Esta cinta, que significa la tercera colaboración de Omar Chaparro y Martha Higareda en la pantalla grande, estrenó como primer lugar en la taquilla nacional y se posicionó como el noveno mejor estreno de una película mexicana en la historia.
Mía (Martha Higareda) está cansada de que los hombres la traten mal, por lo que decide poner en práctica una serie de técnicas para que sean los hombres quienes caigan ante ella. Esto atrae la atención de una productora de televisión quien promete darle su propio reality si consigue entablar una relación formal con Adán (Omar Chaparro), un especialista en lo que a ligar mujeres se refiere. A la par de esto, ambos les enseñan a sus respectivos amigos las mejores técnicas para ligar.
Normalmente no me gusta redactar la sinopsis de una película con más elementos que los que se incluyen en el tráiler, sin embargo, me tomé la libertad de escribir un poco más sobre esta trama para poder expresarles que el cine comercial mexicano nos vuelve a demostrar que no basta con que todas su producciones sean comedias románticas, también tenemos que lidiar con que sean copias baratas de películas extranjeras de no mucha calidad. Y es que ‘Tod@s Caen’ es el resultado de meter a la licuadora ‘Cómo Perder a Un Hombre en Diez Días’, ‘Hitch’ y ‘No Manches Frida’.
Las similitudes con los primeros dos films es clara, la premisa de una mujer que tiene que conquistar a un hombre por motivos laborales y la del hombre que aconseja a su amigo para impresionar a la chica que le gusta. Lo curioso –y nada sorpresivo- es que cuando no es una imitación de las cintas gringas mencionadas, es una entrega más de ‘No Manches Frida’, y no sólo por los protagonistas, que no se esfuerzan mucho por hacer que sus interpretaciones se alejen de lo que realizaron como Lucy y Zequi, también porque todos sus personajes son clichés como si se tratara de el sketch de un sitcom y porque buscan hacer reír bajos los mismos gags, que ellos creen graciosos, como que dos personajes se vomiten el uno al otro. Por lo menos las de ‘No Manches Frida’ mantenían un ritmo, aquí la película dura dos horas pero se sienten como cuatro, le cuesta arrancar y en el último acto se vuelve predecible, tediosa y repetitiva.
Dirigida por el argentino Ariel Winograd y producida por la misma Martha Higareda quien aprovechó para meter a la nómina a toda la parentela ya que su hermano es el encargado de la música y su hermana no sólo forma parte del elenco principal sino que también funge como coproductora, además de incluir a su excompañero Omar Chaparro como productor asociado y coprotagonista. Aunque debo admitir que ésta última fue una de las mejores decisiones en torno a la película ya que se nota que entre ellos existe química y hay que admitir que el público ha recibido de buena manera a esta dupla que, viendo el éxito monetario de sus films, seguramente seguirán trabajando juntos en muchos proyectos más. Pero atención, lo anterior no significa que individualmente entreguen buenas actuaciones, de hecho la interpretación de Chaparro es terrible, el tipo es bueno como comediante en televisión pero como casanova de la gran pantalla simplemente no es creíble y a Higareda parece que no le interesa desarrollarse como actriz ya que podrá hacer personajes de maestra inocente, mujer rebelde o niña bien pero nunca se sale del mismo rango actoral.
Pero si de aciertos hablamos la idea de incluir en el cast a Mauricio Barrientos, mejor conocido como “El Diablito”, fue la mejor. Los únicos momentos del film que lograron arrancarme una sonrisa fueron cuando su personaje aparecía en pantalla para hacer comedia, porque cuando hacía drama era terrible. Estoy seguro que sus diálogos, que ni siquiera eran en verdad ingeniosos o chistosos, no hubieran funcionado si cualquier otro actor hubiera interpretado ese personaje.
Si hay que rescatar a alguien más del elenco tendría que ser a Claudia Álvarez, quien cumple dentro de su personaje tan fársico, porque el resto están para llorar. Miri Higareda y su contraparte masculina (de quien no recuerdo el nombre de su personaje y no pude descubrirlo porque su foto no aparece ni en IMDb) están ahí para cobrar el cheque ya que sus personajes no aportan nada a la trama y sus actuaciones son totalmente vacías, no llegan ni al nivel de un estudiante de primer grado en escuela de actuación. El resto del cast lo conforman un acartonado Eugenio Siller, unos sobreactuados Alejandro Cuétara y Consuelo Duval y un Edgar Vivar que está reducido a un chiste de mal gusto a pesar de ser una institución de la comedia en nuestro país.
