Por: David Cavazos (@DavidCav21)
WB/HBO Max sigue con sus estrenos y ahora toca el turno de la clásica dupla de Tom & Jerry, quienes vuelven a la gran pantalla (recordemos la película de los años 90 donde los hicieron hablar), pero esta vez en el mundo real para interactuar con otras personas de carne y hueso. La idea, por sí sola, ya suena bastante preocupante, porque venimos de propuestas similares que resultaron en cosas aberrantes como Los Pitufos (2011), El Oso Yogi (2011) o Garfield (2004). Pero, después de haber visto la más reciente esta película, estoy realmente agradecido de que no haya sido peor.
En esta nueva aventura, Tom y Jerry deciden “hacer las paces”, al menos por un rato, ya que Jerry se convierte en el nuevo caos de un lujoso hotel en Nueva York, por lo que los encargados del hotel (por no decir que olvidé los nombres de los personajes de Chloe Grace Moretz y Michael Peña) intentarán controlar la amenaza para evitar afectar una boda muy importante. ¿Cómo lo harán? Sencillo, usando a Tom para mantener a raya a su máximo némesis.
Les seré honesto... la pasé bien. Realmente creí que iba a ser peor, creí que iba a ser más estúpida, pero veamos el lado positivo, al menos no los hicieron hablar como la película animada de los 90's. O quizás le tuve mucha piedad a la película, no lo sé, el punto es que no estuvo tan mal. Agradezco la idea de que todos los animales sean animados y no sólo Tom y Jerry, dándole, al menos, un poquito más de lógica a lo que se nos establece. Y en cuanto a nuestro silent duo favorito, realmente no están nada mal, la dinámica es la clásica pelea entre el gato y ratón, pero su animación y slapstick es lo más fiel a la esencia de los cartoons clásicos, es lo que más rescato y respeto de esta cinta.
Al menos Tim Story (responsable de las dos muy decentes entregas de ‘Fantastic Four’ de los 2000 y la grandiosa trilogía de ‘La Barbería’) adaptó lo mejor de estos dos y lo llevó por mejores rumbos, con una animación linda que combina todas las texturas posibles para hacer una mezcla extraña pero funcional, sobre todo para ser su primer trabajo en algo que tenga que ver con animación, por lo cual no decepciona en este aspecto ni en su visión slapstick.
El problema, como era de esperarse, es con los humanos. Me agrada ver de vuelta a Chloë Grace Moretz y Michael Peña, pero es irónico que, teniendo caricaturas en la película, ellos sean más caricaturescos que el mismo Tom y Jerry. Es cierto que hacen lo que mejor que pueden con lo que tienen, pero eso no es mucho. Sus escenas se sienten largas, incluso intrascendentes por momentos. No aportan nada a la mezcla, se sienten insípidos y sin nada qué contar, quitándole algo de protagonismo al dúo principal. Es lo único estorboso de aquí.
Si buscan al Tom y Jerry clásico, lo tendrán aquí. Es lo mejor que pudieron hacer a pesar de que no tengamos el mejor producto. Es familiar, con un humor muy blanco y que no le hará daño a nadie si no te pones muy exigente. No sabría decirles si lo hicieron bien o no, pero no es un Oso Yogi, de eso estoy eternamente agradecido. Esta eterna pelea entre el gato y el ratón es lo más predecible del mundo, pero funciona.
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