Por: Osvaldo Escalante (@OsvaEsc)
Desde que salí decepcionado del cine tras ver ‘Avengers Endgame’ hace un par de años, comencé a distanciarme cada vez más de Marvel, de las películas de superhéroes en general, pero de Marvel en específico. Y cuando se anunciaron las series que llegarían a Disney Plus, mi hype no aumentó. Confieso que de todas las series de Marvel-Disney, ‘WandaVision’ era la que más interés me causaba. Y digo “interés” porque no era de los que estaban esperando cada viernes el estreno del nuevo episodio a las dos de la madrugada. De hecho, yo veía el nuevo episodio hasta el sábado, y no me importaba si me comía un spoiler en Twitter (como lo hice con la aparición de Evan Peters a mitad de temporada).
Si nos ponemos a valorar la serie como producto independiente, tiene ciertas virtudes, las cuales radican en el primer acto de la temporada. El hecho de que un producto de Marvel se alejara de la típica fórmula, era algo que sin duda me llamaba la atención. Eso es ‘WandaVision’ durante los primeros tres episodios, los cuales arrancan de buena manera una serie que daba mucho de qué hablar. ¿Quién diría que tendríamos un producto de Marvel con un formato 4:3 y en blanco y negro? Absolutamente nadie daba un peso por ello, pero lo hicieron, y lo hicieron de buena manera.
El hecho de ver tantas referencias a sitcoms clásicas de los años 50s, 60s, y 70s, fue, de cierta manera, hasta refrescante para lo que Marvel nos tiene acostumbrados. Luego llega un punto en el que esto se vuelve repetitivo e incluso abusan de la nostalgia, pero prefiero centrarme en lo positivo que este recurso presenta durante los primeros episodios.
La estructura del primer acto es simple: formato episódico referenciando a series clásicas no sólo en su narrativa argumental, sino también en la dirección y fotografía; como los nulos movimientos de cámara, y la filmación a múltiples cámaras, como se suele hacer en sitcoms. Todo esto, para que durante los últimos cinco minutos del episodio, nos revelen pequeñas pistas sobre lo que más adelante sería la trama principal. No muchas cosas, simplemente detalles que nos daban a entender que algo no estaba bien, que todo era una simulación.
La única expectativa que yo tenía de esta serie no era lo que la mayoría piensa. No era ver un multiverso, no era ver la introducción de los X-Men en el universo cinematográfico de Marvel. No era la conexión con ‘Doctor Strange 2’. Lo mío era más simple…por lo menos a simple vista.
Tras varias películas siendo personajes secundarios y desaprovechados, lo único que yo buscaba de ‘WandaVision’ era que por fin aprovecharan y desarrollaran a sus protagonistas. Dos personajes que, en mi humilde opinión, son los más poderosos de todo el UCM, aún con lo poco que nos han presentado de ellos. Por supuesto que hablo de Wanda y Vision. Uno de ellos puede controlar la materia y hasta la mente de las personas, mientras que el otro es un robot que puede controlar la densidad de su propio cuerpo, así como tiene (o tenía) una maldita gema del infinito en la frente. ¿Me estás diciendo que es tan difícil escribirles una historia donde hagan uso de todo eso? Pues lo estaban consiguiendo, al menos hasta la mitad de temporada.
Lo que más me estaba gustando de los primeros episodios es que nos dejaban ver a Wanda como la propia villana. Un personaje que además de ser el protagonista y el héroe, fungía como villana dentro de su propia mente y realidad. Eso me parecía maravilloso. Algo nunca antes visto en Marvel. Se estaban olvidando de las peleas fantasiosas para entregarnos un drama psicológico que involucraba el dolor y duelo por la pérdida de su hermano y su amado. Eso era lo que me mantenía viendo ‘WandaVision’, la originalidad dentro de la propia repetitividad de una formula ya establecida.
Pero no, todo cambia cuando los episodios comienzan a volverse puro relleno. Porque sí, la serie se podría resumir en tres episodios contando únicamente lo importante para el desarrollo de la trama. Pero no, deciden continuar con las referencias a sitcoms, pero ahora de una manera en la cual no ayudan al desarrollo argumental de la propia serie. Ahora sólo estamos viendo referencias en el aire para que tú como espectador te sientas bien contigo mismo y te hagan recordar lo bien que la pasaste viendo dichas series referenciadas.
Y luego tenemos el maravilloso episodio donde exploramos el pasado de Wanda, ¿verdad? ¿verdad? Pues sí y no. Es decir, yo mismo estaba esperando que nos contaran más sobre este personaje y sólo se tardaron cuatro películas y la mitad de una temporada. Pero no de esta manera. No de una manera en donde es escena tras escena, intentando causar en el espectador un sentido de tragedia manipuladora. Escena trágica, tras escena trágica. Y eso no es lo peor, lo peor es la manera tan absurda en la cual está escrito este episodio. Tenemos el flashback, el cual en sí no está mal. Nos están mostrando lo que queremos ver y lo que le pasó a Wanda en su niñez o en sus primeros años con sus poderes. Claro, pero todo empeora cuando al terminar la escena nos encontramos con Agatha explicándole a la audiencia lo que acabamos de ver. ¿En serio están tomando al público de Marvel como una audiencia que es incapaz de descifrar lo que está viendo, para que se los tengan que repetir cinco segundos después, durante media hora? Pues es eso, o los guionistas no tienen idea de cómo contar una historia. Pero bueno, tontos nosotros que esperábamos algo distinto.
Lo que en verdad me enojó fue cuando nos tienen que introducir al propio personaje de Agatha. Un personaje que yo no conocía antes, y muchos probablemente me dirán que no es un villano como tal, y que no está ahí para hacerle la vida difícil a Wanda. Bueno, eso será en los comics, porque lo que nos dejan ver aquí es que Agatha estuvo detrás de varias incoherencias que la propia Wanda dejaba en el camino. Porque claro, ahora nos quieren vender el cuento de que Wanda nunca fue la villana. Ella lo hacía todo porque quería ser feliz, sin embargo, nunca estuvo consciente de todo el daño que le causaba a las personas que tenía encerrada, a pesar de que las estaba controlando mentalmente. ¿Pues qué esperabas, Wanda? ¿Qué estuvieran felices de que llegaste a entrometerte en sus vidas?
Ahora lo que tenemos es la clásica pelea entre el héroe, que es un pan de Dios, y el villano más malo de todo el mundo. Nos olvidamos completamente del desarrollo y la manera tan compleja de descifrar a Wanda, para quedarnos con la gran y épica pelea al buen estilo Marvel, la cual nos deja ver que no hubo demasiado presupuesto para los efectos visuales. Un final mediocre que si bien cierra el arco de algunos personajes, deja a otros completamente olvidados, como Darcy, la Capitana Rambeau, o el propio White Vision, que apareció unos cuantos minutos en una entrada épica para luego ponerse a charlar con el Vision ficticio y después irse volando a sabe dónde. Pero, ey, seguramente lo veremos en próximas películas, tú sigue pagando Disney Plus, o sigue yendo a tu cine más cercano. Sólo te tomará otras tres películas el volver a ver a este personaje.
Y eso es ‘WandaVision’, la serie que nunca fue. Una serie que comenzó bien pero que con el paso de los episodios terminó regresando a lo que todos pensábamos que se estaba alejando: la fórmula Marvel.
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