Si hay un punto en el que está cinta falla terriblemente es en la tesis del personaje femenino principal. Se supone que ella trata de empoderar a las mujeres desde el primer momento, pero su gran revolución se traduce en ligar a los hombres y permitirles todo hasta el momento previo a llegar a la cama, ya que, en modo empoderada, decide dejarlos ‘calientes’. Aparte su revolución feminista incluye tratar mal a los hombres, burlarse de ellos o hacerlos pasar un mal rato, antes de que ellos le hagan daño a ella. Es decir, para los guionistas –entre los que también se encuentra la mismísima Martha Higareda- el concepto de feminismo es hacerse la difícil con los hombres un rato y ya que sale con ellos tratarlos mal ¡Bien ahí! Además hay una escena en la que el personaje defiende a las mujeres diciendo que no es importante el físico ni verse bien para los hombres pero toda la película da consejos sobre la importancia de ser físicamente atractiva para atraer al género masculino, es decir, aparte de dar conceptos erróneos sobre lo que es el feminismo no tienen ni idea de cómo construir un personaje o por lo menos mantenerlo en la misma línea durante toda la película, y eso que es la protagonista, imagínense al resto.
Pero si hay algo que me dejó pensando, y por eso el título de esta reseña, es que al iniciar la película aparece una leyenda señalando que ésta se realizó con el apoyo de los estímulos fiscales señalados en el artículo 189 de la Ley del Impuesto Sobre la Renta, o lo que es lo mismo con el Estímulo Fiscal a Proyectos de Inversión en la Producción y Distribución Cinematográfica Nacional, mejor conocido como EFICINE. Este artículo señala, en palabras simples, que si alguien aporta dinero a la producción o distribución de una película nacional se le hará un descuento en su pago de impuestos proporcional a la cantidad que aportó.
Hasta ahí todo bien, es un buen incentivo para apoyar a los realizadores mexicanos, además cada quien está en su derecho de gastar su dinero en lo que quiera y si obtiene un beneficio absolutamente legal de ello mucho mejor. El problema está cuando uno se pregunta qué toman en cuenta las personas que forman parte del Comité, porque hay un Comité encargado de autorizar estos fondos, para decidir qué películas merecen dichos incentivos. Y no hay que irnos a un tema de subjetividad, el mismo artículo menciona que deben ser proyectos cinematográficos con méritos artísticos, además la exposición de motivos del mismo señala en su primer párrafo que esto es una política de estado para el impulso y desarrollo de la cultura. Dicho esto las preguntas obligadas son: ¿Esta película tiene más méritos artísticos que los proyectos de jóvenes cineastas que nunca ven la luz por falta de recursos? ¿Todos Caen es una película que ayude a impulsar y desarrollar la cultura mexicana?
Cada quien tendrá sus propias respuestas a dichas preguntas pero para mí ambas merecen un rotundo no. Y aunque sí hay apoyo a películas interesantes, por ejemplo en la lista de proyectos beneficiados del 2019 se encuentra ‘La Camarista’, representante de México para competir por una nominación en la próxima edición de los Premios Oscar, lo de ‘Tod@s Caen’ no es un hecho aislado ya que películas que no tienen mucho de artístico ni de pro cultura como ‘Malacopa’, ‘La Vida Inmoral de la Pareja Ideal’, ‘Un Novio Para Mi Mujer o ‘3 Idiotas’, esta última producida por Higareda, también se vieron beneficiadas por dicho estimulo. El asunto es que EFICINE tiene un límite monetario por cada ejercicio fiscal, lo que significa que cada que una película de este estilo recibe dicho estimulo otra más se queda sin apoyo. En estos casos hay dos opciones, o el EFICINE es un negocio o los miembros del Comité están tan adelantados a sus tiempos que ven arte y cultura donde nadie más lo ve. Sea como sea, siendo mal pensados o inocentes, estos son los pequeños grandes detalles que hacen que nuestra industria no avance y que los buenos realizadores tengan que emigrar de México para realizar proyectos de calidad.
Calificación: 2/10
Por: Freddie Montes (@FreddieMontes)
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