Por: David Cavazos (@DavidCav21)
Si hay una serie que muchos deberían experimentar por su destacado ingenio, esa es The Rehearsal. Este show televisivo presentado por parte de HBO es la más reciente creación del director y comediante canadiense Nathan Fielder. No es su primera vez con la telerrealidad, pues ya se había dado a conocer en el 2013 con la comedia/reality show de cuatro temporadas llamado Nathan for you, tampoco es la primera vez que trabaja para HBO, pues es el productor de otra de las grandes joyas recientes del canal, How to With John Wilson. Pero The Rehearsal rebasa el nivel de cualquiera de estas series, tanto en presupuesto como en contenido.
En Nathan for you, Fielder interpretaba una versión exagerada de sí mismo y ayudaba a negocios independientes a sobresalir. Pero en The Rehearsal vamos más allá de la barrera de la realidad y las interacciones sociales. Nathan Fielder (una vez más siendo él mismo) nos propone ciertas preguntas para este show: ¿cómo podemos prepararnos para los momentos más importantes de nuestra vida? ¿cómo podemos anticiparnos en caso de que algo salga mal? Para ello, Nathan se encargará de ayudar a personas comunes a ensayar para cualquier momento que les inquiete (como revelar un secreto guardado por años) o a prepararse para una gran etapa de la vida (como la maternidad).
Es muy probable que este escrito no le haga justicia al concepto de esta serie que combina la comedia, la incomodidad, la filosofía y las dudas existenciales, todo eso abunda en esta primera temporada de seis episodios que van desde la media hora de duración hasta los 45 minutos.
Pero más que una serie, es un experimento social de cómo conocemos a las personas, la precisión con la que se toma cada detalle de su vida, de su hogar y de su personalidad. Fielder pone todo el presupuesto de HBO para recrear escenarios con el fin de poner una interpretación de cada persona que ayuda, contratando dobles de cada persona posible, extras de fondo y un enorme flujo donde guioniza qué tema sacar a la luz o no. Con tal de anticipar lo impredecible, resulta irónico que cada capítulo de este episodio sea más impredecible que el anterior.
El primer episodio va directamente al grano, pero nos presenta un caso aislado sobre cómo un maestro aficionado de la trivia mintió sobre su historial educativo a su mejor amistad. Por más insignificante que sea, Nathan le dedica un episodio entero, dobles, un bar recreado al máximo detalle dentro de un almacén, un ensayo dentro del ensayo y un poco de la mentira para que la verdad salga a anticipar la reacción de aquella amistad. El resto de la temporada es un ensayo controlado sobre la maternidad, pues Nathan ayuda a una mujer cristiana a prepararse para tener un hijo, pero pronto, las circunstancias harán que el mismo Nathan sea el que tenga el ensayo.
A través de la comedia y la filosofía, Nathan nos hace cuestionar las reglas de lo que es la realidad, si lo que vemos es falso o no, porque la ejecución está tan cuidada y mimada que impresiona ver esto comprimido en media hora. Ya es costumbre para Nathan encontrarse con gente muy cuestionable, pero el que es nuevo en una producción de él se dará cuenta de que esta clase de personas son ideales para el humor involuntario, e incluso para el debate.
Fielder nos invita a cuestionar la experiencia de un ensayo. Ponernos en la piel del otro, convertirnos en ellos y cómo pensamos, cómo vivimos. Es un acumulado de preguntas sin responder, de risas ante la pena ajena, de situaciones que en otras manos rebasarían el acoso, pero con todo lo que conlleva, Nathan Fielder ha creado The Rehearsal, la mejor serie del 2022.
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