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Foto del escritorOsvaldo Escalante

Vivo: La representación cubana

Por: Osvaldo Escalante (@OsvaEsc)


Desde hace unos años para acá, Lin-Manuel Miranda ha ido agarrando todavía más popularidad de la que ya tenía, esto debiéndose a los incontables trabajos que ha tenido en el cine; como escribir las canciones para ‘Moana’.

Este año es, sin duda, su año. Al menos en cantidad. Estrenó la adaptación cinematográfica de su obra de teatro musical ‘In The Heights’ y salió muy bien librada siendo, hasta la fecha, una de mis películas favoritas del 2021. Pero eso no es todo; también debutará en la silla de director al dirigir ‘Tick, Tick... Boom!’ que será protagonizada por Andrew Garfield. Y por si fuera poco, este viernes 06 de agosto estrena en Netflix, ‘Vivo’, un nuevo musical en donde él presta voz al protagonista –y también escribe las canciones-.


‘Vivo’ nos cuenta la historia de Vivo, un kinkajou que, tras un repentino infortunio, deberá emprender un viaje desde Cuba hasta Los Ángeles para entregar una canción de amor a una cantante famosa y donde pondrá a prueba relaciones de amistad con Gabi, una niña rebelde, y demás personajes y situaciones presentadas a lo largo del camino.


Para esta reseña decidí hacerlo de una manera un tanto más puntual. Es decir, puntualizamos los elementos buenos, los malos, y de paso les comento en una escala de estrellas, qué tan recomendable puede ser. Si les gusta este formato, déjenmelo saber y lo puedo implementar más seguido.

Lo bueno:


- Es una película para toda la familia y sumamente entretenida. La cinta dura apenas una hora y media, por lo que en ningún momento se llega a sentir pesada o aburrida. Todo lo contrario, son los personajes como Vivo y Gabi los que llenan esta película de momentos divertidos e incluso emotivos.


- La representación de Cuba en esta película también está presente. Es obvio que al ser una película para toda la familia no íbamos a tener situaciones donde retrataran el lado negativo del país, por lo que decidieron enfocarse únicamente en lo bueno, y no los culpo. El primer acto de la cinta es puro aura latino. Tenemos la música (no sólo el ritmo, sino también los instrumentos), la ciudad, las vestimentas, y en general todo lo que engloba la cultura cubana. Definitivamente te sientes parte de los personajes y el momento de felicidad que sienten Vivo y Andrés cuando se ponen a cantar en las calles.


- Tener a Lin-Manuel Miranda detrás de las canciones siempre será un plus. Hay algunas canciones como la de Gabi, o la propia canción que Andrés le escribió a Marta (el propósito del viaje y la película en sí), que son muy buenas. Ya sea por la letra tan emotiva, o por el hecho de que encajan muy bien con quienes la están cantando. En mi caso, mi canción favorita fue la de Gabi; siento que no podía ser otra canción para la clase de personaje que es esta y, de esta manera, queda algo muy interesante al meter una canción electrónica a una película donde reina el aura latino.


- El trabajo de voces también es muy bueno. Lin tiene una voz muy peculiar que, cada vez que lo escuchamos hablar o cantar, sabemos que es él. Aquí no sólo se limita a cantar, sino que de verdad le presta emociones a su personaje. Esto aplica para todos, pero son él y Ynairaly Simo (Gabi) quienes al tener más tiempo en pantalla, se lucen de buena manera.

Lo malo:


- Obviamente al verla con la intención de hacerle una reseña, tienes que verla con ojos más críticos (o al menos intentarlo). Si bien es una película que se puede disfrutar, son los mismos problemas de siempre lo que la terminan arrastrando un poco hacia atrás. Los clichés de películas de este estilo siguen presentes y, por lo menos a mí, sí me terminaron por afectar al empatizar más con los personajes. Es decir, por más problemas y conflictos por los que pasen Vivo y Gabi, sabemos que se trata de una película con mensaje, por lo que es muy difícil que terminen por afectarles.


- Sumado al punto anterior, las niñas exploradoras que solamente están ahí para hacerles el camino más difícil a los protagonistas también se siente muy forzado. Como si el propio hecho de que un animal y una niña menor de edad tienen que cruzar desde Cuba a Florida, y luego a Los Ángeles no fuera suficiente problema per se. A fuerzas le tienen que agregar unos cuántos personajes que les complicarán el camino. ¿Y todo para qué? Si al final no terminan por hacer nada. En ese caso, me gustó más la serpiente, pues se siente como algo más “real” dentro de toda la ficción ridícula que maneja la película.


- Si bien en los puntos positivos mencioné que tener a un genio de la música como Lin-Manuel Miranda siempre es un plus, aquí no termina por explotarse al máximo. Sí, hay canciones interesantes como las que ya mencioné, pero en general terminan por ser líricas bastante olvidables. Es como si con todo el trabajo que ha tenido y tiene por delante, Lin buscara enfocarse más en otros proyectos. “Ok, tenemos que hacer una música latina. ¡Hagámosla! Aunque eso signifique hacerla a mil de velocidad y dejar de ser canciones para toda la vida.”

Conclusión, calificación e índice de recomendación:


Si bien la película es entretenida, divertida y linda, peca de muchos errores que, a personas como yo, les afectan demasiado. Si se la pones a un niño chiquito la pasará muy bien, pues la magia del personaje de Vivo está presente y cautivará a más de uno. Aun así, me termina por parecer un producto que no será recordado como uno de los mejores trabajos de Lin Manuel. Ni en actuación, ni en musicalización.


Calificación: 3/5. Es recomendable para pasar un ratito agradable en familia. Dura muy poco y no tiene mucho riesgo de aburrimiento. Eso sí, a más de uno de la familia también le puede llegar a parecer un tanto ridícula.

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