto enfoque hacia Michael Jordan, el director busca darles protagonismo a los demás jugadores, siendo así, cada episodio bastante diferente… Con un enfoque distinto.
Si me lo preguntan, no soy tan fan del basketball. No soy un espectador que vea cada juego, a lo mucho, veo unos tres por temporada. Sé que más de alguno le pasa lo mismo. Pues déjenme decirles que ese no será ningún problema para poder disfrutar de este documental.
La edición y la dirección de esta serie son brillantes. Esta serie está dedicada para los fans del basketball, como para los que no lo son. La serie logra meterte de lleno en la historia de aquellos años, y aunque no seas fan del equipo, vale completamente la pena verlos entrenar, jugar, y tener sus problemas interinos.
Algo que no suelo comentar mucho en mis críticas/reseñas, es el soundtrack, pero en esta serie es tan fundamental como lo es la edición. Cada pieza está seleccionada de modo que te transportes a esos brillantes juegos de los Bulls. Incluso, el soundtrack utilizado te puede poner de pie y hacerte bailar en más de una canción (me pasó a mí).
No hay mucho que comentar, pues aún faltan cuatro episodios. Pero sí debo decir que aún estás a tiempo para comenzar esta aventura. Una aventura que te dejará boquiabierto aún si no eres fan del basketball. Cada episodio tiene un enfoque distinto que evita que se haga un documental monótono. Sin duda, una gran opción para esta cuarentena.
Te invito a que le eches un vistazo a mi canal de YouTube, donde encontrarás una crítica mucho más elaborada y con explicaciones más amplias. Puedes encontrarlo en este mismo post, o visitando: http://bit.ly/2qRMYf6
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